Entre las más de 500 mil personas que este sábado asistieron al funeral del papa Francisco, hubo varias figuras del arco político internacional cuya presencia no pasó desapercibida, y que los fotógrafos del evento lograron retratar en las primeras filas. Allí se encontraban, entre otros, Javier Milei, el Príncipe William, Georgia Meloni y Donald Trump, quien logró estar por delante de muchos otros mandatarios pese a los rumores que le atribuían otro asiento.
Javier Milei ocupó la primera fila, sobre la derecha de la disposición de los lugares reservados para los líderes mundiales. Lo acompañó su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, por delante del resto de la comitiva: Sandra Pettovello (Capital Humano), Patricia Bullrich (Seguridad), Gerardo Werthein (Canciller) y Guillermo Francos (Jefe de Gabinete). Un poco más atrás quedó Manuel Adorni, vocero presidencial.
Todos ellos tuvieron una ubicación de privilegio: al provenir del país donde nació Francisco, les reservaron asientos cercanos a donde descansaba el féretro del Papa.
También estuvo cerca, en primera fila, Sergio Matarella (tercero, contando desde la derecha), presidente de Italia. Así lo indicaba el protocolo. En segunda fila, justo por detrás de él, se ubicó Giorgia Meloni, con quien Milei se fundió en un abrazo al encontrarse en el funeral.
En la misma foto se ve al presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier (segundo desde la izquierda).
Además la imagen muestra, además de Meloni (segunda desde la derecha), al Rey Abdullah II de Jordania (cuarto desde la derecha), el canciller alemán Olaf Scholz (tercera fila, segundo desde la derecha) y el Príncipe William (tercero desde la derecha), entre otros jefes políticos que asistieron a la misa por el funeral de Francisco en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano.
En otra de las fotos se puede ver a Donald Trump en el centro, Emmanuel Macron a la izquierda y Melania Trump a la derecha. Entre el presidente francés y el estadounidense se encuentra el finlandés Alexander Stubb.
Los asistentes deben sentarse por orden alfabético conforme al nombre de sus país, lo que relegó al Príncipe William a la tercera fila, además de las exclusividades para Italia y Argentina, que propiciaron el asiento privilegiado de Milei.
Si bien trascendió que esa regla iba a dejar a Trump en segundo foco, la tradición le facilitó un lugar central. Ocurre que el orden alfabético es en el idioma francés, desde hace siglos establecido como el de la diplomacia. La denominación de Estados Unidos como “États-Unis” lo colocó al lado de Felipe VI, rey de España (“Espagne”), y del presidente de Finlandia (“Finlande”).
Volodimir Zelenski (“Ukraine”) fue otro de los mandatarios que estuvo en primera fila, junto a la primera dama ucraniana, Olena Zelenska. En su caso, el Vaticano rompió el protocolo para otorgarle ese asiento al lado de presidenta de la India, Droupadi Murmu.
“Creo que completaron un lugar vacante”, le dijo el vocero vaticano Matteo Bruni al diario The Telegraph, de Gran Bretaña.
Zelenski y Trump, que un rato antes se habían reunido de forma imprevista con sillas que les arrimaron, quedaron a once asientos de distancia en el funeral del papa Francisco.