Este jueves comenzó el juicio por el crimen de Catalina Gutiérrez (21), la joven influencer y estudiante de Arquitectura asesinada el 17 de julio de 2024 en Córdoba. El único imputado por el asesinato es Néstor Soto (22), compañero y amigo de la víctima en la facultad.
Soto enfrenta cargos por homicidio agravado por alevosía y violencia de género, lo que podría derivar en una pena de prisión perpetua.
El juicio, que se lleva adelante en la Cámara en lo Criminal y Correccional 11° de la Ciudad de Córdoba, contará con la participación de jurados populares y se extenderá durante dos semanas, hasta el 19 de marzo.
El imputado había sido internado la semana pasada luego de una evaluación interdisciplinaria que detectó que atravesaba episodios de “ansiedad, angustia, irritabilidad, llanto espontáneo, ideación tanática y planificación suicida”.
Néstor Soto, el acusado de matar a Catalina Gutiérrez. Foto: La VozA raíz de este diagnóstico, se suspendió el inicio del juicio, que estaba previsto inicialmente para el 27 de febrero.
Sin embargo, después de recibir tratamiento médico, Soto se presentó en el banquillo este jueves a partir de las 9. La decisión del tribunal conformado por Horacio Augusto Carranza, Susana Frascaroli y María Gabriela Rojas Moresi se basó en un informe médico que determinó que el acusado ya estaba en condiciones de asistir a las audiencias.
Minutos antes del inicio del juicio, la abogada de Soto, Ángela Burgos, habló con la prensa y afirmó que buscará quitar las acusaciones de alevosía y femicidio, y que su estrategia será mantener la imputación por homicidio.
La influencer cordobesa Catalina Gutiérrez.Por su parte, los abogados y la familia de Catalina esperan que el acusado reciba la pena máxima: cadena perpetua. “Queremos que se haga justicia y que no salga nunca más“, expresó Marcelo Gutiérrez, padre de la víctima y querellante en el caso.
Cómo fue la primera audiencia del juicio
A las 10 de la mañana, comenzó la primera audiencia del juicio. El asesino llegó al tribunal con la mirada perdida. Mostró pocas expresiones, aunque en algunos momentos se lo vio sonreír y abrazarse con su abogada.
Además, presentaba una herida en la ceja derecha y el ojo morado, aunque se desconoce cómo se las produjo. Detrás de él, su madre, Jeannette Soto, lo acompañó durante toda la jornada, visiblemente emocionada y secándose las lágrimas.
El fiscal de Cámara, Marcelo Sicardi, fue el encargado de explicar al jurado popular los detalles de la acusación, haciendo hincapié en los dos agravantes que pesan sobre el imputado: alevosía y violencia de género.
En relación con la alevosía, Sicardi aclaró que este agravante se da cuando el agresor asesina a la víctima de forma tal que ésta no puede defenderse ni pedir ayuda.
En este caso, subrayó que Soto hizo bajar a Catalina de su auto y la convenció de ingresar a su casa antes de dirigirse al Patio Olmos, donde ambos se encontrarían con amigos.
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La joven, de 21 años, tenía más de 30 mil seguidores en esa red social. Era modelo y estudiaba arquitectura.
En cuanto a la violencia de género, el fiscal detalló las diferentes modalidades de esta, como la física, psicológica, económica y simbólica, y destacó la condición de superioridad en la que el acusado se encontraba frente a Catalina.
Además, explicó que los análisis de los mensajes entre ambos y los testimonios de allegados serán clave para determinar la dinámica de la relación.
Soto, según la investigación, celaba a Catalina y exigía constantemente su atención, un factor importante en el contexto del crimen.
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Catalina Gutiérrez tenía 21 años y era estudiante de arquitectura. Se investiga las causas de su muerte.
Luego fue el turno de la querella, representada por los abogados Carlos Hairabedian y Santiago Capdevila, quienes acompañaron la acusación del fiscal, pidiendo la máxima pena para Soto.
En su intervención, la abogada defensora del imputado cuestionó los agravantes de alevosía y violencia de género, buscando que su defendido no enfrente la pena de prisión perpetua, la única posible para los casos de femicidio, según lo establece el Código Penal.
En la audiencia, Soto no declaró, aunque su abogada adelantó que lo haría en otro momento del juicio. Sin embargo, un testimonio desgarrador marcó el inicio de este proceso: Eleonora Carranza, madre de Catalina, tomó la palabra y relató con emoción los últimos momentos de su hija.
“Empezaron a llegar todos y llegó Néstor gritando: ‘¿Quién pudo haber hecho esto? ¡Qué barbaridad!'”, recordó la mujer entre lágrimas. En su relato, la madre detalló cómo Soto le pidió un baño y un cargador para el teléfono, un comportamiento que le llamó la atención.
El femicida de Catalina Gutiérrez confesó el crimen.“Me miró con frialdad y me dijo ‘estoy muy nervioso porque la Policía me está haciendo muchas preguntas’”, contó Eleonora, quien más tarde confesó que en ese momento sospechó de Soto.
Por último, agregó: “Él podrá tener la perpetua que son 35 años, pero mi dolor es perpetuo. Hasta el último suspiro va a ser mi dolor”.
El crimen que conmocionó a Córdoba
El 17 de julio de 2024, Catalina Gutiérrez, salió de su casa en barrio Inaudi, Córdoba, para encontrarse con amigos en el shopping Patio Olmos. Lo último que supieron de ella fue que, alrededor de las 21, había ido al departamento de Néstor Soto, su compañero de facultad de Arquitectura, ubicado en la calle Podestá Costa.
Unos minutos después, dejó de responder los mensajes. A las 22.20, una cámara de seguridad registró el paso del Renault Clio de Soto por avenida Valparaíso, pero ya para entonces Catalina estaba muerta.
Según la investigación, en el departamento del imputado se produjo una discusión que escaló en un violento forcejeo, durante el cual el joven habría estrangulado a la víctima.
Tras cometer el crimen, intentó deshacerse del cuerpo. Primero abandonó el auto en barrio Ampliación Kennedy y trató de prenderle fuego, buscando borrar las evidencias. La familia de Catalina denunció su desaparición esa misma noche, y al rastrear su celular, descubrieron su cuerpo en el asiento trasero del vehículo.
Néstor Soto está acusado de asesinar a Catalina Gutiérrez el 17 de julio de 2024. Al principio, Soto colaboró con la búsqueda, pero al día siguiente se presentó ante la Justicia y confesó el crimen, asegurando que Catalina era “el amor de su vida”. En las pericias psicológicas, admitió haberla matado de forma consciente.
La autopsia confirmó que la causa de muerte fue asfixia mecánica por estrangulamiento, tras haber sido brutalmente golpeada. Ahora, Soto enfrenta cargos por homicidio agravado por alevosía y violencia de género.
Maestría Clarín / Universidad San Andrés