Una semana después de las devastadoras inundaciones que arrasaron la ciudad libia de Derna y dejaron miles de muertos, los socorristas locales, apoyados por equipos extranjeros, continuaron el domingo la búsqueda de los cuerpos de las personas aún desaparecidas.
Los equipos de rescate, vestidos con trajes protectores y con mascarillas continúan con la ardua tarea de buscar supervivientes que puedan estar atrapados en el lodo o entre los edificios destrozados, los coches que fueron aplastados o bajo los árboles tumbados.
Las agencias de la ONU advirtieron que los habitantes de Derna, una ciudad de 100.000 habitantes, necesitan urgentemente agua potable, alimentos, refugio y suministros básicos ante el creciente riesgo de cólera, diarrea, deshidratación y desnutrición.
Mohammed Al Zawi, de 25 años, relató a AFP que la noche de la tragedia vio torrentes de agua que arrastraban autos con gente dentro, personas a la deriva en las aguas y objetos empujados por la corriente. “Todo fue a parar al mar”, contó.
El trabajo de los equipos de emergencia se ve obstaculizado por la división en el poder, con dos gobiernos enfrentados, uno en la capital Trípoli, que es reconocido por la ONU, y otros en el este, en la zona siniestrada.
Según un último balance del ministro de Salud del gobierno del este del país, Othman Abdeljalil, el desastre dejó 3.283 muertos, tras el descubrimiento de 31 cadáveres el domingo.
La Media Luna Roja Libia desmintió este domingo un balance emitido por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) de que hay 11.300 muertos, que citó como fuente datos de esta organización local.
“Nos sorprendemos de ver nuestro nombre envuelto en esas cifras. Se suman a la confusión, a la desesperación de las familias de los desaparecidos”, declaró a AFP desde Bengasi el vocero de la Media Luna Roja libia, Tawfik Shoukri.
Por otra parte cuatro miembros de un equipo de rescate griego murieron y otros 15 resultaron heridos, siete de ellos “en estado crítico”, en un “horrible accidente” de carretera cuando iban de Bengasi a Derna, indicó el ministro de Salud.