La historia puede enterrarse, pero también resurge. Rodrigo Vila entrelaza el pasado y el presente en Mengele, En el nombre del padre, novela publicada por VR Editorial en febrero que deviene en un relato inquietante sobre el legado del terrible médico y oficial alemán de las Schutzstaffel (SS) Josef Mengele y el auge de movimientos de extrema derecha.

Conocido como el ‘Ángel de la Muerte’, Mengele fue un médico nazi que realizó experimentos inhumanos en Auschwitz y logró huir a Sudamérica tras la Segunda Guerra Mundial.

Con una mezcla de ficción y hechos históricos, su libro plantea una pregunta perturbadora: ¿realmente aprendimos del pasado?

Para responderla, la novela imagina a Klaus Mengele postulándose políticamente y usando su nombre como estandarte. Vila cuenta en diálogo con Clarín que comenzó a escribir el libro hace cinco años y ve cómo muchas de sus ideas se cumplen hoy. Y recuerda cómo logró acceder a testimonios de hijos de nazis que viven en la Argentina.

Josef Mengele. Foto: archivo Clarín.Josef Mengele. Foto: archivo Clarín.

–¿Qué te llevó a escribir sobre Josef Mengele y su familia?

–Mi formación viene del cine y la dirección de documentales. He trabajado en varios proyectos sobre el nazismo en Argentina y Latinoamérica, entrevistando a investigadores como Osvaldo Bayer y Robert Potash. Siempre me intrigó el misterio alrededor de Mengele: uno de los pocos jerarcas nazis que nunca fue capturado. Existen muchas teorías sobre si estuvo protegido, y eso me llevó a ficcionar una historia basada en hechos reales. Más allá de todo lo que hizo en el campo de concentración de Auschwitz, siempre fue una figura misteriosa. Hace cinco años comencé a escribir esta novela y, en cierta forma, anticipé lo que está ocurriendo hoy en el mundo. El libro plantea que su hijo, usando el apellido Mengele, se postula en un movimiento ultraderechista transnacional en pleno crecimiento. Hoy veo cómo mucho de eso se está cumpliendo.

–Cuando mencionás que lo anticipaste, ¿qué viste en ese momento?

–No soy historiador, pero he estudiado mucho el tema y trabajado con archivos en Alemania, Argentina y Brasil. Veía círculos históricos que se repetían y podían dar lugar a un movimiento transnacional adaptado a los tiempos actuales. Lo trasladé a la novela, nivelando hechos concretos con ficción. La novela sale en paralelo a eventos actuales: la asunción de Trump, los gestos de Elon Musk hacia la extrema derecha alemana en la Convención del partido de la FD donde les brindó su apoyo diciéndoles a sus integrantes que son el futuro de Alemania. Todo esto refuerza la idea de que la historia puede resignificarse y repetirse.

–¿Accediste a fuentes o testimonios poco conocidos?

–Sí, trabajé durante varios años en el documental Projekt Huemul, el IV Reich en Argentina. En ese proceso, accedí a archivos desclasificados del Archivo General de la Nación que se abrieron durante el gobierno de Carlos Menem, donde escaneamos documentación sobre ex SS en Argentina, incluyendo legajos policiales que monitoreaban a Adolf Eichmann y Mengele. También entrevisté a hijos de figuras clave del nazismo en la Argentina, como Germán Müller, hijo de Alfred Müller, quien fue líder del partido nazi en el país. Osvaldo Bayer nos facilitó su casa para realizar esa entrevista en un terreno neutral. Además, hablé con el hijo de Kurt Tank, ingeniero aeronáutico que diseñó el Pulqui II. Estas conversaciones me ayudaron a entender cómo vivían en Argentina los descendientes de criminales nazis.

Mengele, En el nombre del padre, de Rodrigo Vila (VR Editorial). Foto: gentileza editorial.Mengele, En el nombre del padre, de Rodrigo Vila (VR Editorial). Foto: gentileza editorial.

–¿Creés que los descendientes de personajes como Mengele tienen alguna responsabilidad sobre su legado?

