Como si fuera una de esas viejas compañías de teatro en la que las familias viajaban y se iban acoplando a los números, los Urtizberea se reunieron para “Radio Oriente”, una comedia onírica y cuidada que se estrena este jueves en salas del país.
“Luego de leer el guion fui con una idea y al final era otra cosa, y me pareció bárbaro. Es así. A veces, uno le suma con su impronta, y otras, es todo lo contrario. El dominio total de la película lo tenía Álvaro. Entendía muy bien lo que quería hacer y uno responde a eso”, le contó a Télam Mex, en una entrevista que compartió junto a su hermano y director Álvaro y los protagonistas del filme, Nicolás Espinosa y Marcelo Chirinos.
“Nos divertimos mucho -señaló el director y productor-. Yo priorizo el hecho de trabajar con amigos y actores con los que tenés confianza”.
“Radio Oriente” nace de un texto que Espinosa llevó al teatro, aunque la cinta dista en su trama de aquella puesta. La idea era la de mostrar cómo se genera una resistencia o rebelión en torno a la desaparición de símbolos culturales. En la obra de teatro, una radio era vendida para que en su lugar pusieran un supermercado chino; en la película, la radio iba a ser vendida a un grupo extranjero en un pueblo de campo que se reúne alrededor del aparato radiofónico.
“Mi idea era hablar sobre una gesta que defienda los lugares culturales que están desapareciendo”, explicó Espinosa, quien en la película interpreta a Ramón, tercera generación de porteros de la radio y cuyo padre murió en extraña situación por la que se culpaba a Rafael (Chirinos), el todopoderoso dueño del medio de comunicación.
“Este tipo le saca algo muy importante al pueblo, como la radio. Es un tipo muy ambicioso. Siempre dice que hay que hacer un negocio chico antes de hacer el grande”, comentó sobre su personaje Chirinos.
Espinosa y Chirinos se sumaron al “clan” Urtizberea para esta producción de la que también participaron Felipe, Julieta y Gonzalo Urtizberea. “A mi personaje lo fui armando con Álvaro -comentó quien encarna a Rafael-. No fue muy trabajado, la verdad. Mi casting fue de 30 o 40 años (risas). Y está muy corrido de lo que yo suelo hacer. Nosotros nos conocemos desde los 80, hicimos ‘For fai’, ‘Pura Química’, radio…”.
“Yo le pedí a Mex y a Violeta que participen porque quería hacer una película con mucha familia. Me parece más importante trabajar con familia y amigos, con buena onda, y eso después se nota en pantalla. Lo prefiero a trabajar con actores de gran cartel, a algunos de los cuales después tenés que tolerarle cosas en el set”, sostuvo el director.
“Como cuando jugábamos al fútbol y la estrella no venía, a veces lo agradecías porque era muy intenso. Es mejor jugar entre amigos”, agregó Mex, quien resaltó el rol de componedor de su hermano: “Nos gusta trabajar en armonía y si hay un conflicto, Álvaro lo detiene”.
“Yo trabajé en ‘Hortensia’, de Álvaro, y siempre estuvimos haciendo cosas, aunque ahora me dejaron entrar al clan”, interrumpió entre risas Espinosa, ideólogo de la historia que fue filmada en el pueblo Ernestina, camino a San Miguel del Monte y abandonado luego del cierre de la estación de tren.
A ese páramo se dirigió el equipo para filmar los exteriores. Alojados en unas cabañas cerca de las locaciones, el ambiente que reinaba era ameno y amistoso, sensaciones que trascienden la pantalla cuando se ve “Radio Oriente”.
“¿Yo dije que la película era rara? -comentó entre risas Álvaro-. Bueno, si lo hice es porque no responde a lo formal de una película. No es la típica narrativa. Hay que entrar un poco en código, que tiene dos tipos marcados de actuación, con los oprimidos y los poderosos”.
Entre los “oprimidos” se encuentran Ramón y Félix (Gonzalo Urtizberea), una dupla que se retroalimenta entre la inocencia y la desfachatez para desenmascarar a Rafael. La pareja de amigos acata la orden del dueño de la radio para ir a limpiar y poner todo en orden ante la llegada de los compradores, pero en medio de sus quehaceres, descubren causas judiciales que comprometen a los poderosos del pueblo junto a una en particular, en la que su empleador es investigado por la muerte del padre de Ramón.
A partir de allí, ambos deciden tomar la radio para en vivo y en directo lanzar sus acusaciones y leer parte de las causas.
“El poder es así, a veces no se sabe de dónde viene. Y este es un psicópata al que todos le temen porque encima son pocos en ese pueblo”, señaló Mex, quien interpreta al traductor de los chinos que vienen de compras al pueblo.
En tanto que Álvaro se refirió a la composición de los tres personajes principales: “Nico y Gonzalo estuvieron meses trabajando juntos, buscando el tono. Y como ellos están en ese registro, solo había que ponerles un límite para que no se vayan a cualquier lado. En cuanto a Marcelo, él tiene unas virtudes impresionantes para componer desde que lee el guion. Eso me impacta mucho”.
“Mi idea sobre ‘Ramón’ -agregó Espinosa- era un punto de partida que servía para este mundo que tenía en la cabeza Álvaro. Y a mí me costó un montón. Nunca hice un papel tan protagónico en cine y encima vengo del teatro, que es una actuación mucho más para afuera. Y mi personaje está todo para adentro, es muy difícil hacer eso y que salga natural”.
Con guiños a las comedias de Buster Keaton, la película trabaja un tono de comedia casi surrealista, que es acompañado por actuaciones casi al extremo de sus protagonistas, lo que la convierte en una entretenida rara avis del cine actual, en el cual las formas casi nunca se rompen.
“No estaba prestablecido el tono, se fue construyendo en base a principios que se van fijando. Hay mucho cuidado en el lenguaje y los diálogos de los personajes. No hay insultos y eso es surrealista. A partir de ahí se fueron construyendo y apareciendo los personajes. Y al mismo tiempo se moldea lo naive. La idea siempre fue no hacer una película convencional”, concluyó Álvaro.