La cosecha y las ventas de soja de la campaña 2024/25 vienen levemente retrasadas respecto del avance habitual para esta fecha, pero en las últimas semanas se observó un importante acelere y emergió una particularidad: hay una fuerte inclinación a vender los granos, fijar precio y despacharlos en lugar de a embolsarlos y esperar, en comparación con la dinámica de otros años.

Según un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), hasta la semana pasada se llevaban comprometidas 13 millones de toneladas de soja 2024/25, de las cuáles 6,1 Mt ya tenían puesto un precio en firme. “A partir de marzo los contratos por soja se duplicaron, dinámica que no veíamos desde el ciclo 2018/19 para estas fechas, al mismo tiempo que el volumen de toneladas vendidas con precio en firme se triplicó, pasando de 1,9 Mt a 6,1 Mt en 60 días. Lo que implica que un 9% de la cosecha de soja cerró precio en el último tiempo, la proporción más alta en cinco años”, indica el informe elaborado por Matías Contardi, Blas Rozadilla y Emilce Terré, economistas de la BCR.

Sebastián Salvaro, analista del mercado de granos y co fundador de la consultora Simpleza, dice que el fenómeno se explica principalmente por un clima que tras un inicio lluvioso se tornó más favorable para poder avanzar en la cosecha. Luego aclara que hoy el avance de la trilla es del 45%, un retraso de 6-10 % contra la misma fecha del año pasado. “Eso hace que algunos vendan por cuestiones logísticas y por necesidades, ya que salir de los lotes luego de varios días de lluvia hace que no quieras embolsar esa mercadería”, detalla.

Por su parte el corredor de granos Adolfo Shaw, de la firma Enrique Zeni y Cia, explica por qué si bien las ventas de soja vienen retrasadas respecto del año pasado, las ventas con precio fijado muestran un avance mayor. “La primera razón es que la soja vale menos que el año pasado -a esta altura estaba en 310 dólares/tn y ahora está en torno a 280-, y con la revaluación del peso, a los productores se les hacen más caros los gastos en dólares, entonces hace falta vender más toneladas de soja para cubrir los gastos”, dice Shaw.

La segunda razón que menciona el analista tiene que ver con las retenciones, que hoy están en 26% y a partir del 30 de junio volverían a la alícuota del 33% para las exportaciones de porotos. “La gente ve que no tiene mucho sentido quedarse con un producto que dentro de poco más de un mes va a terminar con retenciones más altas”, dice.

Lo cierto es que tal como describen desde la BCR, a medida que se van levantando los granos se agudiza la llegada de camiones a los puertos. Durante abril el ritmo promedio fue de 5.300 camiones diarios hacia las terminales del Gran Rosario, incrementándose paulatinamente hacia final de mes. “En total, hasta el jueves de la semana pasada habrían ingresado 4,8 Mt de soja desde que comenzaron las labores, el mayor volumen desde el 2022. Lo que se traduce en un peso logístico significativo, por lo que el lugar en puerto ha comenzado a tener valor, implicando un descuento sobre los granos negociados en el disponible”, detalla el informe.

Mientras tanto, en el día de hoy las empresas exportadoras presentaron Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) por un volumen de nada menos que 559.905 toneladas y llevan acumuladas 2.914.247 tns desde fines de enero, cuando se anunció la rebaja de retenciones.

En este contexto, para alegría de los productores se observó un salto en la cotización de la oleaginosa en el mercado de Chicago, tras los nuevos términos acordados durante el fin de semana entre Estados Unidos y China en la disputa arancelaria, pasando de los 384 dólares por tonelada en el cierre de la semana pasada a superar los 391 dólares por tonelada.

“Estos 90 días de tranquilidad es lo que de alguna manera buscaban todos los mercados y el de soja en particular, y se celebró con aumento de precios hoy”, destaca Salvaro. En concreto, las tasas impuestas por China para los productos estadounidenses bajarían de 125 a 10%, y las de Estados Unidos para productos chinos pasan de 145 a 30%. “Esto hace que mucho de lo que se metía en los precios relacionado al impuesto, se realoque a los granos”, dice el analista, y aclara: “De todos modos el fundamento de los cultivos sigue siendo bajista en el corto plazo con algunos temas tal vez alentadores de largo plazo, como es una eventual baja de área sembrada en Estados Unidos”.



Fuente Clarin.com

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