Una correcta rutina de cuidado de la piel es fundamental para una apariencia cuidada. Una piel adecuadamente tratada significa reducir el ardor, la irritación, el enrojecimiento y contrarrestar los signos visibles del paso del tiempo, que a veces pueden resultar fascinantes, otras no, son sólo una señal de abandono. Pero al final lo que más importa es la satisfacción que surge del ritual diario basado en la autoatención. Definitivamente es una profunda sensación de equilibrio y bienestar, casi terapéutica. Si tienes ganas de empezar, debes saber que será un camino placentero hacia la autoestima. De hecho, al ver los resultados, te sentirás galvanizado y lleno de energía para continuar el viaje, exactamente como cuando vas al gimnasio. Si ya ha comenzado, pero de manera superficial, con esta guía podrá profundizar y tal vez corregir su objetivo para obtener resultados más específicos.
Esta guía está destinada a ayudarle a establecer una rutina de cinco pasos. lo que te llevará 5 o 10 minutos cada mañana y tarde. No es tan desafiante una vez que comienzas, pero si todos estos pasos y productos te parecen demasiado, puedes comenzar con algo mucho más simple, como un lavado de cara y un suero de ácido hialurónico barato, y ver cómo funciona. Sin embargo, si ya estás dispuesto a comprometerte a seguir una rutina real, abróchate los cinturones y vámonos.
Comienza desde la piel que ves en el espejo.
Aunque los pasos son prácticamente iguales para todos, los productos cambian mucho según el tipo de piel que tengas. Si tienes dudas y no logras identificarlo, basta con una consulta rápida con un dermatólogo (secreto, muchas tiendas de belleza hacen esta consulta gratis en la tienda). Sin embargo, si sabes muy bien qué piel tienes, pasemos a las fases y a los productos correspondientes a utilizar.
Las cinco fases
Ciertamente puedes ponerle tanta imaginación como quieras, pero una rutina completa de cuidado de la piel implica solo cinco pasos básicos:
1. Limpiar
2. Tono
3. Aplicar el suero
4. Hidratar
5. Proteger
Para evitar olvidar pasos o confundir el orden, mantenga una nota adhesiva pegada al espejo del baño. Ahora inicia tu lista de reproducción favorita de Spotify y volemos al mágico mundo de la belleza.
Primer paso: limpiador
¿Puedes creer que tantos hombres no se lavan la cara todos los días? Increíble pero cierto. Aquí no nos mezclemos con esa masa, sino que destaquemos quitando la basura que tenemos en nuestra dermis. Es el primer paso y uno de los más importantes, porque sin él todo lo demás es inútil. Lavarse la cara con un limpiador por la mañana ayuda a eliminar el sebo expulsado durante la noche (que al lavarlo evita que se convierta en puntos negros), también prepara la piel para recibir los productos que se aplicarán posteriormente. Para la noche la situación es diferente, pues antes del jabón espumoso se debe utilizar un detergente oleoso, que se mezcla con partículas de contaminación, humo, polvo o suciedad en general. Luego, con el mismo jabón que usaste por la mañana, lava todo.
Segundo paso: tónico
Un gesto que muchas veces es subestimado y olvidado. Lástima, hace que todos los cuidados de la piel sean aún más eficaces. También ayuda a reequilibrar el pH, que habrá cambiado durante la noche o el día, con el riesgo de crear irritación o sensibilización en el rostro. Limpieza completa gracias a una delicada acción exfoliante, de hecho muchos tónicos faciales contienen ácidos (repito, delicados), que eliminan las células muertas y ayudan a la renovación celular de la piel. Última ventaja del tónico, ¡es un excelente aftershave! Echa unas gotas en tus manos y aplícalas en tu cara, no utilices algodones, que además de ser un desperdicio de material, también son esponjas que absorberán el 80% del producto, que luego terminará en la basura. .
Tercer paso: suero
Si prestas atención a lo que sucede en el mundo, sabrás qué es un sérum facial. Si no lo sabes, no te preocupes, te lo explicamos. El sérum facial es un líquido, normalmente guardado en frascos de cristal, que se aplica debajo de la crema, y es muy rico en principios activos. Entonces, se absorbe muy rápido, precisamente porque es muy líquido. Los principios activos pueden ser diferentes, vitaminas, minerales, ácidos, aceites esenciales, mezclas únicas o muy equilibradas. En este caso elegirlo será un poco más complicado, sobre todo si no sabes lo que tu piel necesita, pero normalmente todo está escrito en la descripción del producto en el paquete.
Cuarto paso: crema facial
Esperamos que la crema facial ya esté en tu rutina de belleza, aunque no la demos por sentado. Debería ser un producto presente en el baño de todos, también porque es el producto más sencillo y famoso. No hace falta decir que es una crema común y corriente. Para los hombres no es suficiente. Quiero decir, hay algunos buenos, pero es el Para los hombres lo cual es demasiado genérico, si no se especifica la acción de la crema y podría ser simplemente un truco de marketing ineficaz. La crema generalmente sirve para hidratar, es decir, llevar agua a las células epiteliales, que por diversos motivos la pierden. Un concepto que es útil no sólo para quienes tienen la piel seca, sino para todos.
Quinto paso: protector solar
El sol está ahí incluso cuando no puedes verlo, incluso filtrado por las nubes, la niebla o el cielo gris. Uno de los principales motivos del envejecimiento prematuro o de la aparición de manchas y decoloración, y que es mejor prevenir. Hay quienes dicen que incluso la luz de las pantallas puede provocar estos problemas. El protector solar sirve precisamente para proteger la piel de los efectos nocivos de la luz. Una buena buena protección no baja del SPF 30, así que ten cuidado con cuál eliges y úsalo siempre, todas las mañanas y escoge en función de la piel que tengas, por ejemplo los en polvo son excelentes para pieles grasas.