La inflación del mes de septiembre alcanzó al 12,7 por ciento, según el informe que brindó el Indec este jueves, a diez días de las elecciones presidenciales. Más allá de que se esperaba un elevado nivel de aumento de los precios, fue una muy mala noticia para el ministro de Economía y candidato a presidente por el oficialismo, Sergio Massa. Porque el registro resultó inclusive peor al de agosto (en tres décimas), mes en el que impactó la devaluación del lunes posterior a las PASO, el día 14, con un salto en el universo de precios mayoristas y minoristas que se concretó de inmediato. Y si bien se esperaba un efecto “de arrastre” de aquel aumento sobre la medición de septiembre, no muchos habrán esperado que “el efecto arrastre” diera un aumento del índice peor que el resultante del “impacto pleno” original.
Como fuera, la cartera económica y el candidato debieron hacer frente a la última medición de precios difundida antes de las elecciones que arroja: un aumento del 26,7 por ciento en dos meses, del 103,2 por ciento en los primeros nueve meses del año y del 138,3 por ciento en los últimos doce meses.
Más allá de que el argumento central del Palacio de Hacienda para explicar el salto inflacionario es “la devaluación que impuso el Fondo Monetario” en agosto, admiten que la evolución esperada de la suba de precios tampoco trae buenas noticias, aunque pueda tender a estabilizarse varios escalones por debajo del que definió la variación del IPC en agosto y septiembre. Concretamente, esperan que la inflación de octubre, cuya medición oficial recién se conocerá a mediados de noviembre, arroje un número menor al 10 por ciento y quizás más cerca del 8.
“Una inflación del 7,5 o el 8 por ciento sigue siendo muy alta, pero es prácticamente la mitad de la que tuvimos en el pico que provocó la devaluación”, comentó una voz muy cercana al ministro. Según la medición semanal que realiza la Secretaría de Política Económica del Palacio de Hacienda, con una metodología diferente a la del Indec “pero con resultados compatibles”, en las últimas semanas (segunda mitad de septiembre y primeros días de octubre) la inflación “tendió a estabilizarse” en un rango cercano al 7,5 por ciento mensual.
“Si este nivel se mantiene en las últimas dos semanas del mes, y no hubo un efecto de precios por la corrida cambiaria de esta semana y la anterior, que por ahora no observamos, estaríamos manteniendo una inflación mensual en ese rango”, se señala.
Esto es: se evitó la escalada inflacionaria después de la devaluación (hacia una híper, habían pronosticado algunos), el ritmo de aumentos bajó del rango inicial (Economía define ese rango “del 13 al 15 por ciento”, tomando en cuenta lo sucedido en la segunda quincena de agosto y primera mitad de septiembre) pero, a la vez, “el retroceso” de la inflación tiene un piso del 7,5 por ciento. “Por ahora”, agregan.
Los ejes del aumento
El aumento de precios al consumidor del 12,7 por ciento en septiembre se asienta en variaciones fuertes en algunos de los rubros con mayor peso en el presupuesto de los hogares. Alimentos y bebidas no alcohólicas registró un incremento de precios superior al de la inflación promedio: 14,3 por ciento, tras un aumento del 15,6 por ciento en agosto. El rubro acumula un alza de precios del 150 por ciento en doce meses.
Los productos con mayor incidencia en la suba del rubro Alimentos fueron la Carne y sus derivados, Pan y cereales, y Frutas. Pero hubo también una gran variedad de productos de almacén con valoraciones notables en el mes. Jamón cocido, salame y salchichón entre los fiambres y embutidos; manteca y huevos, pollo, arroz blanco simple y sal fina, son los renglones que registran aumentos en septiembre entre el 17,7 y el 26,4 por ciento en relación al mes pasado.
El seguimiento de precios que realiza el equipo de Sergio Massa indica que los cortes de Carne siguen aumentando y que el rubro Alimentos, en general, mantiene un nivel de aumentos elevado en el mes de octubre.
Según el seguimiento que realiza el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) sobre el precio de la carne, “el rubro nuevamente tuvo centralidad (en los aumentos de precios), incrementó sus valores casi 20 por ciento en mostrador, a pesar de que la hacienda viva disminuyó su precio”. Un comportamiento de precios, entre distintos eslabones de la cadena, absolutamente inusual.
Agrega el informe de CEPA que “las verduras mostraron un incremento moderado de 4,2 por ciento en el segmento mayorista, pero las frutas aumentaron sensiblemente sus precios: 21,1 por ciento”.
El rubro que encabezó las alzas en septiembre, por encima de Alimentos, fue Prendas de vestir y calzado, con 15,7%. Según la explicación oficial, por el impulso del cambio de temporada.
Le siguió Recreación y cultura (15,1%), principalmente por la suba en los servicios de televisión por cable, indicó el organismo a cargo de Marco Lavagna. El rubro Restaurantes y Hoteles sostiene un crecimiento elevado de la pospandemia en adelante, registrando en septiembre otro aumento del 13,2 por ciento. En términos anuales, ya supera el 161 por ciento.
El rubro Transportes, si bien tuvo un aumento que se quedó por debajo de otros rubros, mantiene un nivel elevado: 10,8 por ciento en septiembre. El Indec señala que dicho incremento muestra el impacto derivado del cambio de precios en pasajes aéreos, vehículos, subte y el de los combustibles (empresas que incumplieron el acuerdo de congelamiento de precios). Transportes de colectivos del área metropolitana y trenes mantuvieron congeladas sus tarifas en septiembre. No así otros servicios de autotransporte de pasajeros en el interior del país.