Israel pidió este sábado que la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) cese sus actividades en la Franja de Gaza cuando termine la guerra, luego de que algunos de los empleados de esa organización fueran denunciados y despedidos por su presunta participación en los ataques del 7 de octubre realizado por el movimiento islamista palestino Hamas.
El gobierno quiere “asegurarse de que la Unrwa no sea parte” de la solución en el territorio palestino tras la guerra entre Israel y Hamas, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, y expresó su deseo de “detener” todas las actividades de la agencia.
Hamas denunció seguidamente las “amenazas” israelíes contra la agencia e instó a la ONU y a otras organizaciones internacionales a no “ceder ante el chantaje”, consignó la agencia de noticias AFP.
La Unrwa anunció este viernes que despidió a “varios” empleados acusados por Israel de participar en el ataque del 7 de octubre.
Estados Unidos suspendió “temporalmente la financiación adicional” a la agencia, misma decisión que tomaron en las últimas horas Canadá e Italia.
Doce empleados “podrían haber estado involucrados” en el asalto de Hamas, afirmó el Departamento de Estado estadounidense.
“Damos las gracias al Gobierno estadounidense por su decisión de cesar la financiación a la Unrwa tras revelarse que algunos de sus empleados estuvieron implicados en la atroz masacre del 7 de octubre”, escribió Katz en su cuenta de la red social X (antes Twitter).
El jefe de la organización, Philippe Lazzarini, se comprometió a pedir “cuentas, incluso mediante acciones legales”, a cualquier empleado que haya estado implicado en “actos de terrorismo”
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, emitió poco después un comunicado en el que indicó que ya estaba al tanto de estas acusaciones “extremadamente graves” y se declaró “horrorizado por la noticia”.
Además, pidió al jefe de la Unrwa que investigue el tema “con celeridad” y anunció un “examen urgente e integral” sobre la propia agencia para los refugiados.
Milicianos de Hamas ingresaron el 7 de octubre por sorpresa en territorio israelí y mataron a unas 1.200 personas, además de secuestrar a otras 240, entre ellas una veintena con nacionalidad argentina.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre que dejó al menos 26.257 muertos en Gaza, en su mayoría mujeres y menores, según el último balance del Ministerio de Salud de Hamas, que gobierna el pequeño territorio palestino.