En una ronda con la prensa internacional, tras el discurso de Guerra Fría del presidente Javier Milei, el ministro de Economía, Luis Caputo, evitó dar pronósticos sobre el futuro de la economía del país al volver a descartar la dolarización y el cierre del Banco Central, y dejar abierto la capacidad del Gobierno controlar la inflación: “No podemos hacer una previsión al respecto, porque quedás atrapado; esperamos que las cosas mejoren a fin de año”.
Caputo estuvo acompañado por la canciller Diana Mondino y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, quien aprovechó para sumar presión al Congreso y reiterar el mensaje extorsivo que Caputo lanzó la semana pasada, respecto de que si aprueba la desregulación económica dictada en el DNU y el proyecto de Ley Ómnibus, “la recesión será más corta”.
El ministro de Economía prefirió esquivar los pronósticos, empezando por la inflación para “no quedar atrapado” en caso de no poder controlar las variables económicas ni conseguir el respaldo de la oposición para poder avanzar con el ajuste económico de shock.
En ese contexto, Caputo no dudó en despejar dos promesas de campaña de Milei: el cierre del Banco Central y la dolarización. Sobre el cierre de la entidad monetaria, el ministro dijo que la prioridad es “estabilizar la economía”, mientras que sobre la dolarización aseguró que “no están dadas las condiciones”, dijo en declaraciones que retomó el diario La Nación.
Para mostrarse optimista, el ministro de Economía calificó el acuerdo anunciado con el FMI la semana pasada como “el más rápido nunca obtenido”, aunque inmediatamente reconoció que no se trata de un nuevo acuerdo sino el mismo con promesas de un mayor ajuste que el exigido por el organismos multilateral.
A tono con el discurso de Guerra Fría y a contra mano del discurso de la atracción de inversiones, la canciller Mondino se encargó de confirmar la salida de Argentina del acuerdo de los BRICS. “Se trata de una asociación política en la cual no vemos demasiado interés”, evaluó la ministra en un mundo que viró al multilateralismo.
En ese sentido, la canciller también buscó esquivar el traspié en la relación diplomática con China y dijo que Argentina mantendrá con su máximo sociocomercial –hasta ahora, junto con Brasil– “la misma relación que con cualquier otro país” y agregó que la relación estará “basada en valores”, lo que siguiendo el discurso de Milei en Foro Económico Mundial sería bien lejos de un país que se reconoce comunista.
Durante la gira por el foro de Davos, Caputo y Posse concentraron las reuniones en el sector energético, el más beneficiado por el DNU y la Ley Ómnibus; ya que fueron los únicos cuyos beneficios impositivos no fueron modificados e incluso se liberaron controles estatales sobre la actividad. La minería mantiene las retenciones de tan solo el 4,5 por ciento, fue liberada de cánones y obligaciones de reportes de información de sus actividades y hasta podrá avanzar en la explotaciones sobre zona periglaciar, si se aprobará la Ley Ómnibus.
En ese sentido, las reuniones se dieron con los representantes de tres firmas que ya operan en el país Glencore, Total, Naturgy. Glencore ya opera en proyectos mineros en el país, uno de ellos es la construcción del proyecto MARA, que operaría en una zona cercana a donde funcionó la cuestionada minera Alumbrera, en Catamarca. Por su parte, Total ya opera con explotaciones de pozos en Vaca Muerta. En tanto, Naturgy lleva más de 30 años operando en la distribución de gas en el país.
También mantuvieron reuniones con Las reuniones del día fueron con directivos de dos firmas estadounidenses: Amazon Web, que manifestó su interés por la Argentina; y con la multinacional farmacéutica MDS.
Posse y Caputo además se reunieron con el secretario de Políticas Financieras y Europeas de Alemania, Joerg Kukies, y el ministro de Asuntos Especiales del gobierno alemán, Wolfgang Schmid. Conversación que también giró en torno a energía y minería.