Patricia Bullrich tuvo un encuentro con Mauricio Macri del que dijo bien poco. En las últimas horas, sumó frases públicas en las que da a entender que las cosas no están demasiado bien con el ex presidente, quien tuvo gestos hacia Javier Milei. Primero, la candidata presidencial dijo que estaba presentando a las “nuevas caras” de Juntos por el Cambio, de las que ella -aseguró- es la líder. Y luego sentenció: “No tenemos que estar más presos de Macri”. Así graficó el frío que corre entre ellos por estos días en los que Macri no aclara que no acompañará un gobierno de Milei.
El encuentro entre ambos ocurrió la semana pasada en Acassuso. Muy poco quisieron dejar trascender de cómo fue esa reunión y en qué términos concluyó. Cuando le preguntaron en alguna entrevista, Bullrich se limitó a responder, seca: “Fue una reunión de trabajo”. Y cuando le insistieron si Macri iba a formar parte de su campaña, sorprendió con un “no hablamos del tema”. Muy pocas ganas de blanquear lo que se habló en ese encuentro con Macri. Esto puede deberse a dos motivos: a una pelea con el ex presidente o que Bullrich no quiere perder centralidad.
Presa de Macri
Hace tiempo que Bullrich se quiere autonomizar de Macri: la idea de no tenerlo presente en la campaña es preexistente a las PASO y al advenimiento de Milei. También antecede a los conqueteos de Macri con el candidato de La Libertad Avanza.
Este lunes, en un día en el que Bullrich tenía previsto mostrar a sus equipos de gobierno, sorprendió con una frase que dio una idea de cómo están las cosas con el ex presidente: “Nosotros hemos estado siempre presos en Juntos por el Cambio
de ‘qué iba a hacer Macri’ y me parece que no tenemos que estar más
presos, Macri hace lo que él considera que tiene que hacer, nosotros
tenemos que liberar a todo Juntos por el Cambio y que Mauricio se
acomode cómo él crea que se debe acomodar”, afirmó. No fue precisamente una muestra de la confianza que tiene en que Macri no se vuelque por Milei tarde o temprano.
Lo peor es que esa respuesta surgió de una pregunta por las idas y vueltas de Macri con el economista de ultraderecha: “Si alguien no quiere estar en el andarivel de Juntos por el Cambio, es su decisión, pero no creo que Macri esté en esa posición”, planteó Bullrich, que se mostró visiblemente enojada. En su entorno, aseguran que no es un enojo con Macri sino con quienes le preguntan insistentemente qué piensa Macri en lugar de preguntar qué piensa ella. Bullrich quiere que dejen de tratarla de vocera de Macri, dicen.
Ahora bien, está claro que en el entorno de Bullrich hubieran preferido una desmentida del propio Macri cuando Javier Milei dijo que le iba a ofrecer un lugar en su gobierno. Se tuvieron que contentar con que lo aclarara Fernando de Andreis. También hubieran preferido que fuera menos ambiguo sobre un eventual apoyo a Milei en segunda vuelta. Por no hablar de las versiones que circulan entre empresarios, según las cuales Macri ya piensa que puede gobernar a través de Bullrich o de Milei.
Macrismo sin Macri
Bullrich había dicho que estaba presentando “un nuevo Juntos por el Cambio, con una nueva cara y una nueva propuesta”. “Estamos armando un nuevo Juntos por el Cambio, que es lo que realmente salió de esta elección”, aseguró y sus palabras elogiosas fueron para el gobernador electo de Chubut, Ignacio Torres, “que tiene 35 años, es un muchacho joven”, y al radical Maximiliano Pullaro, que viene de ganar las PASO para gobernador de Santa Fe (aunque ella había apostado por su contrincante)
“Vamos a ser una selección de gente que va a ser la nueva cara de Juntos por el Cambio”, aseguró, sin mencionar ni una vez a Macri. El ex presidente se preocupaba por el “parricidio” que podía acometer Larreta si ganaba la interna, ahora puede que lo sufra de su lugarteniente.
De hecho, mucho más explícito es el candidato a gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio cuando se refiere al tema: afirma que “Bullrich tiene hoy un liderazgo claro y no va a admitir un doble comando”. Una suerte de macrismo sin Macri.
Rodeada de macristas
No obstante, en la presentación de los equipos de gobierno de Bullrich sobresalieron ex funcionarios, justamente, del gobierno de Macri, lo cual desvirtúa un poco lo de la “nueva” cara de JxC. Entre los economistas estuvieron Hernán Lacunza (que ya fue ministro de Economía) y Luciano Laspina (Carlos Melconián estaba de viaje), a los que se sumaron Martín Tetaz y Ricardo López Murphy.
Para el área de Defensa presentó a Miguel Ángel Pichetto, ex compañero de fórmula de Macri en 2019, aunque ese lugar se lo puede llegar a disputar López Murphy. Para Energía, postuló a Javier Iguacel, que ya cumplió funciones en el gobierno de Macri y para Modernización, a Andrés Ibarra, que hacía eso mismo con el ex presidente. Es decir, que sus equipos provienen en buena parte del gobierno anterior.
En Cancillería mostró a Federico Pinedo, para Desarrollo Social le ofreció un lugar a Joaquín de la Torre, y en Educación sumó al radical Fabio Quetglas. En un gesto al larretismo, el área de Género quedó en manos de Silvia Lospennato. Y como su vocero mostró al ex procurador (sí, también con Macri) Bernardo Saravia Frías. Esto no significa, vienen aclarando en el entorno de Bullrich, que ya estén definidos como ministros.