La Asamblea General de la ONU aprobó este viernes por amplia mayoría una resolución que pide “el cese de hostilidades” en la Franja de Gaza, la primera que adopta un organismo de la ONU tras cuatro intentos fallidos del Consejo de Seguridad desde la escalada de violencia entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).

El dictamen obtuvo 120 votos a favor, 14 en contra y 45 abstenciones. Fue rechazado por EE.UU., Israel y otros países aliados como Paraguay, Guatemala y algunos Estados del Pacífico, pero obtuvo la aprobación del mundo árabe, Rusia y China. La Unión Europea se mostró muy dividida: Francia y España votaron a favor; Hungría y Austria en contra, mientras que Italia, Países Bajos, Rumanía y Polonia se abstuvieron al igual que Reino Unido, país que había mostrado coincidencia casi total con la postura norteamericana respecto al estallido de la guerra.

El debate por la letra chica

En las horas previas a la votación, Canadá y EE.UU. trataron de introducir una enmienda adicional al texto que incluyera una condena expresa a los atentados del brazo armado de Hamas en Israel, pero fracasaron en otra votación por alcanzar solo 88 votos a favor, menos de los dos tercios requeridos.

El representante de Pakistán, Munir Akram, que tomó la palabra antes de producirse las dos votaciones, explicó que la enmienda estaba injustificada porque la resolución ya era fruto “de un acto deliberado de moderación por parte de los copatrocinadores” de la resolución, que evitaron culpar por su nombre a Hamas o a Israel, y por ello consideró que sería injusto nombrar solo a una de las partes.

La resolución no tiene carácter vinculante, como ninguna de la Asamblea General, pero recoge el sentir general de que, más allá de las causas de la guerra –ya sean los ataques de Hamas más inmediatos o “los 56 años de ocupación”, como dijo el secretario general de la ONU, António Guterres–, el mundo espera señales de apaciguamiento. Es decir, la votación tiene un peso político importante al mostrar la postura de la comunidad internacional en su conjunto.

El texto votado había surgido del representante de Jordania y fue experimentando modificaciones a lo largo de la semana para eliminar la frase “alto el fuego” –que es objeto de oposición por parte de Israel y EE.UU.– y reemplazarla por “una tregua humanitaria inmediata, sostenible y duradera que conduzca a un cese de hostilidades”.

La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, declaró que era indignante que la resolución no nombrara a Hamas ni exigiera la liberación de los 229 rehenes en sus manos y que por eso no la apoyaría. EE.UU. ya vetó una resolución en el Consejo de Seguridad por no incluir un llamamiento expreso al derecho a la autodefensa de Israel; más tarde, otra resolución fue vetada por Rusia y China por no incluir un llamado claro al alto el fuego, lo que en conjunto tuvo al Consejo maniatado durante dos semanas.

Reacciones tras la votación

La Liga Árabe celebró la aprobación de la resolución. “Acojo con satisfacción la decisión de la Asamblea General de pedir una tregua humanitaria inmediata en Gaza. Esto es lo que dice actualmente la opinión pública internacional”, expresó el secretario general del organismo panárabe, Ahmed Abulgueit en la red social X. También deseó que “no se pierda mucho tiempo ni muchas vidas hasta que se implemente lo incluido en la decisión”.

El embajador israelí Gilad Erdan –que el martes pidió la dimisión del secretario general António Guterres por su presunta parcialidad propalestina– expresó descalificaciones contra toda la ONU, una institución que para él “ya no tiene una pizca de legitimidad o relevancia”. Hoy es un día oscuro para la ONU y para el género humano porque la mayoría de la comunidad internacional demostró que prefiere defender a los nazis terroristas de Hamas, antes que al Estado de Israel que cumple las leyes para defender a los civiles”, indicó.

Erdan además dijo que el documento aprobado es ridículo y terrible, y que su objetivo es hacer que Israel deje de defenderse. Tampoco tuvo reparos en afirmar que “Israel está siguiendo de cerca la situación en Gaza y sabemos que no hay crisis humanitaria según la ley internacional”, en contradicción con todos los informes de la ONU. Y acusó a la comunidad internacional de dar por buenas todas las versiones de Hamas de lo que allí sucede: “Y siguen repitiendo sus mentiras. ¿No les da vergüenza?”, preguntó a los delegados.

El ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, subrayó también su rechazo. “Rechazo rotundamente el despreciable llamado de la ONU a un alto el fuego. Israel tiene la intención de actuar para eliminar a Hamás como el mundo actuó contra los nazis y el ISIS (Estado Islámico)”, afirmó el jefe de la diplomacia israelí en sus redes sociales.



Fuente-Página/12