Es “frecuente que pases por alto los comportamientos tóxicos diarios que pueden ser más sutiles o difíciles de detectar”, dice Oriol Lugo en su libro ¡Cortá por lo sano! Manual para liberarse de relaciones tóxicas y construir vínculos saludables (RBA). “Es vital aprender a detectar estos comportamientos para protegerte, poner límites y alejarte de la fuente que los genera”.

“Si avanzas por una zona que puede ser potencialmente peligrosa, es crucial instruirse en reconocer las señales externas”, dice el doctor en psicología y coach.

A continuación, un listado de señales de peligro que Oriol Lugo incluye en dicho libro. Se identifican con posibles conductas de manipulación, chantaje, presión, maltrato o violencia psicológica y de otros tipos. Es clave poder reconocer esta clase de comportamientos dañinos, asociados con relaciones tóxicas.

Relaciones tóxicas: señales de peligro

Señales de peligro: conductas de manipulación, chantaje, presión, maltrato o violencia psicológica y de otros tipos. Foto: ilustración Shutterstock.Señales de peligro: conductas de manipulación, chantaje, presión, maltrato o violencia psicológica y de otros tipos. Foto: ilustración Shutterstock.

1 – Negación, minimización y distracción

Se niega la realidad de lo ocurrido, se quita importancia a un hecho o a una situación, o simplemente se cambia de tema. El uso sin sentido de elementos en la conversación puede llevar a que el otro desista de querer discutir.

De esta forma, el interlocutor evita responsabilizarse y justifica sus acciones, lo que genera inseguridad en el otro.

2 – División, aislamiento social y reclutamiento

Se trata de separar a la persona de su círculo social (compañeros, amigos, familiares), y de debilitar así sus sistemas de apoyo, para que dependa más del manipulador. Este puede tratar de influir en el círculo social de la persona y ponerlo en su contra.

3 – Luz de gas, poner palabras en tu boca y generar explosiones emocionales

Se altera la percepción de la realidad de la otra persona con el propósito de hacerle creer que su percepción es incorrecta o fantasiosa, lo que puede generar confusión y dudas acerca de sí misma.

También pueden simular diálogos o comentarios fingiendo falsas autorías, así como transmitir mensajes desagradables hasta que el otro no pueda soportarlo más y estalle.

Hay casos en los que se altera la percepción de la realidad de la otra persona con el propósito de hacerle creer que su percepción es incorrecta. Foto: ilustración Shutterstock.Hay casos en los que se altera la percepción de la realidad de la otra persona con el propósito de hacerle creer que su percepción es incorrecta. Foto: ilustración Shutterstock.

4 – Mentiras, engaños e infantilización

Se proporciona información falsa o tergiversada para, de esta forma, obtener algún beneficio o control del otro. Las mentiras pueden ser directas o por omisión y buscan la confusión y el control. Los engaños pueden llegar a escalar hasta tal nivel que se niegue cualquier evidencia o prueba por muy real que ésta sea.

También el hecho de tratar al otro como a un niño hace que se obvie información o no se explique todo lo ocurrido con el pretexto de una falta de comprensión.

5 – Culpabilización, actos autodestructivos y chantaje emocional

Consiste en hacer responsable de los actos a la otra persona, aunque esta no tenga la culpa o sea algo ficticio. El manipulador puede llegar a cometer acciones que vayan en contra de su integridad con el fin de despertar la culpa en el otro.

De este modo, se presiona a la víctima para que actúe y el comportamiento del manipulador sea justificable. Al provocar sensaciones desagradables, es mucho más fácil que se acceda a cualquier petición.

6 – Sobrecarga, falsa bondad y sobreprotección

Se trata de dar a la persona demasiada información, imponer un exceso de tareas o hacer que asuma excesivas responsabilidades con el propósito de que se sienta abrumada, lo que le generará altos niveles de estrés, cansancio y aturdimiento.

Además, esta sobrecarga puede ir en combinación con la falsa bondad cuando el manipulador se muestra amable y con el aparente ánimo de generar un bien mayor con sus peticiones. Puede usar como excusa un fingido interés en la protección y el bienestar de la víctima. El fin último de este comportamiento es llegar a controlarlo o explotarlo.

¡Cortá por lo sano! Manual para liberarse de relaciones tóxicas y construir vínculos saludables (RBA).¡Cortá por lo sano! Manual para liberarse de relaciones tóxicas y construir vínculos saludables (RBA).

7 – Intimidación, uso del miedo y de la venganza

Esta conducta trata de hacer que la otra persona se sienta asustada o vulnerable para aprovechar su miedo y controlarla u obtener algo a cambio. La intimidación puede ser física o emocional, directa o encubierta, y pueden emplearse toda clase de acciones (golpes, insultos, amenazas…).

El manipulador puede conocer cuáles son los puntos vulnerables que más temor generarán en el otro. Asimismo, puede formular una cierta venganza futura como forma de condicionar exigencias en el presente.

8 – Victimización, proyecciones y agresiones pasivas

Consiste en hacerse pasar por la víctima para lograr así presionar al otro y obtener su atención, sus cuidados y otros beneficios. Al convertirse en la víctima, se evitan responsabilidades y se justifican ciertas acciones.

La victimización puede ser real o fingida, pero siempre tiene el propósito de manipulación. Se puede transferir gran parte del malestar interno hacia el otro en forma de acusaciones o también la persona puede canalizar su malestar comportándose con un enojo continuo, en lugar de expresar sus emociones de forma clara y directa.

La victimización puede ser real o fingida, pero siempre tiene el propósito de manipulación. Foto: ilustración Shutterstock.La victimización puede ser real o fingida, pero siempre tiene el propósito de manipulación. Foto: ilustración Shutterstock.

9 – Seducción, halagos excesivos o intermitentes e invasión de límites

Este comportamiento tiene el propósito de atraer a una persona para obtener algo de ella o controlarla. Se exageran los aspectos positivos del otro o de la situación. Pueden producirse de forma discontinua, lo que genera dependencia, y con la intención de que se sienta más cómodo y acepte cualquier petición.

Busca crear una conexión emocional intensa para generar con ella más influencia. También se trascienden las barreras o los límites que se puedan haber establecido.

10 – Comparaciones, menosprecios y generalizaciones

Se comparan constantemente las cualidades de la persona con las de otras, con el fin de rebajar el valor de sus acciones o de su forma de ser. Además, se pueden generalizar los defectos y los errores magnificándolos falsamente. El propósito es hacer sentir inferior o inseguro al otro a la vez que se le causa una fuerte dependencia.

Fragmento del libro ¡Cortá por lo sano! Manual para liberarse de relaciones tóxicas y construir vínculos saludables (RBA), del doctor en psicología y coach Oriol Lugo.



Fuente Clarin.com

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