Ubicada entre la provincia canadiense de Nuevo Brunswick y el estado estadounidense de Maine, la Isla Machias Seal es un pequeño territorio deshabitado que se encuentra en disputa entre Estados Unidos y Canadá.

A pesar de su reducida extensión, esta isla continúa siendo motivo de controversia desde hace más de dos siglos, con episodios que se remontan a la guerra de 1812. Su ubicación estratégica dentro de una importante ruta marítima y la riqueza de sus aguas en recursos pesqueros son algunos de los motivos que mantienen vivo el conflicto.

Recientemente, las tensiones resurgieron tras las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien describió la frontera entre ambos países como una “línea trazada artificialmente” y hasta llegó a sugerir la anexión de territorios canadienses. Este nuevo contexto político puso nuevamente en el centro del debate la soberanía de la Isla Machias Seal.

La disputa sobre la Isla Machias Seal comenzó formalmente en 1783, con el Tratado de París, que puso fin a la Guerra de Independencia de Estados Unidos. Según su interpretación, pertenecía a Estados Unidos, mientras que el Reino Unido, que entonces gobernaba lo que hoy es Canadá, afirmaba que la isla formaba parte de Nueva Escocia.

Durante la guerra anglo-estadounidense de 1812, tanto británicos como estadounidenses reclamaron la isla y las aguas circundantes debido a su valor estratégico. Posteriormente en 1832, Reino Unido reforzó su posición al construir un faro en la isla, que luego quedó bajo administración canadiense. Desde entonces, Canadá mantuvo una presencia intermitente en el territorio con fareros que realizan inspecciones de mantenimiento.

A pesar de su pequeño tamaño, la isla tiene una gran importancia en el ámbito comercial debido a la riqueza de sus aguas, especialmente en la pesca de langosta. Tanto Canadá como Estados Unidos permiten que sus pescadores operen en la zona, lo que en varias ocasiones provocó roces.

En un intento por resolver la disputa, ambos países llevaron el caso ante la Corte Internacional de Justicia en 1981. Si bien la corte delimitó el límite marítimo al sur de la isla, dejó abierta la cuestión de la soberanía terrestre, permitiendo a ambas naciones negociar directamente. Hasta el momento no hubo avances significativos en esas conversaciones.

En este sentido, la falta de avances en las negociaciones dejó la situación en un punto muerto. A pesar de los intentos por resolver la disputa, Machias Seal sigue siendo una tierra sin definición clara de soberanía. Mientras Canadá mantiene su presencia con el faro y las inspecciones regulares, Estados Unidos nunca reconoció oficialmente ese control.

La falta de acuerdos concretos mantiene a la isla en una especie de “limbo diplomático”, donde el interés por sus recursos pesqueros y su ubicación estratégica siguen siendo factores clave en la relación entre ambos países.



Fuente Clarin.com

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