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El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, aseguró que apoyará el Pacto de Mayo propuesto por el presidente Javier Milei si el Gobierno nacional se compromete a “defender el federalismo” y abandona su “política de látigo y billetera” para “disciplinar” a los mandatarios provinciales.

“Así como el Gobierno dice que es innegociable el equilibrio fiscal, los gobernadores decimos que es innegociable e irrenunciable la defensa del federalismo”, dijo Sáenz.

En declaraciones a radio Mitre, el gobernador salteño, quien el viernes último asistió al discurso que pronunció Milei ante la Asamblea Legislativa en el Congreso, afirmó que hasta el momento el Gobierno “está logrando el equilibrio fiscal con la nuestra”, en referencia al recorte de fondos aplicados a las provincias.

“Está logrando el equilibrio fiscal con la de la gente, los jubilados, los maestros y los laburantes. Con la nuestra, no con la suya”, afirmó.

Al respecto, ante la propuesta hecha por Milei para debatir con las provincias las pautas de un pacto fiscal, Sáenz aseveró que se trata de un “parche” porque todavía no se estableció un nuevo esquema de coparticipación, como fue contemplado en la reforma constitucional de 1994

Sáenz, en tanto, criticó al Gobierno nacional por “disciplinar a los gobernadores” mediante el recorte de fondos, una medida a la que calificó de “látigo y billetera”.

Para Sáenz, no se trata de “una nueva forma de hacer política”, sino que en otro momento también fue aplicada por “otros gobiernos centralistas” para que los gobernadores fueran “delegados” del Ejecutivo nacional.

“Una cosa es servir y ser útiles para darles herramientas al Gobierno nacional y otra es ser serviles”, dijo sobre la gestión de Milei y agregó: “Hay cuestiones que no las veo alejadas al kirchnerismo y no me gustan”.

“La gente votó para terminar con el odio y la grieta. Por un lado, critica esta forma de hacer política y, por otro, la aplica”, opinó.

Al respecto, consideró que es “fundamental que el Presidente entienda que lo que necesita es un gran acuerdo” que, actualmente, “se hace difícil” de alcanzar por “la desconfianza que hay entre el Gobierno y los gobernadores”.

“Opinar distinto no significa ser enemigo ni generar desconfianza. Cada uno opina lo que quiere. Libertad es pensar y decir lo que uno piensa y siente, y no por eso ser castigado”, indicó.

“Opinar distinto no significa ser enemigo ni generar desconfianza. Cada uno opina lo que quiere. Libertad es pensar y decir lo que uno piensa y siente, y no por eso ser castigado”

Sáenz mencionó que el viernes último varios gobernadores estuvieron cerca de quedarse fuera del Congreso porque no tenían las “pulseras” que los identificaba como personas autorizadas para ingresar.

Además, destacó que, una vez dentro, “en ningún momento” de su discurso “el Presidente se dio vuelta” para saludar a los mandatarios provinciales.

“La política también tiene que ver con los gestos. Estuvimos sentados y escuchando que no confiaba en nosotros. Hay que tener respeto”, afirmó.





Fuente Telam