Luego de cinco días de negociaciones, el Sindicato de Guionistas de Estados Unidos (WGA, por sus siglas en inglés) anunció a última hora del domingo que alcanzó un principio de acuerdo con la Alianza de Productoras de Cine y Televisión (AMPTP) para adoptar un convenio colectivo laboral que dé cuenta de las nuevas lógicas laborales del oficio. Ambas partes dan por descontado que no habrá problemas para que el flamante contrato modelo sea aprobado por los 11.500 socios del WGA durante las votaciones que se llevarán adelante este martes, por lo que el punto final de la huelga iniciada el 2 de mayo –y que, de haberse prolongado hasta el 30 de septiembre, hubiera superado la extensión de la de 1988, la más larga de la historia– está a la vuelta de la esquina. Eso sí, en Hollywood todavía no pueden descorchar, pues a la AMPTP le queda por delante resolver la huelga de los sindicato de los actores.
“Podemos decir con gran orgullo que este acuerdo es excepcional, con ganancias significativas y protecciones para todos los escritores”, se lee al final del mail que el WGA envió a sus socios el domingo por noche, luego de la última de las cinco jornadas de reuniones entre las cúpulas del sindicato y representantes de la AMPTP, que nuclea a más de trescientas productoras, incluyendo a los gigantes del cine, la televisión y el streaming. Que Bob Iger, de Disney; David Zaslav, de Warner Bros. Discovery; Ted Sarandos, de Netflix, y Donna Langley, de NBCUniversal, hayan ido personalmente hasta las oficinas de la Alianza para los encuentros del miércoles, jueves y viernes es un indicio de la voluntad –y la necesidad, en tanto se calculan pérdidas por tres mil millones de dólares en California desde que empezó el paro– para que la que definieron como la “mejor y última oferta” fuera aceptada antes de este lunes, el Día del Perdón, la celebración más importante de la comunidad judía.
La semana terminó con un apretón de manos, mientras que a lo largo del sábado y el domingo se reunieron los abogados de las partes para ajustar la letra chica de un acuerdo cuyos detalles se conocerán una vez que sea formalmente aprobado. “Aunque estamos ansiosos por compartir los detalles de lo que se ha logrado, no podemos hasta que se puntee la última ‘i’. Hacerlo complicaría nuestra capacidad para terminar el trabajo, por lo que, por última vez, les pedimos paciencia”, escribieron en el WGA.
No obstante, los principales portales dedicados al show business estadounidense coinciden en señalar que el cuerpo contempla soluciones para las principales demandas: mejoras en las condiciones de trabajo, control del uso de la inteligencia artificial en la escritura y la aplicación de una fórmula para determinar el personal mínimo de escritores según el número de episodios de cada temporada. Este último reclamo se debe a que, según el WGA, los estudios abusan constantemente de los “mini-rooms”, donde grupos cada vez más pequeños de guionistas se reúnen para bocetar las directivas principales del relato de cada serie o películas. Más “mini-rooms” y menos profesionales en cada uno implican más trabajo en menos manos, además de más dificultades para establecer una compensación adecuada.
Pero lo más significativo es la revisión de los tantas veces mencionados “residuales”, es decir, de los ingresos extras al sueldo que reciben los escritores según el volumen de audiencia de cada proyecto del que participan. El esquema actual se instauró en tiempos de televisión lineal y consumo hogareño mediante soportes físicos (VHS, DVD, Blu-Ray). Pocas dudas caben que la llegada del streaming puso patas para arriba la lógica de negocios que imperó durante la época analógica. “Lo que hemos ganado se debe a la voluntad de nuestros miembros de ejercer su poder, de demostrar su solidaridad, de caminar lado a lado, de soportar el dolor y la incertidumbre de los últimos 146 días. Es la influencia generada por la huelga, junto con el extraordinario apoyo de nuestros hermanos sindicales, lo que finalmente hizo que las empresas volvieran a la mesa para llegar a un acuerdo”, festejaron desde el WGA.
¿Y los actores?
Si la lucecita al final del túnel de la huelga de los guionistas empieza a iluminar con la fuerza de un reflector, el camino del paro que lleva adelante el Sindicato de Actores (SAG-AFTRA) desde el 14 de julio todavía está en penumbras. Hollywood puede celebrar, pero con moderación. La mitad llena del vaso es que el flamante acuerdo allana el camino para un acercamiento entre la Alianza y la entidad que reúne a más de 160 mil trabajadores, desde intérpretes de todos los escalafones -los mega famosos, pero también los laburantes rasos- hasta locutores, periodistas de radiodifusión, bailarines, DJs, presentadores de programas de TV, titiriteros, artistas de doblaje, cantantes, dobles de riesgo, locutores y otros profesionales de los medios.
¿Por qué? Porque el reclamo central de la entidad encabezada por la actriz Fran Drescher es una mejora sustancial en los ingresos que reciben los intérpretes por las repeticiones de las series y películas donde trabajaron. Ingresos que, en el mundillo del streaming, en muchos casos es igual a cero. Breaking Bad fue una de las series más reputadas de las últimas décadas, uno de esos fenómenos que generaron conversación en redes sociales y una horda de fanáticos. Sus temporadas estuvieron en Netflix durante un buen tiempo. ¿Cuánto cobró Aaron “Jesse Pinkman” Paul por esto? Según afirmó durante una de las marchas, nada. “El otro día vi que Breaking Bad era tendencia en Netflix. Creo que muchos de estos streamers saben que se han salido con la suya al no pagarle a la gente un salario justo y ahora es el momento de contribuir”, dijo en esa ocasión.
Que los guionistas hayan desatado ese nudo es buen indicio de que las negociaciones con los actores podrían llegar a buen puerto. El vaso medio vacío es que las posiciones estuvieron muy lejos de acercarse en las últimas reuniones y que no hay una fecha pautada para un nuevo encuentro, por lo que los rodajes seguirán paralizados y las alfombras rojas, vacías de estrellas. El SAG-AFTRA emitió un comunicado en redes sociales en el que felicitan a los guionistas “por conseguir un acuerdo tentativo con la AMPTP” cuyos términos “esperan revisar”. “Seguimos dispuestos a reanudar nuestras propias negociaciones tan pronto como estén preparados para abordar nuestras propuestas de manera significativa”, afirman. La pelota está del otro lado de la cancha. Habrá que ver cuál es la próxima jugada que ensayará la Alianza para que las cámaras vuelvan a encenderse.