El decreto de necesidad y urgencia apunta a desregular un número impactante de actividades. Una de las que generó repercusiones importantes fue el capítulo de las comunicaciones. Se apunta a liberar los controles de los servicios de internet satelital “para permitir el ingreso de empresas como Starlink”. Se trata de la compañía del multimillonario Elon Musk, quien apuesta a ofrecer servicios de internet a escala global a través de una red de satélites que orbita la tierra. Competirá contra empresas como Personal dedicadas a la provisión de internet.

Entre otras de las consecuencias del decreto de necesidad y urgencia que intenta poner en marcha el oficialismo, aunque posiblemente encuentre fuertes resistencias a través de amparos, está la privatización de empresas públicas que vinculada al ámbito de las comunicaciones tiene como principal perla a Arsat, una empresa del Estado dedicada a dar soluciones satelitales. Se especula que está compañía está en el radar de grandes empresarios internacionales, entre los que figuran el mexicano Carlos Slim e incluso el propio Elon Musk.

Los analistas del sector ven venir cambios de jugadores importantes para el sector si se concretan los decretos. “La liberación de los servicios de internet satelital, anunciada por el presidente Javier Milei a través de cadena nacional, generará un cambio en el mercado de la comunicación en la Argentina y podría beneficiar a ciertos sectores productivos”, dijo Carlos Blanco, director de Análisis de Mercado de Dataxis para América Latina.

Sobre el posible arribo de la empresa global de servicios de internet por satélite fundada en 2015 por el magnate Elon Musk, como parte de su compañía espacial SpaceX, Blanco destacó que ello implicaría “un cambio para el mercado de la comunicación en Argentina”, aunque sería “una opción más” a las firmas que ya operan en el país. Comentó que Starlink “es una empresa joven a nivel mundial, pero ya logró alcanzar dos millones de accesos a nivel mundial, de los cuales alrededor del 10 por ciento corresponde a América Latina”.

Por el momento, Blanco remarcó que “a nivel global Starlink no ha reemplazado los sistemas satelitales, sino que encontró un nicho en segmentos específicos donde no hay conectividad o ésta es mala”. Se especula, no obstante, que le competirá por negocios y usuarios a otros grupos de presencia dominante en el mercado de internet como lo es el Grupo Clarín.

En los detalles sobre Starlink, ofrece un equipamiento para los usuarios. Por ejemplo, la antena tiene un valor base de 200 dólares, aunque algunos equipos más sofisticados pueden alcanzar a valer hasta 500 dólares. Por su parte, tienen una membresía que promedia 52 dólares mensuales. En un comienzo apuntaría a sectores del campo, minas y zonas pesqueras, en donde la señal de internet sea más débil. Pero luego se podría concentrar en zonas urbanas.

Volviendo al decreto de necesidad y urgencia, apareció nuevamente una de las promesas de campaña de Milei vinculadas con avanzar en la privatización de las empresas públicas. En el terreno de la tecnología y las comunicaciones, Arsat es claramente una de las principales apuntadas para pasar a manos de privados, es decir una pérdida estratégica para el Estado.

Si bien Arsat amplió fuertemente sus ingresos en los cuatro últimos años, con un crecimiento de más del 800 por ciento, el objetivo del nuevo Gobierno sería su venta a capitales privados. Además de tener tecnología de punta para la industria satelital, uno de los puntos que ansía el mercado es que cuenta con más de 40 mil kilómetros de fibra óptica y uno de los centros de datos más importante de la región Latinoamericana.



Fuente-Página/12