El Presidente inauguró las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación en la noche de este sábado y en su discurso de apertura dejó una retahíla de frases fuertes y llamativas mediante las cuales apuntó contra la oposición y apuntaló a su gabinete de ministros. En medio de la tensión con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, le lanzó una advertencia: “No tenemos nada que hablar”.

Con un recinto en el que el grueso de la oposición se ausentó, Javier Milei ofreció un repaso tan pormenorizado como enzarzado de su primer año de gobierno y apuntó contra el kirchnerismo, principal promotor de la no presencia: “Unión por la Plata o como se llamen“. Posicionó a ese sector político como garante de la inseguridad en la Provincia y arengó: “Tenemos que agravar todas las penas del Código Penal. Todas“.

El discurso de Milei duró un poco más que una hora. Desde el inicio, dejó en claro el objetivo de su gobierno: “La Argentina durante 100 años giró como una calesita decreciente (sic), erosionando su economía, su credibilidad y la calidad de vida de su gente. Dólar barato o dólar caro, campo o industria, peronismo o antiperonismo. Nosotros vinimos a romper la calesita, quitarle manija al sortijero y a trazar un horizonte con cambios profundos“.

Luego se embarcó en contrastar sus ideas políticas y económicas con las de gobiernos anteriores y con los pronósticos económicos esbozados desde distintos sectores y consultoras. “Dijeron que era imposible hacer el ajuste y que no íbamos a lograr ni 1 % de ajuste durante todo el 2024. También que el superávit era transitorio y que la inflación no bajaría. El keynesianismo berreta dijo que nos hundiríamos y que la pobreza iría a explotar. Keynesianos, no paran de llorar“.

“Cuando hablaban de que la recuperación sería en L o en pipita de Nike suave, pero fue en V corta aunque les duela a los del Frente para la Victoria o los de Unión por la Plata, o no sé cómo se llaman”, fue más específico.

En ese momento, aduló al ministro de Economía Luis Caputo, al que llamó “coloso” y comenzó a nombrar algunas de las reformas que llevó a cabo con otro de los ministros, Federico Sturzenegger (Desregulación y Modernización del Estado). Mencionó que la meta de su gabinete es “privatizar todas las empresas del Estado” y recurrió a un ejemplo algo extravagante.

“Hemos decidido hacer el ejemplo del papel: observamos las regulaciones para la producción de la fruta, que pesaban 1.600 gramos en fojas, y ahora pesan 80. Es decir, cayeron en un 95 %” dijo, e ironizó sobre “otros tipos de papeles, como los verdes o los europeos”, en referencia a los dólares y a los euros. “Nosotros tenemos logros, no necesitamos periodistas ensobrados con el erario público”, criticó efusivo.

Y metió a Elon Musk en el discurso para reforzar sus medidas: “En política exterior pasamos de ser un hazmerreír a ser un ejemplo y aliado de las potencias. Los ojos del mundo se posan en Argentina e incluso en algunos lugares toman nota, como es el caso de Musk en Estados Unidos. No es menor: la motosierra es el símbolo de un cambio de época, una dorada para la humanidad”.

Conminó, a su vez, al Congreso a que apoye las reformas que pudiera presentar en ambas cámaras: “El único camino para Argentina es el reformismo permanente. En función de la predisposición de este Congreso, las reformas podrán ser abordadas durante este año legislativo. Aunque imagino que (el Congreso) por estas horas se va a volver más violeta. Todo decanta”.

Después, se centró en una cuestión de Estado en las últimas horas: la inseguridad y la tensión con la Provincia. Mencionó el caso del asesinato de Kim Gómez en La Plata y apuntó contra el gobernador bonaerense: “Mientras siga sosteniendo que los delincuentes, los violadores y los asesinos son víctimas del sistema, no tenemos nada que conversar y no resolverá el problema de inseguridad de la Provincia”.

Si quiere resolver el problema tiene dos vías: abandonar la visión abolicionista y castigar a los criminales, o correrse del camino y dejarnos a nosotros. Si hay algo que caracteriza a este Gobierno es que no nos tiembla el pulso y resolvemos los problemas en serio”, continuó, en la línea del tuit que lanzó el viernes por la mañana, cuando sugirió que podría intervenir la Provincia. Y aportó su solución: “Hay que agravar todas las penas del Código Penal. Todas“.

La digresión que dio respiro al embate contra el gobernador fue otro embate, cuya víctima fue el diputado radical Facundo Manes: “Leela, Manes. Te va a hacer bien; supuestamente vos entendés cómo funciona el cerebro y no aprendiste nada. Leéla bien”, le dijo el mandatario en referencia a la Constitución que el legislador le agitaba desde su banca. Y remató, antes de que el radical se retirara: “Quizás tu versión es con Inteligencia Artificial y cambia de libertaria a kirchnerista como hiciste vos”.

Y hasta hubo espacio para la chicana: “En los últimos 25 años, la política se robó del Banco Central 110 mil millones de dólares. Vengan a hablar ahora de estafa piramidal, dale“.

Mientras que para culminar el discurso de apertura eligió un pequeño y encendido cruce con la vicepresidente Victoria Villarruel. “De esta manera, quedan inauguradas las centésimo cuadragésimo terceras sesiones de nuestro Congreso de la Nación”, promediaba el Presidente su ponencia, cuando Villarruel levantó los micrófonos para hablar, aunque no llegó a hacerlo. En las gradas retomaron los vitoreos; desde su atril, Milei retó a su vice: “No terminé. No te apurés“.



Fuente Clarin.com

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