Foto PFA
Foto: PFA.

Esteban Rojas Almada, un prestamista que logró permanecer cinco meses prófugo y en julio pasado fue detenido en Paraguay acusado de haber asesinado de dos tiros a su novia Ferni Ayala, en un femicidio ocurrido en febrero último en el porteño barrio Zavaleta de Barracas, llegó este sábado extraditado desde su país, informaron fuentes judiciales y policiales.

El imputado, que tuvo pedido de captura internacional con alerta roja de Interpol y por quien se llegó a ofrecer una recompensa de hasta 5 millones de pesos, arribó a las 8 de este sábado al aeroparque Jorge Newbery de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, proveniente de Asunción, en el vuelo ZP820 de Paranair.

Rojas Almada (45) llegó custodiado por personal de Interpol Paraguay y lo entregó a efectivos del Departamento Inteligencia Contra el Crimen Organizado de la Policía Federal Argentina (PFA), cuyos detectives fueron clave para su localización y arresto el 11 de julio último en la ciudad paraguaya de Mariano Roque Alonso, ubicada en el Departamento Central, a unos 14 kilómetros al norte de la capital del vecino país.

El presunto femicida fue trasladado a la alcaidía de la Superintendencia de Investigaciones de la PFA, donde permanecerá este fin de semana alojado hasta que sea indagado el lunes en el Palacio de Tribunales por el juez a cargo de la causa, Mariano Iturralde, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 16, y por el fiscal de instrucción Pablo Recchini.

La imputación es por un “homicidio agravado por mediar violencia de género (femicidio) y por el uso de arma de fuego” y por la “tenencia ilegal de un arma de guerra“, delitos que prevén una pena de prisión perpetua.

Esa será una cuestión a tratar en el futuro juicio oral, ya que fuentes judiciales explicaron a Télam que las extradiciones desde Paraguay tienen siempre la salvedad de que le exigen a la justicia argentina garantías para que el acusado no sea condenado a perpetuidad, pena que no existe en su Código Penal.

Un caso similar se dio en diciembre de 2021 cuando el Tribunal Oral en lo Criminal 14 de la Capital Federal condenó a prisión perpetua pero con la salvedad de estar limitada a 35 años de cárcel, a otro femicida paraguayo, Waldo Servian Riquelme (38), conocido como el “descuartizador de la amoladora”, por haber asesinado y seccionado en 25 fragmentos el cuerpo de su pareja Mirtha Liliana González Ayala en un aberrante femicidio ocurrido en 2019 en el Barrio 31 de Retiro.

Servian Riquelme también logró huir a su país tras cometer el crimen, estuvo 50 días prófugo en Paraguay hasta que se entregó y fue extraditado con la misma condición de evitar la perpetua que ahora se exige con el prestamista Rojas Almada.

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Foto: PFA.

El femicidio de Ferni Ayala

El femicidio de Ferni Ayala (28) ocurrió la madrugada del 19 de febrero último, en el primer piso de la casa 187 ubicada sobre la calle Lavardén, manzana 18, del barrio 21-24 Zavaleta, situado en Barracas, al sur de la Ciudad de Buenos Aires, pero fue descubierto al día siguiente, la madrugada del día 20.

Agentes de la Comisaría Vecinal 4D fueron convocados al lugar y constataron que Ayala yacía asesinada, luego de que dos de las hermanas de la víctima que horas antes habían formulado la denuncia por averiguación de paradero, derribaran la puerta del departamento con ayuda de un vecino y hallaran el cadáver.

Al ingresar a la vivienda, los uniformados hallaron el cuerpo de Ferni tirado en una habitación, boca arriba, vestida con ropa de cama y con al menos dos impactos de bala en el pecho. A su vez, los peritos constataron que Ayala llevaba varias horas fallecida.

Luego de realizar un relevamiento de testimonios, los investigadores policiales y el fiscal Pablo Recchini identificaron como posible sospechoso del crimen a Rojas, quien era pareja de la víctima y al que se vio discutir con ella a la salida del boliche “Radio Studio” del barrio de Constitución, la madrugada del día del hecho.

La familia de la víctima contó a la prensa y a los investigadores que un comentario sobre una expareja de Ferni, realizado esa noche por un amigo de la víctima y que enfureció a Rojas, pudo ser el móvil del femicidio.

Algunos vecinos declararon que esa madrugada vieron llegar a la pareja a su casa del barrio Zavaleta, pero que luego Rojas salió solo del inmueble y se retiró en un auto.

Si bien se pensaba que el imputado, quien se dedicaba a prestar dinero, podía estar fugando en su auto, un Honda Civic blanco que tenía pedido de secuestro en todo el país, el vehículo apareció tres días más tarde estacionado en el cruce de las calles California y Santa Elena, en Barracas.

Si bien no existían denuncias previas de Ferni hacia Rojas por violencia de género, la familia de la víctima contó a la prensa que la víctima decía que el hombre era “muy celoso” y le revisaba el celular.

Además, una expareja del imputado que vive en el mismo edificio donde ocurrió el homicidio, declaró en el expediente que sufrió violencia física, psicológica y económica por parte del acusado.

Desde el principio de la investigación, la principal sospecha era que en las casi 24 horas que tuvo para huir desde que se cometió el crimen hasta que fue descubierto, Rojas, quien tiene recursos económicos porque se dedica a ser prestamista, había logrado refugiarse en Paraguay, su país natal, por algún paso clandestino o con documentación falsa.

Rojas Almada se transformó en uno de los prófugos más buscados por la justicia argentina, y a partir de los datos aportados por el Departamento Inteligencia Contra el Crimen Organizado de la PFA a Interpol Paraguay sobre líneas telefónicas, perfiles de redes sociales y vehículos, el fugitivo pudo ser detenido el 11 de julio último en la ciudad de Mariano Roque Alonso, donde ya había formado un hogar con otra mujer.





Fuente Telam