Las sembradoras Super Walter ya son un clásico de la pampa gringa y por lo tanto de Expoagro. La gran novedad que trajo a la edición 2025 de la expo la fábrica de Las Parejas, Santa Fe, es la sembradora vertebrada de cinco módulos, que según explicó el gerente comercial de la firma, José Tuninetti, “es más liviana, más práctica y copia mucho mejor el terreno”.
“Empezamos a fabricar las vertebradas hace dos años, el año pasado habíamos presentado la de tres módulos y este año ya tenemos la de cinco módulos, que fue probada en el norte en más de 10.000 hectáreas con muy buenos resultados. Son sembradoras articuladas con bisagras y sin riendas, con una lanza de tiro central única, con lo que copian mucho el terreno”, dijo, y agregó que el ancho de labor máximo que alcanzan las máquinas de cinco módulos -Pentaflex- es de 25 metros.
Además vienen con una lanza de levantamiento hidráulico diseñada para brindar una operación más sencilla y eficiente, eliminando la necesidad de intervención manual por parte del operario, y permiten a los agricultores adaptar la máquina a sus necesidades específicas.
Tuninetti se muestra optimista por las expectativas que genera el nuevo modelo, que al igual que las sembradoras de tres módulos está disponible tanto para la siembra de granos finos como de granos gruesos y para la aplicación de fertilizantes. El representante de la firma cuenta que el año pasado a esta altura las ventas venían lentas pero que luego se aceleraron y ya a mitad del año se habían vendido las cerca de 300 unidades que la empresa fabrica cada año.
“Más que eso no podemos producir porque no nos da la estructura y en nuestra zona no alcanza la mano de obra”, afirma sobre el polo industrial metalmecánico que conforman Las Parejas, Las Rosas y Armstrong, donde se concentran unas 150 empresas del rubro que compiten por los empleados capacitados.
Ahora la marca le pone fichas a la expo para que se activen las ventas, apalancadas por la oferta de financiamiento que ofrecen los principales bancos, pero Tuninetti reconoce que probablemente sea dentro de algo más de un mes, cuando ya esté avanzada la cosecha del maíz en muchas zonas, cuando el interés de los productores y contratistas por el nuevo producto se transforme en operaciones concretas.
“Los contratistas buscan máquinas con una capacidad de trabajo cada vez más grande y que demanden menos operarios. El sector es muy competitivo, todas las empresas estamos muy afiladas”, concluyó Tuninetti.