El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, defendió la labor del organismo que da ayuda a cientos de miles de palestinos y prometió hacer rendir cuentas al personal acusado de participar del ataque de Hamas que desató la ofensiva de Israel en Gaza. La disputa en torno a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) coincidió con informes de prensa sobre gestiones en Europa de funcionarios de primer nivel de Estados Unidos, Israel y países árabes de Medio Oriente, reunidos en busca de que el Ejército israelí haga una pausa en su ofensiva en la Franja a cambio de la liberación de los rehenes de Hamas.

La defensa de Guterres

En un comunicado, Guterres advirtió que la UNRWA se vería obligada a reducir la ayuda a más de dos millones de palestinos desde febrero si más países se suman a Estados Unidos y otros ocho que suspendieron su financiación al organismo, tras conocerse las acusaciones contra varios de sus miembros por los ataques de Hamas en Israel. Guterres urgió “a los gobiernos que suspendieron las contribuciones a, por lo menos, asegurar la continuidad de las operaciones de la UNRWA”. 

El secretario general de la ONU confirmó que las “acusaciones extremadamente graves” sobre 12 empleados de la UNRWA estaban siendo investigadas internamente. La agencia despidió a nueve de ellos, uno fue “confirmado muerto” y las identidades de otros dos, estaban “siendo esclarecidas”. “Los presuntos actos abyectos de estos empleados deben tener consecuencias”, pero no deben penalizar “a las decenas de miles de hombres y mujeres que trabajan” para la agencia de la ONU, subrayó Guterres.

El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, acusó a Guterres de ignorar “las pruebas” de la implicación de la UNRWA en la “incitación y el terrorismo”. Hamas denunció las “amenazas” israelíes contra la agencia de la ONU. En Cisjordania ocupada, la Autoridad Palestina criticó una campaña para “liquidar la cuestión de los refugiados palestinos”.  Irán fue un paso adelante al sostener que los países occidentales deberían suspender su ayuda armamentística a Israel, en lugar de suspender la financiación a la UNRWA.

La agencia de Naciones Unidas amplió sus operaciones durante el conflicto entre Israel y Hamas y gestiona refugios que albergan a cientos de miles de palestinos desplazados por los combates. Las relaciones tensas entre Israel y la UNRWA se deterioraron desde que la ONU denunció un ataque, el miércoles pasado, contra un refugio de desplazados en Jan Yunis, principal ciudad del sur de Gaza y actual epicentro de la guerra. Los hospitales Nasser y Al Amal de Jan Yunis están prácticamente sin condiciones de atender pacientes y bajo intensos ataques.

El Ejército israelí acusa a Hamas de operar desde túneles debajo de los hospitales de Gaza, algo que el grupo niega. Los combates obligan a los palestinos a huir más al sur, a Rafah, cerca de la frontera con Egipto, donde según la ONU se concentran 1,3 de los 1,7 millones de desplazados en “condiciones de desesperación”. Las calles por donde se deslizan las aguas residuales están abarrotadas de cientos de miles de tiendas de campaña, refugios insuficientes frente a las lluvias torrenciales que cayeron en los últimos días.  

Conversaciones sobre una tregua

En el frente diplomático continúan los esfuerzos a favor de una tregua. El jefe de la inteligencia estadounidense, William Burns, se reunió este domingo en París con altos cargos de Israel y Egipto, y con el primer ministro de Qatar, en busca de un alto el fuego, indicaron fuentes próximas a los participantes. Qatar, Egipto y EE.UU. ya intervinieron en la negociación de una tregua instaurada a finales de noviembre, que permitió la liberación de un centenar de rehenes a cambio de prisioneros palestinos. 

La reunión fue “constructiva”, afirmó la oficina del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, agregando que todavía había “desacuerdos” entre las partes, que “seguirán discutiendo esta semana en otras reuniones”. Según las autoridades israelíes, 132 secuestrados siguen retenidos en el territorio palestino, de los cuales se cree que 28 están muertos. 

El diario New York Times informó sobre un posible proyecto de acuerdo para que Israel suspenda su guerra en Gaza por dos meses, a cambio de la liberación de más de 100 rehenes. El domingo por la mañana un grupo de israelíes se manifestó en el punto de paso de Kerem Shalom, cerca de Rafah, para reclamar la liberación de rehenes, obligando a los camiones con ayuda humanitaria a dar media vuelta hacia el territorio palestino. Según los manifestantes, el ingreso de esa ayuda contribuye a que la guerra continúe.

Siguen los ataques a Jan Yunis

El Ejército israelí informó que se desarrollan “intensos combates” con las milicias islamistas en el área de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, y afirma que destruyó un túnel en el norte del enclave. En otros operativos en Jan Yunis, bastión de Hamas, las fuerzas especiales “eliminaron a varios terroristas” y localizaron armas. En otra operación cerca de Jan Yunis, dos milicianos murieron en un ataque de un avión de combate de la Fuerza Aérea.

Al menos 165 gazatíes murieron y 290 resultaron heridos en las últimas 24 horas en toda la Franja de Gaza por bombardeos israelíes. En el día 114 de la ofensiva militar israelí sobre el enclave ya se registran 26.422 muertos y más de 65 mil heridos, además de unos ocho mil desaparecidos bajo los escombros, según el último recuento del ministerio de Salud de Gaza.

El hospital Nasser en Jan Yunis –el principal de todo el sur del enclave– está a punto de quedar fuera de servicio. El ministerio de Salud local alertó que escasean las reservas de unidades de sangre, que solo queda combustible para alimentar los generadores para cuatro días y que los tanques de agua están dañados por la metralla de los ataques israelíes, generando escasez de agua y filtraciones en el edificio.

El sábado por la noche 150 cadáveres tuvieron que ser enterrados en una fosa común en el patio del hospital, ante la dificultades para salir de él por el asedio de casi una semana impuesto por tropas israelíes. En Jan Yunis también está bajo asedio militar el hospital Al Amal, gestionado por la Media Luna Roja palestina, y donde no se pueden llevar a cabo operaciones quirúrgicas ante la falta de bombas de oxígeno.

La agencia oficial de noticias palestina Wafa informó de la muerte de decenas de civiles en ataques aéreos y de artillería tanto en Jan Yunis como en ciudad de Gaza, donde los aviones de combate israelíes atacaron una residencia familiar de la familia Salmi en el barrio de Zaytun matando a ocho personas. Wafa también señaló que hubo ataques de artillería de las fuerzas israelíes contra una vivienda civil en el barrio Jura al Aqad, en el oeste de Jan Yunis.

Tanto el ministerio gazatí como la ONU alertan sobre un riesgo de hambruna en la Franja, que ya afecta a 800 mil personas. Casi dos millones de personas, el 90 por ciento de la población de la Franja, están desplazadas por los bombardeos. Más de 65 mil viviendas fueron destruidas o quedaron inhabitables y unas 290 mil sufrieron daños.





Fuente-Página/12