Ya sea un lunar mal colocado, una nariz demasiado larga o michelines… Todo el mundo tiene complejos físicos. ¡Incluso las estrellas! Si Laura Smet Nos parece perfecta con su mirada penetrante, su cabello radiante y su magnífica sonrisa, la hija de Johnny Hallyday y Nathalie Baye está lejos de amarse al 100%. ¡Difícil de creer, y todavía! En una entrevista con Madame Figaro, reveló la que recibió el premio Romy Schneider en 2004 la parte que menos le gusta de su cuerpo.
“Sé que nunca nos vemos tal como somos” declaró antes de admitir haber también « de los complejos ». Incluyendo uno en particular… « no me gusta mi nariz, por ejemplo. Con el tiempo aprendo a vivir con ello” revela tímidamente a la esposa de Raphaël Lancrey-Javal. Para sentirse bien consigo misma, la actriz de 39 años no duda en compartir sus consejos. « hago mucho deporteespecialmente caballos desde los 3 años. Hago meditación, yoga y pilates., lo que me permite controlar mi ansiedad. Practico yoga todos los días y Pilates en Studio Rituel en París. La meditación aporta una calma muy llamativa al rostro. Cuando no he dormido bien o estoy estresado, medito media hora con fragancias que me calman, como palo santo, e inmediatamente mis rasgos cambian. También trato de darme un masaje corporal una vez al mes”.especifica.
Laura Smet habla sobre cirugía estética
Para ella, es con los años que aprendemos a aceptarnos a nosotros mismos y a nuestro cuerpo. “A los 15 o 20 años no nos agradamos. A los 30, las cosas empiezan a mejorar. A partir de los 35 años se produce una especie de florecimiento”, explica la joven madre. Cuando se trata de cirugía estética, Laura Smet tiene su propia opinión y no teme decirla. « No estoy en contra de la medicina ni de la cirugía estética.. Para nada. Es útil. Da confianza. Pero cuando en mi casting veo chicas de 18 años que ya han sido rehechas, me entristece. No es que sea feo, es que parecen diez veces mayores. Qué pena ! Pero si a los 50 o 60 años sentimos la necesidad de hacer retoques, ¿por qué no? Simplemente no tiene que ser excesivo.. Como todo, por cierto”concluye.
Fuente Traducida desde grazia.fr