El ministro de Economía y candidato a presidente, Sergio Massa, adelantó que se cerraron las negociaciones para liberar un nuevo tramo del swap con China por más de 5000 millones de dólares. Se anunciaría oficialmente en los próximos días, con la visita del presidente Alberto Fernández a Beijing. Se trata de una estrategia clave para reforzar las reservas internacionales, ganar poder de fuego para contener las expectativas de devaluación y evitar un ajuste sobre el dólar oficial que espiralice la inflación.

El clima financiero y cambiario de los últimos días se volvió completamente opaco, con rumores de todos los colores y declaraciones incendiarias del candidato de ultraderecha Javier Milei. El líder de La Libertad Avanza ratificó que su programa de dolarización se mantiene intacto, que los pesos no tienen valor y que tener plazos fijos era un comportamiento irracional.

Este llamado al caos generó críticas inmediatas. En las últimas horas, se sumó el anuncio económico más importante para ofrecer tranquilidad e intentar contener la corrida cambiaria. El Banco Popular de China dio el visto bueno para liberar un nuevo tramo del swap de yuanes que le permitirá al equipo económico intervenir en el mercado de cambios para evitar la devaluación del dólar oficial. Se sumaría el equivalente a más de 5000 millones de dólares a las reservas de libre disponibilidad.

Sergio Massa dijo que es una medida clave para consolidar el cierre del año y “para evitar que cualquier ataque especulativo genere la idea de que la Argentina es un papel al viento”. Esta semana hubo uno de los ataques especulativos más fuertes de los últimos años, con saltos del blue que llevaron su precio a valores de 1000 pesos y tensionaron al límite el mercado de cambios oficial (es decir, el dólar que defiende el Banco Central).

La principal disputa de los próximos meses se concentra justamente en si se logra o no frenar la devaluación del tipo de cambio mayorista (un dato determinante para los costos de la canasta de consumo de la población). Un ajuste fuerte de este dólar que cotiza a 350 pesos provocaría una espiral sobre los precios, una caída violenta en el poder de compra de trabajadores y jubilados y dejaría abierta las puertas para un proceso de hiperinflación.

Las intenciones del candidato de la Libertad Avanza son claras: desordenar la economía para sumar votos en la primera vuelta, al mismo tiempo que prepara el terreño para poner en marcha la dolarización. Al no tener fondos de inversión que acompañen su propuesta, para la cual se necesitarían préstamos por decenas de miles de millones de dólares líquidos, necesita la hiperinflación para licuar los ingresos y llevar adelante la conversión de la moneda.

Considerando este último punto, el swap con China tiene un rol fundamental para alejar los fantasmas de caos que propone Milei. Una de las principales condiciones para que ocurra una hiperinflación en Argentina es que el Banco Central se quede literalmente sin divisas frescas para defender el dólar oficial, y comiencen a ocurrir rondas de devaluación permanentes. Los yuanes que ofrece el Banco Popular le ponen paños fríos a este escenario.

La importancia del swap con China puede observarse también en el detalle de las reservas internacionales. En números duros, las reservas brutas suman menos de 26 mil millones de dólares, y estarían compuestas por el equivalente a 3,5 mil millones de dólares en oro, 3 mil millones de dólares en DEGs, 6 mil millones de dólares en moneda estadounidense, y 13,5 mil millones de dólares en yuanes (monto que queda del swap con el Banco Popular).

Puesto en otras palabras: China no sólo es uno de los principales socios comerciales de la Argentina, sino que su moneda es uno de los principales recursos que componen las reservas del Central.

En el Banco Central llegaron a contar con una cifra de 18 mil millones de dólares en yuanes, la cual actualmente es menor debido a que se activó y usó otro tramo del swap por 5 mil millones de dólares. Se trata de datos que muestran el nivel de vínculo que tiene la economía local con el Gigante Asiático, y al mismo tiempo exponen otro de los sinsentidos de Milei. El candidato ultraliberal plantea que China no será parte de los países con los que realizaría acuerdos y negocios comerciales.

La preocupación de los últimos días sobre el comportamiento incendiario del candidato de La Libertad Avanza no es exclusivamente económica. Sergio Massa lo puso en estos términos: “ser presidente requiere de una estabilidad emocional que no puede llevarte a decir cualquier cosa por un voto”. Para la segunda vuelta aseguró que pedirá que “tres universidades hagan una evaluación psicológica y psiquiátrica de los candidatos. En algún momento, el alcoholismo de un general nos llevó a la guerra.



Fuente-Página/12