Pakistán e Irán anunciaron este viernes el regreso de sus respectivos embajadores en Islamabad y Teherán, poniendo fin a una crisis diplomática entre ambos países que comenzó la semana pasada tras un intercambio de bombardeos en la frontera que causó doce muertos.
“De conformidad con los sinceros y buenos deseos de los dirigentes de Pakistán, estoy de camino a Teherán”, dijo en un mensaje publicado en la red social X el embajador paquistaní, Muhammad Mudassir. “Es hora de pasar la página” agregó, tras la escalada de tensión que desató un bombardeo iraní de supuestas posiciones insurgentes en suelo paquistaní, al que Islamabad respondió con otro ataque aéreo cerca de la frontera.
Horas después, el embajador de Irán en Islamabad, Reza Amiri Moghadam, anunció que regresaba a la capital paquistaní. “Estoy de camino de vuelta a Islamabad. Larga vida a la amistad entre Irán e Islamabad”, subrayó el diplomático iraní en sus redes sociales.
Pakistán llamó a consultas a su embajador en Irán el pasado 17 de enero, mismo día en que Teherán afirmó haber bombardeado instalaciones en Pakistán de un grupo suní al que califica de terrorista, llamado Yeish al-Adl. Dos niños murieron en esos bombardeos, según denunció Islamabad, que pidió la retirada del representante del país persa en Islamabad.
En represalia por el ataque, el Ejército paquistaní aseguró haber atacado al día siguiente escondites de dos grupos separatistas paquistaníes en Irán: el Ejército de Liberación de Baluchistán (BLA) y el Frente de Liberación Baluchi (BLF). Teherán condenó el ataque, denunciando que había matado a diez personas, al tiempo que apeló a las “fraternales y amistosas” relaciones con Pakistán en un intento por calmar la tensa situación.
Ambos gobiernos dieron un rápido paso hacia la desescalada el pasado lunes, cuando anunciaron la visita a Pakistán del ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdollahian, el próximo 29 de enero. También acordaron el regreso de sus respectivos embajadores en Islamabad y Teherán a partir de este viernes.
Los bombardeos iraníes y paquistaníes tuvieron como objetivo la volátil región de Baluchistán, que se extiende entre Pakistán, Irán y Afganistán, y ofrece cobijo a varios grupos armados. Pakistán e Irán se han acusado mutuamente en el pasado de no hacer lo suficiente para atajar la actividad de los grupos insurgentes que operan a través de su porosa frontera.