El juez federal subrogante de Zapala, Hugo Horacio Greca, cambió la carátula de la investigación por la muerte del soldado Pablo Jesús Gabriel Córdoba y ahora será investigada como “homicidio”. El magistrado neuquino tomó la decisión luego de que un peritaje confirmara que el joven soldado voluntario no tenía pólvora en sus manos, por lo que se descartó el suicidio. El caso ahora será investigado por la fiscal federal Karina Martínez Stagnaro.
Pablo Córdoba había cumplido 21 años pocas semanas antes del 1 de junio de 2023, día en el que fue hallado muerto con dos disparos en la cabeza por un fusil FAL, mientras se encontraba de guardia en el Grupo de Artillería 16, en el Regimiento de Zapala, Neuquén. El padre de Pablo recibió un llamado esa mañana en el que le informaban que su hijo “se pegó un tiro”, y le avisaban que estaba siendo trasladado al hospital de Zapala, lugar donde falleció horas después.
El establecimiento donde encontraron el cuerpo del joven es el mismo en el que asesinaron a Omar Carrasco, en 1994. Mientras cumplía el servicio militar obligatorio, el joven fue hallado muerto como consecuencia de un hemotórax producto de una golpiza que le dieron dos conscriptos durante un “baile”. Su caso, con alta repercusión a nivel socio-político, derivó en el fin del servicio militar obligatorio en la Argentina.
Las decisiones del juez Greca fueron recibidas con satisfacción por la familia del soldado, quienes desde un principio descartaron la hipótesis del suicidio. El abogado de la familia, Maximiliano Orpianessi, había considerado que “desde el sentido común, (el joven) no puede dispararse dos veces, y menos dos disparos con esa arma de fuego, un FAL (fusil automático liviano), cuyo proyectil genera daños tremendos”. Por eso desde que comenzó el juicio le reclamaban al juez que cambie la carátula de “muerte dudosa” a “homicidio” y manifestaban la necesidad de que el juez federal deje la causa “por su presunta falta de imparcialidad”.
Natalia Uribe, la madre del Córdoba, dijo que había recibido la noticia “con mucha emoción”. Todas las pruebas científicas descartaron el suicidio, que era la teoría abonada por el Ejército y por el juez, por lo que la madre afirmó: “Hasta ahora todo nos vino dando la razón, y se va a descubrir quiénes son los que mataron a mi hijo. Hay varias personas involucradas”.
“Nos han hecho pasar meses muy dolorosos, queriendo ensuciar a mi hijo, a nosotros. Nos han hecho pasar por momentos muy difíciles”, expresó Uribe. La familia había recusado al juez Greca en julio, con la presentación de un escrito por parte del abogado en el que denunciaba a Greca por dar a conocer a las autoridades del Ejército, por fuera del expediente, información sobre las líneas de investigación en curso y el avance de la investigación penal, además de mantener una comunicación “constante” con personal jerárquico del Ejército Argentino en Zapala. “El
juez no está siendo imparcial. Por el contrario, hay actos que demuestran su
parcialidad”, sostuvo en su momento la madre.