Miguel Ángel Romero (39) había llegado hacía pocos meses a la zona rural de Olavarría. Vivía allí con su pareja, Daiana Contreras (34), y la hija de ella, Iris Uhart (4). Este jueves Romero nunca llegó a su trabajo. La ausencia puso en alerta a un vecino, que se acercó a la vivienda. Al ingresar, los policías encontraron al hombre, a la mujer y a la nena muertos dentro de una habitación cerrada por dentro. Investigan un femicidio y homicidio seguido de suicidio.
Todo ocurrió en la estancia “El rincón del 18”, en Espigas, a 40 kilómetros de la ciudad de Olavarría, en el centro de la provincia de Buenos Aires. Tras el aviso del vecino, el jueves por la noche la Policía bonaerense encontró a Romero, Contreras y Uhart sin vida.
La habitación en la que estaban los cuerpos se encontraba cerrada, con la llave puesta del lado de adentro. Esa es una de las claves del crimen y por la que, en principio, descartan la participación de otras personas.
Las heridas son otras de las pistas que guiaron a los investigadores para caratular el caso.
Contreras fue víctima de asfixia mecánica, mientras que la nena de 4 años presentaba un golpe contundente que le generó hundimiento de cráneo. A metros de ambas, Romero tenía una herida cortopunzante en la zona pectoral y estaba colgado de un picaporte de la puerta de la habitación, casi arrodillado e impidiendo en inicio el acceso de los agentes a la escena.
En un inicio se barajó la posibilidad de que la menor fuera la hija de ambos, aunque en las últimas horas del jueves esa hipótesis fue echada por tierra por los investigadores y obligó a cambiar el mapa conceptual, que viró desde “femicidio y filicidio seguido de suicidio” a “doble homicidio seguido de suicidio”. Según consignaron fuentes de la investigación al portal En Línea Noticias, los cuerpos habrían llevado más de 17 horas antes de ser encontrados.
Los agentes de la división Científica de la Bonaerense confiscaron, durante el peritaje de la escena, un cuchillo, tres teléfonos celulares y una faja pampa -un tradicional cinturón campero- que, se presume, habría sido un arma de estrangulamiento. Intervino también el fiscal Christian Urlézaga, del Departamiento Judicial de Azul con sede en Olavarría.
Desde entonces, investiga la Unidad Funcional de Instrucción N°5, especializada en Violencia de Género, a cargo de Mariela Viceconte. Apenas horas antes había renunciado la directora de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Municipalidad de Olavarría, Patricia Pérez, por versiones de violencia y acoso en esa área de la gestión comunal, según consignan medios locales como Olavarría Hoy.
“Ella tenía causas de violencia y contra la nena con otras parejas, y Romero la habría rescatado de otro campo y terminó así. Esas causas fueron tramitadas en Bolívar”, señalaron a En Línea Noticias.
Romero era oriundo de Corrientes y llevaba junto con Contreras pocos meses en pareja. Luego ambos llegaron a “El rincón del 18”, desde otro campo en Arboledas, en el partido de Daireaux.