Mientras en el centro-sur de Buenos Aires sobra agua tras las intensas lluvias que se dieron entre fines de febrero y principios de marzo, en el norte del país se está dando una de las mayores sequías de los últimos años.

A pedido de la Sociedad Rural del Noreste Santiagueño, la Consultora de agricultura y ganadería de precisión y digital realizó una caracterización de la zona afectada por sequia en el este de la provincia de Santiago del Estero y los resultados son catastróficos.

Mapa de la sequía en Santiago del Estero y Chaco.Mapa de la sequía en Santiago del Estero y Chaco.

Según el trabajo, la campaña 24-25 presentó un noviembre con lluvias por arriba del promedio (127 vs 91mm) acumulando 251mm entre los meses de septiembre y diciembre. Iniciando la campaña con perfiles entre el 50 y 70% de agua útil. Aunque los meses siguientes de diciembre, enero y febrero y al tiempo transcurrido del mes de marzo se registraron precipitaciones por debajo del promedio. Acumulando 186 mm desde enero a marzo versus 433 mm de promedio para el mismo periodo. En marzo directamente no hubo lluvias.

Mientras que las temperaturas máximas y mininas registradas durante el primer trimestre del 2025 se encuentran por arriba del promedio con valores registrados hasta de 47°C. Además, estos se presentaron con muchos días consecutivos con temperaturas máximas superiores a 35°C. El mes de febrero acumulo 14 días con temperaturas mayores a 40°C y 2 días arriba de 45°C versus una media de 6 días.

Sequía en Santiago del Estero.Sequía en Santiago del Estero.

Ante este contexto, en Santiago del estero hay 1,8 millones de hectáreas en categoría de sequia alto y 3 millones de hectáreas en severo concentradas principalmente en los departamentos Moreno, Alberdi, Copo, Figueroa y Juan Felipe Ibarra. En promedio, Santiago del estero presenta 58% de la superficie relevada en categoría severa y 35% en alto. Mientras que en Chaco la proporción de superficie en categoría severa es del 71% y en Alto del 18% .

Los porcentajes de superficie por rango de sequia varían por departamento. En el departamento Moreno, el 64% de la superficie relevada en estado categoría de sequia severa seguido por la categoría sequia alto con el 31%.

El Departamento más afectado

La situación climática en Quimilí, situado en el departamento Moreno, es crítica. La sequía que afecta a la región ha generado pérdidas importantes en los cultivos y está golpeando con dureza a la ganadería.

Marcelo Herasimchuk, presidente de la Sociedad Rural de Quimilí, explicó que el pronóstico para el año indicaba un evento “Niña a Neutral”, con lluvias alentadoras en la primavera. Sin embargo, la situación cambió drásticamente en el verano. “En diciembre, el registro de lluvias fue de 75 mm contra una media de 115 mm. En enero, cayeron apenas 32 mm, cuando la media es de 113 mm. En febrero, se registraron 75 mm en algunas zonas, pero en otras directamente no llovió, con un promedio esperado de 105 mm. En marzo, la situación se agravó aún más porque no llovió en absoluto”, detalló.

Además, la ola de calor extremo complicó aún más la producción. “Tuvimos 14 días consecutivos con más de 40°C y 2 días por encima de los 45°C. Lo normal en el verano es tener unos 6 días con esas temperaturas”, comentó Herasimchuk.

Esta combinación de factores climáticos ha provocado la pérdida total de algunos cultivos, mientras que otros aún resisten, aunque con daños irreversibles en el rendimiento. “La etapa de polinización del maíz coincidió con la sequía y las altas temperaturas, lo que afecta directamente la fecundación del grano. Ahora estamos en una segunda etapa de evaluación para cuantificar las pérdidas”, explicó.

Una zona agrícola en crecimiento, pero golpeada

Quimilí ha pasado en los últimos años de ser una zona netamente ganadera a consolidarse como una de las regiones más importantes en la producción de maíz y soja. “El departamento Moreno se convirtió en el tercer productor de maíz a nivel nacional y el cuarto en soja”, señaló el dirigente.

La fecha de siembra en el norte del país comienza alrededor del 15 de diciembre y se extiende hasta los primeros días de enero. “Hasta el año pasado, se sembraba un poco más tarde, incluso a fines de enero. Pero en la última campaña, la chicharrita afectó mucho a los maíces tardíos, así que este año se intentó sembrar más temprano, durante los primeros días de diciembre, para evitar daños por plagas y enfermedades”, explicó. La rotación de cultivos en la región se mantiene en un 50% de gramíneas y 50% de soja, con trigo solo en años de otoño húmedo.

Sequía en Santiago del Estero.Sequía en Santiago del Estero.

El promedio de lluvias en la zona, basado en registros de los últimos 108 años, es de 700 mm anuales, pero la mayor parte de las precipitaciones se concentran en el verano. “Esto es lo que hace sustentable la agricultura en nuestra zona. Si solo dependiéramos de la soja, los rindes caerían drásticamente y, al estar lejos de los puertos, no podríamos competir”, explicó Herasimchuk.

En las últimas dos décadas, los rindes promedio han sido de 2.700 kilos por hectárea en soja, con picos de 4.000 kilos, y de 8.000 a 9.000 kilos en maíz. Sin embargo, las dificultades climáticas y sanitarias están afectando la producción. “El año pasado la chicharrita nos complicó y ahora enfrentamos esta sequía. La situación es muy difícil, no solo para el productor, sino también por el impacto que tiene en la economía de los pueblos”, advirtió.

La ganadería, otra víctima de la sequía

Aunque la agricultura ha ganado terreno, la ganadería sigue siendo un sector clave en la región. Sin embargo, la sequía afecta gravemente a la actividad. “En el departamento Moreno hay más de 600.000 hectáreas dedicadas a la agricultura. Pero el sector ganadero también sufre, y este es el cuarto año consecutivo de sequía”, explicó el presidente de la Sociedad Rural de Quimilí.

La falta de maíz y pasturas ha obligado a muchos productores a desprenderse de su hacienda en condiciones desfavorables. “Mientras haya maíz, el ganadero puede suplementar con grano y pelearla. Pero si no hay maíz ni pasturas, no queda otra que vender los animales, y hacerlo en mal estado nunca es buen negocio. La vaca flaca no vale mucho”, lamentó.



Fuente Clarin.com

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