Los conflictos en el campo en Brasil, el llamado “lejano oeste brasileño”, aumentaron 8% en el primer semestre de 2023 en la comparación con el mismo período del año pasado, según el tradicional relevamiento divulgado este martes por la Comisión Pastoral de la Tierra, dependiente de la Iglesia Católica.
A la vez, se reportaron las mayores liberaciones de personas en trabajo esclavo en el campo brasileño de los últimos diez años.
Según el reporte de la Pastoral de la Tierra, se reportaron entre enero y julio 973 conflictos, contra 900 de 2022.
Según el informe, la mayoría de los conflictos en 2023 fueron por la tierra (791), seguidos del trabajo esclavo rural (102) y las disputas por el agua (80).
Aproximadamente 527 mil personas estuvieron involucradas en conflictos en los primeros seis meses del año, una caída del 2% en comparación con 2022.
Desde que la dictadura militar inició en los años sesenta la instalación de agricultores en la región de la selva amazónica, el campo brasileño es un escenario de disputa por tierras, sobre todo indígenas, por parte del agronegocio
Además, existe el conflicto de las tierras fiscales que fueron tomadas irregularmente por empresarios agrícolas que reclaman los campesinos para la reforma agraria.
Según el informe, la violencia por el territorio lo sufren más los pueblos indígenas y sus comunidades con 38,2% de los casos, seguidos por los trabajadores rurales sin tierra (19,2%), los ocupantes ilegales (14,1%) y los quilombolas, como se llama a las comunidades de descendientes de los esclavos fugitivos hasta el siglo XIX (12,2%).
El año pasado, Brasil registró 207 casos de trabajo análogo a la esclavitud en el medio rural y 2.218 trabajadores fueron rescatados en estas condiciones. Con 30% de aumento en comparación con 2021, es el máximo registrado en 10 años, según la Comisión Pastoral de la Tierra. pic.twitter.com/J4em6cgiX3
— André Vieira (@AndreteleSUR) April 18, 2023
En el primer semestre se redujeron de 29 a 14 las muertes por conflictos en el campo brasileño, una caída del 51,7% en la comparación interanual.
El 80% de los casos ocurrieron en la Amazonia, lo que convierte a la región en la más violenta del campo brasileño
El reporte del brazo de la Confederación Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) indica que casi la mitad de las muertes fueron causadas por contaminación por pesticidas.
Según el informe, 1.408 personas fueron rescatadas del trabajo esclavo, un aumento del 43,9%, en la misma comparación, liderando el sector de la caña de azúcar, seguido por los cultivos permanentes, la minería, la deforestación, la producción de carbón y la ganadería.
Durante el primer semestre de 2023, 878 familias vieron sus viviendas destruidas; 1.524, sus campos; y 2.909, sus pertenencias.
Hubo 554 familias expulsadas de las tierras que ocupaban y 1.091 fueron desalojadas judicialmente.
El aumento de la violencia contra las mujeres en el primer semestre registró 107 casos contra 94 en el mismo período de 2022.
Al menos 30 adolescentes de la aldea indígena yanomami fueron violadas por mineros ilegales en febrero, durante la operación del Gobierno federal para despejar la invasión de las tierras indígenas.