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El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, instó este sábado a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, a no tomar “medidas unilaterales” que intensificarían la disputa fronteriza que mantiene con la vecina Guyana, informó su oficina.

“Lula enfatizó la importancia de evitar medidas unilaterales que podrían agravar la situación” en la disputada región del Esequibo, un área sumamente rica en petróleo, indicó la Presidencia brasileña en un comunicado emitido luego de una conversación telefónica entre ambos líderes.

Además, Lula “transmitió la creciente preocupación de los países sudamericanos” y le recordó la “larga tradición de diálogo en América Latina” a la que definió como “una región de paz”.

Asimismo, sugirió que el actual presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, aborde el tema con ambas partes y reiteró que Brasil está disponible para apoyar y acompañar estas iniciativas.

Horas antes, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, señaló en la red social X que sería “la desgracia más grande de Suramérica” que estallara una guerra entre sus pueblos.

“Desde hace años viene la pretensión de establecer un conflicto en nuestra esquina continental, colombianos apátridas y (el expresidente de Estados Unidos, Donald) Trump lo discutieron. Reproducir el conflicto OTAN/Rusia en nuestras propias tierras, en la selva Amazónica, solo nos haría perder el tiempo vital de nuestro progreso y de nuestra vida”, escribió Petro.

“Hay que erradicar la barbarie de aquí”, agregó el mandatario colombiano, quien también se mostró a favor de una medicación liderada por alguien de la región.

“Sabemos mediar conflictos y mantener la paz entre nuestros pueblos. Venezuela y Guyana deben desescalar el conflicto, invito a los gobiernos de América del Sur a construir un equipo mediador, ojalá eso reviviera la Unasur. El camino de Suramérica es la Paz y la Vida”, manifestó.

La disputa entre los países vecinos

No causó problemas entre ambos países ni para el resto de la región hasta 2015, cuando se descubrió un gigantesco yacimiento de petróleo -considerado la segunda mayor reserva mundial- en una zona del océano Atlántico correspondiente al área en cuestión.

Tras el fracaso de varias iniciativas para resolverlo, Guyana llevó en 2020 el caso a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la ONU, que en un fallo reciente pidió “abstenerse de cualquier acción que modifique la situación actualmente vigente en el territorio en disputa”, pero Venezuela reiteró que no reconoce la competencia de ese tribunal.

En ese contexto, las autoridades venezolanas convocaron un referendo el domingo pasado para la anexión de Esequibo, y el Parlamento venezolano aprobó un proyecto de ley destinado a crear allí una provincia.

En medio de las tensiones, el Gobierno de Venezuela acusó a Guyana de haber dado “luz verde” para la instalación de bases militares estadounidenses en la región en disputa”.

El conflicto territorial se remonta al siglo XIX, cuando un fallo de 1899, defendido desde Guyana, estipulaba que Venezuela renunciaba al Esequibo, aunque más tarde se retractó de ello.

Caracas, por su parte, se apoya en el Acuerdo de Ginebra de 1966 firmado entre el Reino Unido -antigua potencia colonial de Guyana- y Venezuela, en el que reconocían al Esequibo como un territorio en disputa.





Fuente Telam