Los amantes del tenis en Argentina y también aquellos que no son tan fanáticos de la raqueta le darán refresh a la página web de Wimbledon para conocer el horario del partido de Solana Sierra, que el domingo enfrentará a la alemana Laura Siegemund por los octavos de final del tercer Grand Slam de la temporada.

Eso es lo que genera la marplatense de 21 años, cuyas victorias en el All England dan cuenta de todo su talento y muestran también el resultado de años luchando contra las dificultades que en la gran mayoría de los casos tienen que enfrentar los tenistas argentinos. Es la primera lucky loser en llegar tan lejos en un torneo de esta categoría y se aseguró ingresar al top 70 del ranking WTA.

Hace tiempo se habla de esta talentosa jugadora que se formó en el Club Teléfonos de Mar del Plata, donde entrenó con Bettina Fulco, ex 23 del mundo y cuartofinalista de Roland Garros en 1988. Tenía 15 años cuando, sin puntos en el ranking, recibió de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) una wildcard para jugar el W25 de Buenos Aires. Y la honró llegando a semifinales. La historia se repitió en diferentes torneos durante el último lustro, como el W35 que en 2024 ganó sin ceder sets.

También echó un ojo sobre ella Tennium, empresa que actúa como agencia de representación de tenistas, que organiza el WTA 125 de Buenos y le dio a Sierra una invitación especial en 2021, 2022 y 2023. Tennium hoy representa a la primera argentina en llegar a la segunda semana de Wimbledon desde que Paola Suárez lo lograra en 2004. Y la esperan con los brazos abiertos para la próxima edición, que se llevará a cabo del 23 al 30 de noviembre.

“En 2024, Solana ganó seis títulos, de los cuales cuatro fueron en el país y en torneos organizados por la AAT. Compitiendo en casa sumó 170 puntos, que fueron importantes para definir su entrada a torneos más grandes”, se golpea el pecho la Asociación.

Se sabe, también, que si la carrera de una tenista quiere dar el salto a la elite, se necesita dinero para viajar, principalmente a Europa, a entrenar y competir contra las mejores del mundo. No alcanza con el talento de una estrella en ascenso ni con las medallas que se pueda colgar en Argentina y en el resto de los países de Sudamérica. Lógicamente, hasta allí no llegó la AAT, que reconoce que no es “Estados Unidos, un país que tiene un Grand Slam y tres Masters 1000”.

La inversión para el crecimiento del tenis femenino asciende a 1.235.000 dólares, según un comunicado de la propia Asociación Argentina de Tenis, aunque no fue ese dinero destinado en concreto a darle un impulso a la carrera de Solana Sierra, quien parece el mejor proyecto del tenis femenino en Argentina. Así lo explican: “No nos dedicamos a financiar la carrera de una jugadora en particular, sino a trabajar para aumentar el número de torneos y así darle más oportunidades a muchas jugadoras”.



Fuente Clarin.com

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