Solana Sierra siempre tuvo mucho potencial. Tiene el patrón de juego del tenis femenino profesional. Eso siempre se destacó en Sudamérica, cuando jugaba torneos de juveniles o cuando la acompañe al Mundial Sub 16. Destacaba por ser agresiva y jugarle de igual a igual a muchas jugadoras europeas ya afianzadas.
Varias de las jugadoras que enfrentó en juveniles ya están metidas dentro de las 100 mejores del mundo y para mí era una cuestión de tiempo y de madurez para que ella también lo haga. Nombro algunas que jugaban contra ella: por ejemplo, Alexandra Eala, Linda Noskova, Diana Shnaider… Bueno, Robin Montgomery, que ahora está un poquito más atrás. Hay varias a las que ella les ganó durante esos primeros tiempos.
Pero bueno, el desarrollo no es igual para una sudamericana que para un europea. Tampoco la ayuda con las wildcards ni el dinero para poder planificar un calendario como se debe.
En cualquier caso, la verdad que estoy feliz. No me sorprende. Este resultado lo estaba esperando. Veía que cada vez se acercaba más, que cada vez tenía mejores resultados y creo que su techo está bien arriba, que tiene todavía muchas cosas para mejorar.
Pienso que en los últimos meses mejoró mucho la devolución de saque. Antes erraba muchas pelotas, especialmente cuando tenía break points. Eso por un lado. Después, el saque también está con un poco más de profundidad y variación. Está muy sólida con los golpes de fondo y todavía tiene mucho por mejorar en su juego de ataque, terminar algún punto con voleas. Está usando el drop bastante bien. La veo muy sólida de todos lados y también muy bien físicamente.
Solana ya venía dando muestras de su nivel en los torneos que jugó en Europa sobre polvo de ladrillo. Lo que le va a pasar ahora es que va a jugar contra jugadoras top 100 todo el tiempo. Esos son los partidos que te dan el nivel real.
Siempre le tuve mucha confianza desde chica. Es una jugadora que es muy fría a la hora de competir. No es tan emocional, sino más bien pensante. De hecho, mientras iba creciendo, muchas veces le pedía que se alentara más porque a veces la veías de lejos y no sabías si iba ganando o si iba perdiendo. Y eso es algo que ahora lo está haciendo. Está súper motivada, está alentándose, apretando el puño. Me encanta ver eso.
Tuvo buenos resultados hace poco y creo que el partido con Yulia Putintseva en Roland Garros tiene que haber sido una buena medida ante una jugadora con tanta experiencia. Ahora se le dieron los resultados y, como dijo hace un par de días en una nota, creyó un poquito más en ella, que puede competir al primer nivel mundial y así agarrar un poco más de confianza.
Este es un resultadazo. Tiene un buen cuadro para incluso meterse en cuartos, pero si no es así, está más que bien igualmente.
Después se viene el US Open, que es su torneo preferido. Le encanta jugar en cemento y tiene el juego para eso. La idea fue siempre esa en todo su desarrollo: que sea agresiva, que suba a volear. Me gustaría que tenga un poco más de variedad de tiros, pero seguro que lo va a ir adquiriendo de a poquito.
Como decía un entrenador de fútbol, la base está y eso es lo que más la beneficia. Sus tiros potentes, esos tiros paralelos, ese revés que es una maravilla, cómo está llegando a los tiros de las rivales. Está súper bien apoyada y eso la hace jugar bárbaro también sobre césped.