Solo fueron 30 segundos. El 15 de enero de 1944, cuando faltaban 11 minutos para las 9 de la noche, un terremoto sin precedentes destruyó casi toda la ciudad de San Juan y provocó la muerte de unas 10.000 personas.
El epicentro del terremoto fue localizado 20 kilómetros al norte de la ciudad de San Juan, en las proximidades de La Laja, en el departamento Albardón. El movimiento sísmico también fue percibido en las provincias de Córdoba, La Rioja, Mendoza y San Luis.
Con una magnitud de 7,4 grados en la Escala Richter, el terremoto tuvo gran cantidad de réplicas que terminaron por derrumbar algunas viviendas y otras construcciones que habían quedado en pie.
Precisamente, las construcciones de la ciudad eran en su mayoría de adobe y ladrillo cerámico macizo, algunas de ellas muy antiguas y carentes de algún refuerzo para prevenir terremotos.

Terremoto de San Juan de 1944 un desastre natural que marcó la historia de Argentina
Un artículo del gobierno de San Juan en su página web dice que “poco rato después del movimiento comenzó a llover torrencialmente, situación que duró varios días, y fue agravada por un frío inesperado. Luego vino el tradicional calor del enero sanjuanino, el hedor de los cadáveres debajo de los escombros y su posterior cremación en pilas, ya sea a los costados de las calles o en el cementerio, fue necesaria evitar que se propagara la fiebre tifoidea”.

Como dijimos, y a pesar de que la región ya había sufrido algunos terremotos, el tipo de construcción hizo que los techos y las fachadas se derrumbaran de manera inmediata y durante las réplicas. El 80% de la ciudad quedó destruida.
Entre las primeras acciones que adoptó el gobierno fue disponer la remoción de los escombros para retirar los cadáveres y habilitar las calles para el tránsito de los vehículos.
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“Desde topadoras a carros para el transporte, todo tipo de medio se utilizó. También se demolieron los edificios que presentaron graves fallas estructurales. Fue decretado el toque de queda, pues los actos de pillaje también existieron en aquellos días de dolor”, agrega el artículo del Gobierno de San Juan.
Luego destaca el papel del Ejército, que se ocupó de las primeras necesidades como la comunicación y la instalación de puestos sanitarios.
Mendoza: solidaridad en la madrugada

Desde Mendoza llegó la primera ola solidaria, expresada en el envío de personal sanitario y medicamentos en dos trenes que partieron de la provincia vecina en la madrugada del 16 de enero.
Pero desde la gobernación de San Juan se recuerda que “otras provincias también presentaron su auxilio, y fue Córdoba, La Rioja, San Luis, Salta y Santa Fe“.

Tres días después del terremoto llegó a la Estación San Juan del Ferrocarril Pacífico el presidente argentino, general Pedro Pablo Ramírez.
Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, a cargo del general Juan D. Perón, se organizó una gran colecta nacional hasta llegar a reunir poco más de 38 millones de pesos.

El artículo del gobierno de San Juan afirma que “la Argentina debió aceptar, a partir de 1944, el desafío de poner en pie casi toda una ciudad de más de 80.000 habitantes. Las principales acciones llevadas a cabo en este período en materia de vivienda fueron iniciadas desde el Consejo de Reconstrucción de San Juan, el Banco Hipotecario Nacional y el Instituto Provincial de la Vivienda”.
“Este emprendió acciones para atender la emergencia (dice la web del Gobierno de San Juan), entre las que comprendía la construcción de barrios de carácter precario, así surgieron 25 barrios en zonas suburbanas con serios problemas de infraestructura básica de servicios. En el Gran San Juan se construyeron 7794 viviendas, mientras que en los departamentos fueron distribuidas 1930 viviendas más”.

El terremoto significó sin dudas un quiebre en la economía sanjuanina, pero permitió una nueva reconstrucción de viviendas donde se tuvieran en cuenta las características de hábitat sismo resistentes.
Con los años, San Juan fue totalmente reconstruida hasta adoptar el aspecto que muestra en la actualidad.