Juan Falú, guitarrista y autor que no cesa de poner su talento y su cuerpo al servicio de ahondar el cauce de la música popular argentina, celebra este martes 75 años en plena y valiosa actividad.
Nacido en Tucumán, el artista viene de despedir el último domingo la 29° edición del Festival Guitarras del Mundo que dirige artísticamente y donde además pone en práctica otros gestos que lo definen arriba y debajo de los escenarios: la curiosidad, encontrarse, difundir y compartir.
La gestión de esa cita de prestigio mundial para el instrumento que se despliega por todo el país de la mano de la red sindical de la Unión del Personal Civil de la Nación, habla en tiempo presente de una voluntad que tuvo una expresión sublime a mediados de los ’90 cuando junto a la pianista Hilda Herrera sostuvo en el Centro Cultural San Martín el ciclo “Maestros del Alma”.
El valioso espacio reconoció en vida a grandes figuras de la cultura popular como Gustavo “Cuchi” Leguizamón, Horacio Salgán, Rolando “Chivo” Valladares, Atahualpa Yupanqui, Sebastián Piana, Cuchi Leguizamón, María Elena Walsh, Adolfo Ábalos, Carlos García y Virgilio Expósito.
En constante y pasional actividad Falú abraza otras áreas al incluir la formación y la docencia (también como creador de la carrera oficial superior de Tango y Folclore del Conservatorio Manuel de Falla) y proponer un territorio sonoro donde la excelencia no precisa colgarse el rótulo de “música académica” porque el modo de abordar lo popular –con su hondura, memoria y complejidad- así lo requiere y se aprecia.
A la vez que sostiene la experiencia histórica y política de “Mojones” (propuesta con música propia y textos de Teresa Parodi) que ambos comparten con Liliana Herrero, Juan dedicó buena parte de este año a darle relevancia al centenario de su tío, guitarrista y compositor como él, Eduardo Falú.
Lejos de desligarse de la exaltación de ese legado, en 2023 concretó su 34° gira europea, regresó al Festival Nacional de Folclore de Cosquín en un concierto junto a Jairo y Horacio Lavandera y sumó actuaciones varias con, entre más, Nadia Szachniuk, Marcelo Moguilevsky, Ernesto Méndez, Florencia Bernales y su co-provinciano Edgardo Cardozo quien desde Bélgica urdió el hermoso tributo sobre su obra titulado “Sólo Juan”.
Todavía en pandemia y a cuento de la publicación del que hasta ahora es su último disco en solitario, “Reencuentro en el CCK”, dio cuenta en charla con Télam de las muchas tareas artísticas que lo ocupaban y ocupan.
“Tengo materiales para hacer ediciones de discos. Debo tener más de 30 grabaciones en estudio que no mostré, registros de conciertos y también cosas grabadas con otros. Además me puse a sistematizar la escritura de mi obra musical que son unas 180 composiciones”, repasó entonces.
Con una voz cavernosa que desde hace más de 15 años fue incorporando –primero tímidamente- a sus interpretaciones, el creador es hacedor de un mundo sonoro capaz de ligar sin impostaciones la tradición y la novedad y de poner ese patrimonio expresivo en pos de un repertorio junto a plumas como las de Pepe Núñez, Néstor Soria, Jorge Marziali, Carlos Herrera, Marcela Neme y Roberto Yacomuzzi, por citar apenas algunas de esas experiencias en asociación.
Por todo ello, la música Juan Falú es el continente natural de una vida inspirada, intensa y comprometida que incluye la militancia peronista que le deparó el exilio en Brasil durante la última dictadura cívico-militar y la pérdida de su hermano Luis Eduardo “Lucho”, detenido-desaparecido en Tucumán y de quien hallaron sus restos en julio de 2016.