Aunque resulte curioso, puesto que protagonizó un blooper casi de principiante en las pasadas elecciones – cuando salió del cuarto oscuro con boletas en la mano y fue acusada de voto cantado -, la maquilladora, asesora, cosplayer y ahora diputada nacional electa de La Libertad Avanza, Lila Lemoine, comenzó a dar clases sobre cómo fiscalizar, de cara al balotaje del próximo 19 de noviembre.
A través de su canal de YouTube, la ladera del libertario Javier Milei comparte videos con ejemplos de cómo votar correctamente y explica los distintos métodos que derivarían en la anulación del voto. También, da consejos para fiscales y votantes.
La grabación de 4 minutos y 58 segundos comienza con el saludo de Lemoine. “Bienvenidos a este pequeño curso de capacitación para votantes y fiscales”, introduce la diputada nacional, que volvió a aparecer tras varias semanas en silencio por el ruido que originó cuando contó su proyecto sobre cómo renunciar a la paternidad.
Junto a la exmaquilladora, aparecen cinco actores para representar distintos roles: el votante, el presidente de mesa, los fiscales y el fiscal general. “Ahora les vamos a mostrar cómo es el voto exitoso, es decir, viene el votante y no pasa absolutamente nada malo”, explica Lemoine mientras comienza la actuación.
Tras eso se escucha su voz en off. “El votante llega, entrega su DNI al presidente de mesa, que debe cotejar que se encuentra en el padrón. La fiscal debe asegurarse de que la imagen del DNI corresponda a la que figura en el padrón. El sobre debe estar firmado por los fiscales y el presidente de mesa. En el cuarto oscuro elegís la boleta de quien querés votar, la metés en el sobre y lo cerrás. Lo revisan y lo colocás en la urna. Tu voto ya está hecho, te entregan el troquel y te retirás”, enumera.
Una clase, muchas dudas
Superada la explicación express sobre cómo votar, Lemoine ahonda sobre uno “de los fraudes más comunes”, al que denomina “voto en cadena”. Según explica, esto se da cuando el votante llega al cuarto oscuro e intercambia el sobre original por uno falso, se lleva el verdadero y coloca el fraguado en la urna. “Luego lo entregará a otros votantes para que puedan continuar la cadena”, indica. Entonces, les pide a los fiscales que estén atentos a que el sobre lleve sus firmas.
El mecanismo narrado por Lemoine no termina de entenderse. En realidad, el voto en cadena como se conoce tradicionalmente ocurre cuando una persona copia dentro del cuarto oscuro la firma del presidente y los fiscales, como también el sello, deposita en la urna el sobre recién confeccionado y se lleva el original, que luego le dará a una persona ya listo, a la que obligará así a votar a determinado partido.
“Este es el peor caso posible. Cuando vos querés ejercer tu derecho democrático y no te lo permiten”, afirmó Lemoine. “El votante ingresa en el cuarto oscuro y encuentra que las boletas están rotas, impugnadas o no hay”, agregó.
Luego, los actores hacen una representación de lo que sería ese momento y más tarde continúan las explicaciones de la diputada. “Es muy importante que el certificado de escrutinio lo firme cada uno de los integrantes de la mesa: los fiscales de los dos partidos y el presidente de mesa. Si tenés tu certificado sin la firma del presidente de mesa no te sirve para reclamara en el conteo definitivo. De esta manera te llevás tu certificado firmado y se puede cotejar cuando se haga el conteo que coincidan con lo que realmente pasó en el día de la jornada”, indica.
Para cerrar el video un hombre y una mujer que están con ella dan más consejos para los fiscales, y piden colaboración para esta tarea.
¿Blooper o impunidad libertaria?
El pasado 22 de octubre, día de las elecciones generales, Lemoine protagonizó una de las polémicas del día cuando salió del cuarto oscuro con una boleta de Javier Milei en la mano, y fue acusada de voto cantado.
Esta situación derivó en un escándalo, que incluyó gritos por parte de la ahora diputada hacia las autoridades de mesa, para exigirles que le dejaran introducir su voto en la urna.
Cabe destacar que según el Código Electoral ningún elector puede llegar a la mesa exhibiendo de modo alguno la boleta de sufragio, ni formulando cualquier manifestación que importe violar el secreto del voto.