A tres meses de haber recibido idéntica distinción de parte de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la cineasta salteña Lucrecia Martel será nombrada el próximo martes 31 doctora Honoris Causa de la Universidad Nacional de Salta (UNSa).
La autora de filmes emblemáticos como “La ciénaga”, “La niña santa” y “Zama” recibirá el máximo título que otorga la casa de altos estudios salteña en una ceremonia académica que desde las 11 del martes se realizará en el Anfiteatro K de la UNSa.
Al término de la distinción, un tipo de reconocimiento que en febrero último también mereció de parte de la Katholieke Universiteit Leuven de Bélgica, Martel brindará una clase magistral en la que participarán estudiantes de la cátedra de cine y público en general.
De manera previa a la clase se realizará la proyección de una producción audiovisual estudiantil, en el entendimiento que especialmente las Universidades Públicas deben ponderar la “critica” y aún más, si la mirada hace foco en un territorio que le resulta propio.
“Desde una posible mirada comunicacional y académica, la obra y militancia de la Dra. Honoris Causa construye representaciones que hacen foco en un territorio que le resulta propio, logrando comprender los modos en que se visibilizan los conflictos étnicos, los sistemas patriarcales y coloniales y el rol devaluado de las mujeres y disidencias en Salta y el norte argentino”, se detalló.
En el informe en torno al acto, se informó que el rector Daniel Hoyos y autoridades universitarias recibirán a Martel en la Sala del Rectorado para la firma del título que acredita la distinción.
“Se considera que su vasta trayectoria y prolífica producción cinematográfica en Argentina y el mundo, además de su imprescindible compromiso con la educación y militancia social en defensa de los derechos de las mujeres y disidencias en nuestra provincia, cumplen con todo lo consignado en el inciso 10 del artículo 104 del Estatuto de la Universidad”, destacó.
Entre los considerandos de la Resolución CS Nº 428/2023 se “rescata principalmente su mirada crítica, disruptiva, discrepante y disidente sobre la ‘salteñidad’ y hace referencia a las narrativas audiovisuales que construyen un conocimiento lugarizado”.
Asimismo, se subrayó que, “a través de sus producciones, visibiliza las condiciones de vida de los pueblos indígenas y las violencias de género como categoría socio cultural plasmada en la ficción cinematográfica” y, además que su obra “construye representaciones mediante la enunciación de otro tejido de imágenes y sonidos, a partir de los cuales pueden surgir otros espacios, otras estéticas y otras prácticas, de allí su gran soporte artístico y su compromiso social”.