El mundo de la cultura tomó la palabra para expresar su rechazo a la ultraderecha en sus dos variables electorales, en defensa de una democracia sustentada en valores solidarios, convivenciales, con sentido social y particularmente cimentada en la perspectiva de la diversidad de nuestra cultura nacional.
El encuentro se desplegó en la Avenida Corrientes de nuestra ciudad, recuperando la calle, el espacio público, como ámbito de expresión política, lo cual posibilitó que los artistas y trabajadores de la cultura se encuentren con su público, quienes participaron del encuentro en su carácter de ciudadanos, como sujetos políticos, abrazándose con los artistas que admiran y aman.
En su declaración manifiestan que la democracia está en riesgo, advierten sobre el crecimiento de la violencia, no solo material, sino también conceptual y simbólica; particularmente por la creciente utilización de un lenguaje que extrema y excluye todo lo diferente, que polariza a la sociedad en “vamos por todo o nada”, que propone “exterminar” a otras identidades políticas que expresan a millones de ciudadanos, todo lo cual generará daños irreparables para la convivencia en Democracia.
Con un sentido constructivo, la declaración valora “las inmensas luchas populares que crearon las condiciones para dejar atrás la argentina de la impunidad”.
El encuentro convocó “a movilizarse, a levantar la voz contra los fantasmas de la represión política y afirma que la única libertad que existe es la que permite y estimula la más amplia diversidad de opiniones, tanto en las cuestiones políticas, como en las estéticas, y respete las decisiones de cada persona sobre sus preferencias en materia de género, religiosas, culturales, o de cualquier índole”.
El núcleo cultural se pronunció contra posiciones sectarias y fanatismos que se manifiesten en descalificaciones insultantes al Papa, y la agresión a Estela de Carlotto, diciendo que “ha sido un personaje bastante siniestro para nuestro país”. Esta declaración de la candidata a vicepresidenta de la Nación Villarruel, quien acompaña a Javier Milei, es una clara manifestación de violencia y hostilidad hacia el emblema más trascendente de la lucha por los derechos humanos. Las convicciones y el coraje de esas mujeres, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, y los organismos, fueron la primer avanzada de resistencia frente a los crímenes de la dictadura cívico-militar, interpelando a un gran sector de la sociedad democrática, que fue tomando conciencia y rodeó fraternal y solidariamente a ese núcleo, quien ya había conquistado un gran reconocimiento internacional. Resulta inquietante tener que repasar esta proeza de mujeres como Estela, Hebe y tantas otras entrañables luchadoras, que son un símbolo de lo mejor de nuestro pueblo.
Lo cierto es que una aspirante a la Vicepresidencia de la Nación, reivindica abiertamente a la dictadura videlista y levanta el negacionismo sobre los 30.000 desaparecidos.
Estos temas tan sensibles para nuestra sociedad, como así también los relacionados con las deudas de carácter económico y social, fundamentan la demanda perentoria de la cultura de “más democracia, no menos democracia”. Asumen que existen logros y deudas, pero se trata de afirmar lo logrado, avanzando decididamente sobre los núcleos minoritarios que concentran la riqueza impúdicamente, con el propósito de redistribuirla a favor millones de argentinas/os que viven con grandes carencias, incluyendo al 53% de los menores de 14 años sumidos en situación de pobreza e indigencia.
Los cooperativistas nos inspiramos en el ideario de Floreal Gorini, fundador de nuestro movimiento y del Centro Cultural de la Cooperación. Floreal afirmaba que la madre de todas las batallas es la cultural, dando cuenta de la disputa por el sentido, por la generación de una conciencia colectiva como condición para transformar la realidad, generando una contracultura que afirme y recupere creativamente valores en pos de una nueva sociedad, con justicia y solidaridad social y cultural. En este marco, el arte y el pensamiento crítico cobran un rol fundamental. En ese campo de disputa, la derecha y sus nuevas variantes de ultraderecha, cuentan con un poderoso aparato comunicacional, amalgamado con las grandes corporaciones económicas y partidos políticos, subordinados ya sin pudor, a ese poder real. No obstante, cuando gobiernan no solo recortan la salud, la educación, la inversión pública, y en ciencia y tecnología; también lo hacen con la cultura. El gobierno de Macri degradó al Ministerio de Cultura de la Nación al rango de Secretaría. Esa decisión política implicó menor presupuesto y un recorte de su margen de acción, no sólo para facilitar el acceso a la cultura, sino para financiar y fomentar la producción cultural y la circulación de los bienes simbólicos en los barrios, comunas y ciudades, lo cual habilita desde el arte mayor participación ciudadana, o sea, más democracia.
En la actual contienda electoral, las dos expresiones de la derecha utilizan mensajes de odio polarizantes, generadores de negación de creatividad y de las diversidades y contradicciones propias de toda sociedad humana, o sea, castración de la cultura. El pronunciamiento de la calle Corrientes es concluyente en términos ideológicos: “La construcción del país que soñamos será sobre la base de lo logrado, nunca con destrucción y autoritarismo (…) cuando se celebra la explosión de una bomba o la política de la motosierra, nosotros nos unimos más que nunca para defender la vida y la democracia, la paz y la convivencia (…) Buscan apropiarse de una idea de libertad que es libertad para los poderosos y que los argentinos renuncien de una vez y para siempre a cualquier noción de soberanía (…) Lucharemos por más democracia, con más cultura, más libertad, más arte, más participación y más derechos”.
La cultura ganó la calle, se rodeó de pueblo saliendo al cruce del oscurantismo de la ultra derecha, desde la creatividad, la alegría y el amor, asumiendo con convicción la necesidad de pronunciarse en estos tiempos cruciales para el futuro de nuestro pueblo.
* Secretario General del Partido Solidario. Director del Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”