La gestión del PRO en la Ciudad de Buenos Aires lleva 16 años, y la creación de la fuerza policial porteña 15, pero lo que no cambian son las prácticas: persecusión sobre los vendedores ambulantes. En la tardel miércoles, en el cruce de las avenidas San Juan y Entre Ríos, el flamante jefe de la Policía de la Ciudad, Diego Kravetz, tuvo su debut en esta política de seguridad porteña, seis oficiales contra un vendedor de masitas. 

“Quedate quieto, quedate quieto”, lo amenaza un policía de la Ciudad al vendedor ambulante, mientras lo tiene sujetado contra las rejas de la esquina del barrio de Constitución frente al Banco Nación. “Me quedo quieto, me estás lastimando”, le responde el hombre tratando de calmar al policía. 

La reacción desmedida generó que varias personas comenzaron a rodearlo, a fimarlo y exigir que soltara al hombre, pero la respuesta policial sumó a un segundo efectivo que decidió tomarlo por el cuello, amenazando con asfixiarlo. “No me toques, no le estoy haciendo nada”, respondía el segundo policía a la gente que reaccionó insultando y marcándoles que estaban cometiendo un abuso.  

A pesar de los reclamos, el operativo policial contra el vendedor de masitas siguió con más efectivos: fueron un total de seis los que llegaron a la esquina de Entre Ríos y San Juan para terminar inmovilizando al hombre en el pisto, maniatándolo e incluso apoyándole una rodilla sobre la espalda para aprisionarlo contra el suelo. 

La imagen recordó al episodio ocurrido el 10 de agosto pasado, cuando durante un acto pacífico de las organizaciones Votamos Luchar y Rebelión Popular, terminaron con una represión y la detención en el lugar del fotógrafo y militante Facundo Molares. El exceso de aquella detención fue tal que los manifestantes advirtieron que Molares estaban teniendo una descompensación para intentar frenar a los policías, que continuaron con su violenta intervención. El militante intentó luego ser reanimado por el propio personal policial y fue trasladado por el Same al Hospital Ramos Mejía, donde murió.  

La lista de persecusión y abusos de la Policía de la Ciudad en la vía pública es larga, en particular contra los vendedores ambulantes y las colectividades de migrantes, y no promete moderarse en la gestión de Jorge Macri con Kravetz al frente de la fuerza porteña y Waldo Wolf como ministro de Justicia y Seguridad. 

Macri, al presentar esta semana al ex intendente interino de Lanús, aseguró que su gestión trabajará junto al Gobierno nacional –donde Patricia Bullrich encabeza el Ministerio de Seguridad– “para dejar de lado la lógica de la prepotencia en el uso del espacio público”. Hablaba de quienes se manifiestan en reclamo de sus derechos, no de los oficiales de la Policía de la Ciudad que persiguen a trabajadores de la economía informal. 



Fuente-Página/12