–No se puede responsabilizar a los hijos por los crímenes de sus padres, pero si de adultos reivindican su accionar, es otro tema. Hay casos diversos: los hijos de Eichmann defendían a su padre; otros se oponen rotundamente. En la novela, Klaus Mengele admite los errores de su padre, pero también usa su apellido para atraer a quienes aún lo consideran un referente. Cuando publicamos en redes sobre el libro, aparecen personas que siguen viendo a Mengele como un héroe. La banalización del mal –clave en el nazismo– sigue vigente porque la gente no conoce la historia en profundidad.

–Tu libro mezcla hechos históricos y ficción. ¿En qué proporción?

–Diría que es un 50/50. Los experimentos que Mengele realizaba en Auschwitz son reales. La ficción está en cómo su hijo construye su imagen pública y usa su historia como herramienta política. En aquella época, un mundo no globalizado, había una gran admiración por Alemania, sobre todo en las esferas del ejército argentino que décadas antes había sido instruido por el ejército prusiano. Había lazos estrechos con los alemanes. Cuando el nazismo toma el poder en Alemania y crece, una parte del ejercito lo veía con buenos ojos.

–Desde tu investigación, ¿se puede llegar a comprender a Mengele?

–Mengele juró como médico y, sin embargo, cometió atrocidades. No actuó solo: formaba parte de una comunidad científica y médica que usaba a los prisioneros como cobayos para grandes laboratorios alemanes. En su mundo, esas personas no eran seres humanos, y eso facilitaba que se los exterminara sin culpa. No se trata solo de Mengele: lo inquietante es cómo un país tan avanzado en ciencia, literatura y música terminó perpetrando un genocidio. Primero hubo un proceso de deshumanización: si se convencía a la gente de que judíos, gitanos u homosexuales no eran personas, eliminarlos era tan normal como matar una rata.

Josef Mengele de frente y de perfil.
Foto AFP / archivo Clarín.Josef Mengele de frente y de perfil.
Foto AFP / archivo Clarín.

–¿Considerás que las lecciones del nazismo siguen vigentes en la sociedad actual?

–Es muy bueno lo que planteás, porque es la discusión actual en todo el mundo. Definitivamente sí. Se banalizan los hechos más atroces de la historia moderna. Se toman símbolos y discursos sin entender su verdadero significado. Muchos no lo saben por ignorancia; otros, porque simplemente no les importa. Hoy, la información se consume de manera superficial. Lo importante no es el contenido, sino quién lo dice. Si alguien sigue a una figura pública, puede aceptar cualquier discurso sin cuestionarlo. La falta de pensamiento crítico es peligrosa y nos hace vulnerables a la manipulación.

–¿Esperás que tu libro cambie la forma en que se percibe a Mengele o que abra un espacio de reflexión?

–Lo primero es que el lector se entretenga. Como documentalista y escritor, quiero que la historia atrape. Pero también me interesa que genere debate. Si no provoca nada, si no lleva a pensar en lo que pasa en el presente y lo que puede venir en el futuro, sería un desperdicio. La Argentina, en particular, es un país que repite errores constantemente. Es clave conocer al otro, comprender los conflictos y generar espacios de discusión. En estos tiempos, eso se ha perdido: hoy la gente se encierra en su vereda y no quiere escuchar al de enfrente.

Rodrigo Vila básico

  • Es director, productor y guionista. Se graduó como productor de Medios de Comunicación y estudió Dirección de Teatro con Juan Carlos Gené. Se especializó en la historia de España, Francia e Italia.
  • Trabaja en documentales, dramas de ficción y películas de género, premiadas en festivales internacionales. Ha recibido el premio Cóndor de Plata, dos Martín Fierro y el Carlos Gardel.
  • Entre sus producciones destacan figuras como Mercedes Sosa, Astor Piazzolla, Lionel Messi y Charly García. Mengele. En el nombre del padre es su primera novela.

Mengele, En el nombre del padre, de Rodrigo Vila (VR Editorial).





Fuente Clarin.com

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