El Foro Económico Mundial ha publicado su Informe de Riesgos Globales cada año durante casi dos décadas. La 19.ª edición anual enumera una nueva amenaza mundial y dedica una sección completa a sus innumerables implicaciones: la inteligencia artificial.

El informe del WEF rastrea los riesgos más graves que podemos enfrentar durante la próxima década, que incluyen el cambio climático, los cambios de poder geopolítico, la migración humana y la aceleración tecnológica. En general, dice la edición de 2024, hay “una perspectiva predominantemente negativa para el mundo durante los próximos dos años que se espera que empeore durante la próxima década”.

Pero la IA, y la tecnología en general, aparecen a lo largo del informe, especialmente cuando se habla de “polarización social”, que ascendió a uno de los tres riesgos principales y ocupó el noveno lugar entre las amenazas a largo plazo. “A medida que crece la polarización y los riesgos tecnológicos siguen sin control, la 'verdad' se verá presionada”, advierte el informe.

La IA está en todas partes

El informe del WEF profundiza en las diversas implicaciones de la IA en todos los ámbitos. En el ámbito de la atención sanitaria, genera alarma sobre el uso ético de los datos, al señalar posibles sesgos en la I+D médica que favorecen a las poblaciones más ricas. “Las nuevas soluciones sanitarias y el diagnóstico temprano, la investigación y el desarrollo médicos podrían orientarse hacia los ricos”, señalan los autores, reflejando muchas de las críticas dirigidas a los líderes multimillonarios del movimiento de la longevidad.

“[A] La combinación de herramientas de IA podría permitir la creación de armas biológicas más específicas y severas”, añade el informe.

Esto refleja preocupaciones más amplias sobre la profundización de las disparidades económicas por parte de la IA, especialmente entre países de altos y bajos ingresos.

La computación cuántica, otra frontera con gran presencia de IA, también se señala como un potencial disruptor, que amenaza el régimen tecnológico actual y presenta importantes riesgos de seguridad. Mientras tanto, en el ámbito de la geopolítica, la creciente integración de la IA en aplicaciones militares ejercerá presión sobre la ética y los derechos humanos, particularmente en lo que se refiere a los sistemas de armas autónomos.

“La computación cuántica podría romper y rehacer los monopolios sobre el poder de cómputo, planteando riesgos radicales en su desarrollo”, dice el informe. “Los actores criminales ya han lanzado ataques de recolección (también conocidos como 'almacenar ahora, descifrar después' o ataques SNDL) en anticipación de una computadora criptográficamente significativa”.

Gran parte de las advertencias del WEF sobre la IA estaban relacionadas con deepfakes. Con el crecimiento explosivo del contenido generado por IA, discernir la realidad de la ficción se ha convertido en un desafío formidable. La desinformación y la desinformación introducidas a través de “contenido falso, impostor, manipulado e inventado” se catalogan así como riesgos globales por su capacidad de cambiar “la opinión pública de manera significativa hacia la desconfianza en los hechos y la autoridad”.

El informe también destaca el impacto de la IA en el mercado laboral mundial, prediciendo perturbaciones significativas en varios sectores.

Este tema específico ha sido bastante controvertido en diferentes industrias. Desde el entretenimiento hasta la investigación científica pura, la rápida sustitución de los humanos por la IA ha provocado una situación laboral global que algunos expertos creen que podría tener un grave impacto en las generaciones futuras. Si bien la IA puede crear nuevas oportunidades laborales, señala el WEF, también podría provocar pérdidas sustanciales de empleos, exacerbando la inestabilidad económica.

El WEF pide una mayor concienciación y educación pública sobre la IA y su regulación para abordar estos riesgos.

El FEM no está solo

La IA se ha convertido en un tema de intenso debate y preocupación entre los líderes mundiales. La reciente declaración internacional sobre la seguridad de la IA, firmada por líderes de 29 países y la UE en Bletchley Park, subraya la urgencia ampliamente reconocida de gestionar esta tecnología emergente.

El Reino Unido, que ha elegido un camino diferente, ha anunciado que no regulará la IA en un futuro próximo, priorizando la innovación sobre las restricciones. Pero recientemente comenzó a investigar si la asociación OpenAI-Microsoft podría violar las leyes antimonopolio. De hecho, el informe del FEM advierte sobre una concentración de poder tecnológico, lo que refleja las preocupaciones planteadas por el Secretario General de la ONU, António Guterres. Advirtió el año pasado que “la experiencia en IA se concentra en un puñado de empresas y países”, lo que podría profundizar las desigualdades globales y transformar las “brechas digitales en abismos”.

Editado por Ryan Ozawa.

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Fuente Traducida decrypt.co