Los ánimos en ámbito rural están caldeados por una movida inédita. En medio del debate parlamentario por la Ley Ómnibus, que incluye un artículo de suba de retenciones a las economías regionales y a la agroindustria, la Mesa de Enlace capituló en su queja histórica contra el tributo, se reunió con el Gobierno, se sacó un foto y le dio el apoyo a la norma.
Naturalmente, esta situación disparó quejas internas, de las bases, y sobre todo de la industria aplicada al campo, que también está representada en las cuatro entidades que integran la Mesa, que precisamente se creó en 2008 para oponerse -cortes de ruta y tractorazos mediante- a la Resolución 125 que instauaraba retenciones móviles a la soja. Además, abre aún más la grieta entre el campo primario y los que agregan valor, y muestra que los productores primarios no parecen estar demasiado preocupados por las retenciones cuando no les afectan directamente a ellos.
Es que, según lo dispuesto por el gobierno de Javier Milei, las retenciones suben de 31 a 33 por ciento para los derivados de la soja (harina y aceite) y del 0 a 15 para todas las economías regionales excepcto para el vino, que va de 0 a 8 puntos. En este contexto, dos de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace, Sociedad Rural y Coninagro, mantuvieron un encuentro con el secretario de Medios, Eduardo Serenellini, que ya en el ambiente llaman “el fotógrafo”, porque se encarga personalmente de exponer en imágenes cada una de las reuniones que mantiene, algo que no hace casi ninguno de los ministros de las diferentes áreas.
Por SRA participaron Nicolás Pino, su presidente y los directivos Carlos Odriozola y Eloisa Frederking. Mientras que en la reunión con Coninagro fueron de la partida su titular, Elvio Laucirica, y otras segundas líneas. Ambos encuentros fueron retratados con imágenes, con la contridicción de que la reunión de apoyo a la ley fue con un secretario de Medios y no con Fernando Vilella, el secretario de Bioeconomía, uno de los que dentro del gobierno desprecia la suba de retenciones. Un dato extra: la foto incluyó un breve comunicado que envió el Gobierno y en el cual se especifica que todos los presentes “manifestaron la importancia de comunicar los aspectos más relevantes de las normativas laborales incluidas en la Ley Bases y el DNU”. Pero la reforma laboral no fue el tema central, y en esos encuentros nadie planteó con fuerza la necesidad de no subir los derechos de exportación. “Se quejaron más cuando Massa les bajó a cero las retenciones a la economías regionales que ahora, que se las suben”, dijo un ruralista pícaro a este diario, graficando que este alza, con otro gobierno, hubiera significado una salida a las rutas.
Según supo este diario, Serenellini les pidió un apoyo fuerte y las entidades dieron todo y más. Se comprometieron a “no sacar comunicados en contra del Gobierno”, este compromiso partió, además, de Pino, de la SRA. “Nos entregaron, es de no creer”, dijo un ruralista de Córdoba, miembro de Confederaciones Rurales, a este diario. La entidad, que junto a Federación Agraria no estuvieron reunidos con el Gobierno, se quejó sin embargo de que no los convocaron al diálogo y hasta emitió un comunicado lavado por la ley de semillas, evadiendo la cuestión de las retenciones. Cabe recordar que CRA fue otra de las más opositoras a las subas de ese tributo.
La agroindustria no vende
En la otra esquina, hay dos sectores que están manteniendo reuniones con diputados de la oposición para tratar de explicarles el impacto negativo que tendrá el alza de retenciones. Uno son las economías regionales y el otro la agroindustria. “Mientras ellos se hacen los boludos, nosotros estamos acá, se ve que se olvidaron de protestar”, contó a este diario un empresario del sector del maní, al que le cobrarán 15 puntos de retenciones.
Por su lado, el sector agroindustrial ya tiene un informe que mide no sólo el impacto en la demora de liquidación de granos, sino también el menor dinero que recaudará el Gobierno por la baja en las exportaciones. El trabajo, al que accedió este diario, detalla que si se concreta la intención del gobierno de aumentar las retenciones de la Harina de Soja y Aceite de Soja (del 31% al 33%), “el ingreso de divisas 2024 podría verse reducido en u$s 2,294 mil millones y el ingreso fiscal por recaudación de las retenciones podría caer en u$s 452 millones”.
Este dato no es menor, porque sin plata del Fondo Monetario, el Gobierno precisa como agua los dólares de las liquidaciones del agro, que recortarán más de la mitad los ingresos habituales.
El vino alerta que Chile les come el negocio
Mientras la Mesa de Enlace se desentiende del reclamo, los bodegueros aseguran que están en una situación límite con el tema retenciones, y alertaron ante este diario que, en breve, Chile terminará quedándose con los mercados argentinos.
Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina (el mayor grupo de productores y exportadores nacionales), explicó ante este diario que con la decisión de subirles al 8 las retenciones “se rompe todo el sector porque el negocio se lo va a quedar chile. Sin retenciones y con los aumentos que existen a hoy de insumos, en un mes estamos con rentabilidades negativas”.
Además, el empresario advirtió que “es irreal que la devaluación nos duplicó la ganancia. Los números son todos finitos. Ya nos cobran un pseudo derecho de exportación en promedio del 5% al no tener ni un acuerdo de libre comercio. Chile tiene 65 mercados a los que entra sin arancel”. En esa línea, consideró que “si nos ponen el 8% no vamos a poder vender y el negocio se lo quedará Chile. Y el vino, cuando nos compran, es una compra artesanal que lleva años de gestionar una venta. Si no dan los números se dejará de vender y se romperá todo el sector”.