El Ejército de Israel tomó el control de Shejaiya, un importante sector de la ciudad de Gaza y uno de los bastiones de Hamas, según informó este jueves un vocero castrense, mientras que un alto funcionario israelí aseguró que no continuaron las negociaciones para una nueva tregua.

“Las fuerzas de la 36ª División obtuvieron el control operativo en el barrio de Shejaiya. Las Fuerzas de Defensa de Israel seguirán ocupando la zona y llevarán a cabo operaciones específicas en el barrio según las necesidades operativas”, indicó el vocero. “Durante los combates, las fuerzas se enfrentaron cara a cara con terroristas que dispararon, atacaron y arrojaron explosivos a las fuerzas de la división desde edificios en un espacio urbanizado y denso, y los eliminaron en intensas batallas”, agregó, al asegurar que sus tropas atacaron cientos de objetivos, bloquearon decenas de bocas de túneles localizados en casas, escuelas y clínicas y se incautaron de numerosas armas del grupo islamista.

La batalla de Shejaiya

La Brigada Golani, de élite en infantería, allanó las casas de altos miembros de Hamas, confiscó material de inteligencia, mientras otras tropas tomaron el cuartel general del batallón Shejaiya. Además, paracaidistas destruyeron más de cien edificios y decenas de túneles y arrestaron a numerosos milicianos que se rindieron.

Shejaiya fue el epicentro el 12 de diciembre de una de las batallas más mortíferas para el Ejército israelí, cuando murieron nueve uniformados por una emboscada. El 15 de diciembre tres rehenes israelíes que habían logrado escapar del cautiverio fueron asesinados erróneamente por las tropas israelíes cuando pedían ser rescatados ondeando una bandera blanca, lo que atizó la protesta de los familiares de los 129 rehenes que aún se encuentran en Gaza, que piden un alto el fuego. Las Fuerzas de Defensa de Israel, y yo como su comandante, somos responsables de lo sucedido y haremos todo lo posible para evitar que tales casos se repitan en el futuro en los combates”, subrayó en su momento el jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, el general Herzi Halevi, en una declaración enviada a los medios.

El control de Shejaiya por parte de las tropas israelíes se suma al del barrio de Rimal, también en la ciudad de Gaza, y el de la cercana Jabalia, afianzando así la presencia de Israel en el norte de la Franja, mientras las tropas tratan de emplear la misma estrategia en el sur, especialmente en Jan Yunis.

“No tenemos ninguna negociación”

Aunque la presión internacional crece, las posibilidades de que haya una segunda tregua para atender la situación humanitaria y liberar rehenes se complica ante la dureza de Israel y Hamas en las negociaciones. “Por el momento, no tenemos ninguna negociación, pero sí cierto progreso por el hecho de que ya nos hemos reunido dos veces con los qataríes en la última semana”, aseguró un alto funcionario israelí, que pidió el anonimato, durante una conferencia con prensa internacional. “Hemos dejado claro a todos en Israel y fuera de Israel que es hora de renovar la configuración de una nueva estructura de liberación de rehenes”, añadió.

Durante las negociaciones que se retomaron el miércoles en El Cairo, Hamas declinó hasta tres ofertas puestas sobre la mesa por los mediadores –Qatar, Egipto y EEUU–, explicaron fuentes del grupo a la agencia de noticias EFE. Según ellos, Israel ofrecía como máximo dos semanas de tregua para el canje de secuestrados por prisioneros palestinos; pero Hamas exige un cese de las hostilidades y la retirada de las tropas israelíes de su territorio. “Solo habrá conversaciones para un acuerdo de intercambio de prisioneros después de un cese total de la agresión”, afirmó un portavoz del grupo.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que la única opción que ofrece a Hamas es rendirse o morir. “Lucharemos hasta la victoria. No detendremos la guerra hasta que alcancemos todos sus objetivos: completar la eliminación de Hamas y la liberación de todos nuestros rehenes”, dijo en un comunicado, reiterando una posición que ya ha expresado en otras ocasiones.

Según el último balance del Ministerio de Sanidad de Gaza, la cifra total de muertos subió a más 20.000 –entre ellos 8.000 niños– y a más de 52.600 los heridos, en el marco de la campaña de bombardeos de Israel contra la Franja, en represalia por el ataque terrorista de Hamas el pasado 7 de octubre que mató a alrededor de 1.200 personas y tomó 240 rehenes, entre ellos una veintena de argentinos.

Las fronteras y la hambruna

Mientras tanto, cuatro personas murieron por un bombardeo del Ejército israelí en el cruce Kerem Shalom, un punto fronterizo entre la Franja de Gaza e Israel por donde pasa ayuda humanitaria, informó la Autoridad de Cruces en un comunicado. “Cuatro mártires, incluyendo el director del cruce, coronel Basam Ghaben al Qasaq, fueron hallados en el punto fronterizo, donde fallecieron mientras estaban trabajando”, precisó.

Esta semana, por presión de Estados Unidos, Israel empezó a permitir la entrada de asistencia a través de ese punto. Antes de esta medida, la ayuda humanitaria ha entrado a cuentagotas y de manera insuficiente a la Franja a través de Rafah, el paso fronterizo entre Egipto y Gaza. Solamente se permitió la entrada a una cantidad más numerosa de camiones –200 por día– con bienes de primera necesidad durante los días de tregua entre ambos bandos a finales de noviembre.

Varias zonas de Gaza alcanzaron el nivel de “riesgo altísimo de hambruna”, el más alto en el baremo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre inseguridad alimentaria en el norte y sur de la Franja. “La falta de alimentos es tan extrema que uno de cada cuatro hogares en Gaza sufre inanición, tasas alarmantemente altas de desnutrición aguda entre los niños más pequeños y un exceso significativo de mortalidad”, advirtió mediante un comunicado Acción contra el Hambre, una de las ONG que elabora el baremo. En las últimas décadas solo se produjeron cuatro declaraciones de hambruna: en Sudán del Sur (2017), Somalia (2011), Corea del Norte (1995) y Etiopía (1984).

Muchos de los cerca de 1,9 millones de gazatíes desplazados, el 85 % de su población, se refugian en el sur, en lugares como Rafah, donde ni en las designadas por Israel como zonas humanitarias escaparon de los bombardeos y sus consecuencias. “Prácticamente todos los hogares en Gaza se saltan comidas cada día. Sobre todo en el norte y entre los desplazados en el sur las familias pasan días y noches enteros sin comer nada”, advirtió la ONG. “El hambre nunca debería utilizarse como arma de guerra”, denunció, y agregó que la mayoría de las organizaciones humanitarias redujeron sus operaciones al mínimo en Gaza tras reanudarse los ataques después del alto al fuego temporal.



Fuente-Página/12