Un descubrimiento en el Vaticano genera impacto en el mundo del arte: una pintura perdida atribuida a Andrea Mantegna fue identificada en Italia tras siglos de desaparición. El cuadro, que se encontraba en malas condiciones dentro del Santuario de la Virgen del Rosario en Pompeya, ahora será exhibida por primera vez en los Museos Vaticanos, donde se presentará como una joya rescatada del Renacimiento.

La confirmación de la autoría requirió intervención directa de peritos especializados de la Santa Sede, quienes utilizaron tecnología de luz ultravioleta para autenticar la obra. Según detalló la agencia ANSA, el cuadro permanecerá tres meses en la Pinacoteca antes de regresar a su espacio original.

La pintura encontrada lleva por título “Deposición de Cristo y su existencia documentada, y se remonta al siglo XVI. La última referencia conocida figuraba en una carta escrita por Pietro Summonte en 1524, donde la menciona como parte del patrimonio de la basílica de San Domenico Maggiore, en Nápoles. Desde entonces, la obra desapareció del registro público y no hubo rastros concretos hasta este siglo.

La reaparición se produjo a partir de una imagen registrada en una base de datos digital. El historiador de arte Stefano De Mieri, al observar esa fotografía, sospechó que podría tratarse de un trabajo original de Mantegna.

Esa intuición motivó una revisión institucional que involucró al obispo de Pompeya, Tommaso Caputo, y luego a un equipo de restauradores y técnicos del Vaticano.

El proceso de verificación incluyó el uso de luz ultravioleta y análisis de pigmentos. Estas pruebas descartaron la posibilidad de que se tratara de una copia y confirmaron detalles técnicos propios del artista.

El estado de conservación revelaba intervenciones mal realizadas y zonas de repintado que habían distorsionado la imagen original. La restauración permitió recuperar parte de su composición original sin alterar la integridad histórica.

La obra permanecerá en exhibición temporal en la Pinacoteca Vaticana bajo el nombre El Mantegna de Pompeya. Una obra maestra redescubierta. Durante tres meses, el público podrá observar una de las piezas religiosas más relevantes del Renacimiento italiano, con un montaje pensado para destacar los descubrimientos obtenidos durante el análisis.

Este descubrimiento refuerza el papel de las tecnologías aplicadas al arte en tareas de recuperación patrimonial. Además, vuelve a poner en foco el valor de las obras almacenadas en espacios religiosos menos explorados. La pintura regresará luego a Pompeya, pero con una nueva consideración en el circuito académico y cultural.



Fuente Clarin.com

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