Sumar, el partido minoritario en la coalición de izquierdas que gobierna España junto a los socialistas desde 2023, amenaza a Pedro Sánchez con salir del gobierno por el escándalo de corrupción que estalló dentro del PSOE.
El socio de gobierno necesita, desesperadamente, despegarse de la detención del ex secretario de organización del Partido Socialista, Santos Cerdán, señalado como el “gestor” de las coimas que pagaban empresas privadas para conseguir contratos de obras públicas. La trama corrupta afecta, además, al ex ministro de Transportes de Sánchez, José Luis Abalos, y a su ex chofer y asesor, Koldo García.
Según las sospechas del juez del Tribunal Supremo que instruye la causa a partir de un informe de la Guardia Civil que reveló la red de “mordidas”, podría haber más personas “individuales o jurídicas” involucradas en la corrupción calculada en cinco millones de euros.
Esta presunción sobrevuela sobre lo que, para los socialistas, sería el infierno tan temido: que las coimas no sólo hubieran enriquecido los bolsillos de los ex dirigentes corruptos sino que se hubieran extendido a la financiación del PSOE.
Este sería el límite para que Sumar rompa con Pedro Sánchez y la actual Legislatura se desmorone. “Eso (la financiación turbia del Partido Socialista) supondría que hay una trama totalmente consciente y organizada para saquear las organizaciones públicas”, señalaron este miércoles.

Este miércoles, miembros del PSOE y de Sumar se reunieron para analizar la crisis que provocó el escándalo de las coimas y cómo relanzar un gobierno que se desangra.
Sumar salió del encuentro “profundamente decepcionado”. Y señalaron que el presidente Pedro Sánchez tiene “una última oportunidad”: el miércoles 9 de julio, cuando se presentará en el Congreso de los Diputados en una sesión que sólo tratará sobre corrupción.
“Les hemos pedido que estemos a la altura y no parece que el Partido Socialista haya tomado todavía conciencia de la gravedad y de la urgencia de la situación”, dijo este miércoles el ministro de Cultura y vocero de Sumar en el Congreso, Ernest Urtasun.
La debilidad de la izquierda
Sumar es, a su vez, una coalición de izquierdas aún más a la izquierda del PSOE que nació para competir en las elecciones generales de 2023 de la mano de Yolanda Díaz, que había sido ministra de Trabajo del gobierno anterior y a quien Pablo Iglesias ungió como futura líder de la izquierda alternativa al socialismo cuando él abandonó Podemos.
En aquellos comicios del 2023, Sumar entró al Parlamento con 31 diputados. Desde entonces, sin embargo, sus filas fueron enflaqueciendo. Podemos, el partido de los indignados que llegó a co-gobernar con el PSOE entre 2020 y 2023, abandonó Sumar por desacuerdos con Yolanda Díaz quien, a su vez, dejó la conducción del partido el año pasado, luego de haber obtenido un escuálido resultado en las elecciones al Parlamento europeo.
Otra de las formaciones que se habían sumado al partido de la vicepresidenta, el valenciano Compromís, se apartó de Sumar la semana pasada. Su única diputada pasó al grupo parlamentario llamado “mixto”, por no alcanzar los requisitos de los grupos parlamentarios, “para poder fiscalizar mejor al PSOE”. La representación parlamentaria de Sumar al día de hoy es de 26 diputados.

Las ganas de seguir dos años más
Sumar expresó este miércoles que su intención, como la del PSOE, es llegar a 2027, fecha en la que el calendario electoral fija los próximos comicios nacionales.
Aunque no lo blanquean el público, saben que, si el escenario de las urnas se adelanta, el Partido Socialista lo tendría difícil. Y sin un triunfo del PSOE, a Sumar le costaría aún más volver a estar en un gobierno.
“Para llegar a 2027 el PSOE tiene que moverse, no va a bastar con inmovilismo y maquillaje”, advierte Sumar.
Las contradicciones de Sumar
Cuando se levantó el secreto de sumario del informe de la Guardia Civil y toda España descubrió los indicios sobre las coimas que habría cobrado los ex dirigentes del Partido Socialista, la vicepresidenta y ministra de Trabajo Yolanda Díaz fue la primera en reunirse con el presidente Sánchez. Le pidió “medidas urgentes de regeneración democrática”.
Al día siguiente, Sánchez asistió al Congreso para la última sesión de control al gobierno. Ni la vicepresidenta ni los ministros de Sumar que no debían responder preguntas del resto de los grupos parlamentarios asistieron en un claro gesto por despegarse del gobierno, aún siendo parte del gabinete de Sánchez.
Díaz no tardó en desacreditar al presidente. Mientras Pedro Sánchez afirmaba que “la corrupción cero no existe y que el PSOE actuó con contundencia apenas la detectó destituyendo del partido a quienes fueron denunciados”, ella contraponía que “la corrupción cero sí es posible”.
“Yo no robo, mis ministros no roban, y venimos de unos espacios que llegan gobernando muchos años y no roban. La corrupción cero existe”, insistía Yolanda Díaz.
Este miércoles, durante una entrevista radial, la ministra de Trabajo aseguró que, si ella estuviera en el lugar de Alberto Núñez Feijóo -el presidente del PP y líder de la oposición-, presentaría una moción de censura contra Sánchez. “Yo la presentaría, lo digo así de claro -afirmó Díaz-. El problema es que Feijóo no está ahí y no tiene proyecto de país”.
Por su parte, Núñez Feijóo criticó la actitud de la vicepresidenta por no abandonar la coalición de gobierno luego del escándalo de corrupción en el PSOE: “O sea, los suyos no roban y los que están a su lado roban. ¿Y usted sigue en un gobierno que roba? Esto es incompatible, ya no solamente con un programa electoral, sino con la inteligencia”, ironizó Núñez Feijóo.