En un gesto de comunidad y compromiso, vecinos, talleres y organizaciones de Avellaneda se unieron para restaurar la calesita de la plaza Suspisiche, ubicada en Sarandí. Abandonada desde hace varios años, la atracción infantil que data de los años 70, recuperará su brillo gracias a la iniciativa del Taller Ribera Sur y el acompañamiento de distintos espacios barriales. Se estima que los arreglos finalizarán a fines de febrero, permitiendo que los chicos y chicas vuelvan a disfrutarla.

El taller Ribera Sur, que funciona en Sarandí desde hace más de un año, es un espacio dedicado a la producción artística y social. Aunque no es un centro cultural, su actividad se centra en la creación de obras y eventos colectivos. En una de sus reuniones con vecinos y el calesitero de la plaza, surgieron preocupaciones sobre el deterioro de la calesita, lo que los llevó a tomar una decisión desafiante: restaurarla.

“Restaurar una calesita implica mucho dinero y trabajo. Pero decidimos asumir el desafío porque sabemos trabajar con materiales y reparar estructuras”, explica Lucía Fariña, desde Ribera Sur. Al iniciar la restauración, se encontraron con un desafío mayor al esperado, lo que llevó a convocar a otros espacios comunitarios.

La iniciativa creció con la participación de los centros culturales Alas del Sur, La Capitana, El Bastión y la Unidad Básica Jorge Berrozpe, organizaciones que ya desarrollaban actividades en la plaza.

El proceso de restauración fue integral. Se cambiaron todos los pisos y paneles, se pintaron los juegos y las rejas, y ahora se están incorporando detalles decorativos. Este jueves, por ejemplo, se llevará a cabo una jornada especial de fileteado porteño para embellecer la estructura con este tradicional estilo artístico.

Arreglos en la calesita de la plaza Supisiche de Sarandí en Avellaneda.Arreglos en la calesita de la plaza Supisiche de Sarandí en Avellaneda.

“Ya fueron fondeados los juegos de colores y restaurados. Ahora los vamos a decorar”, detallaron los organizadores, que además, convocaron a una jornada de trabajo el sábado 15 a las 10 horas para terminar de pintar el espacio.

El esfuerzo no solo fue físico, sino también económico. Si bien el Municipio colaboró con materiales, muchas herramientas y recursos fueron costeados por los propios voluntarios. Para sostener el proyecto, se organizaron jornadas de trabajo los sábados y eventos de recaudación, incluyendo la venta anticipada de vueltas en la calesita.

Arreglos en la calesita de la plaza Supisiche de Sarandí en Avellaneda.Arreglos en la calesita de la plaza Supisiche de Sarandí en Avellaneda.

Al advertir la situación los vecinos se acercaron para colaborar, aportar materiales o simplemente disfrutar del proceso. “Las caritas de los nenes cuando miran la calesita nos llenan de ternura. Nos recuerda la ilusión de estar ahí arriba cuando éramos chicos”, comentaron los restauradores.

Arreglos en la calesita de la plaza Supisiche de Sarandí en Avellaneda.Arreglos en la calesita de la plaza Supisiche de Sarandí en Avellaneda.

El impacto de esta iniciativa no solo se mide en la recuperación de un espacio físico, sino en la reconstrucción del lazo social. “Nos organizamos y logramos lo que llamamos comunidad organizada para salvar la calesita.”, concluyeron.

Arreglos en la calesita de la plaza Supisiche de Sarandí en Avellaneda.Arreglos en la calesita de la plaza Supisiche de Sarandí en Avellaneda.

El sueño está a punto de hacerse realidad. La inauguración de la calesita está prevista para fines de febrero. Con esta restauración, la plaza Suspisiche recuperará no solo un juego, sino también un símbolo de encuentro y alegría para el barrio. Un ejemplo de que, cuando la comunidad se une, todo vuelve a girar.



Fuente Clarin.com

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