Los descubrimientos y aportes que realizaron Albert Einstein y Stephen Hawking parecían haber fijado un techo, con un coeficiente intelectual que se estima en alrededor de 160 en ambos icónicos casos. Sin embargo, hay alguien que actualmente ostenta el título de “la persona más inteligente registrada”, con una cifra que los supera.
Se trata de Terence Tao, nacido el 17 de julio de 1975 en Adelaide, Australia. Tiene un coeficiente intelectual estimado entre 225 y 230, lo que lo posiciona en la cúspide de las matemáticas contemporáneas.
Aunque fue un verdadero prodigio desde su niñez, y contó con el apoyo de su padres en su meteórica carrera, hubo momentos donde necesitó de mucha paciencia para superar adversidades, tanto a nivel personal como profesional.

Según informa The New York Times, a los dos años Terence ya le enseñaba a otros niños a contar, y a los tres iba de la mano de su madre a clases universitarias en Flinders University.
No pude asistir a la escuela tradicional por su alto nivel intelectual, y a los 9 años ya asistía a clases de cálculo a nivel universitario. A los 10 obtuvo la medalla de oro en la Olimpiada Internacional de Matemáticas.
Una revolución de las matemáticas
A los 16 años se mudó a los Estados Unidos, con el objetivo de comenzar su doctorado en la Universidad de Princeton. En sus primeros días como estudiante se cuestionó si había hecho lo correcto, porque se sintió intimidado por los avances de otros estudiantes, que estaban mucho más avanzados.
Él mismo confesó que sus primeras experiencias “fueron un fracaso”, y así fue como aprendió que las matemáticas no solo implican velocidad o conocimiento, sino también de mucha perseverancia.
Tal como dice el dicho, “la práctica hace al maestro”, y en el caso de los números aplica a la perfección. Una vez incluso se quedó completamente en blanco durante un examen oral, y ese fue el punto de inflexión para entender que superar ese tipo de crisis requiere de habilidades que todavía no había desarrollado.

Se animó a explorar otras áreas de la matemática, como el análisis armónico y la teoría de números. El teorema de Green-Tao, que desarrolló junto a su colega Ben Green, de la Universidad de Oxford, fue uno de sus logros más destacados: demostró que existen progresiones aritméticas de cualquier longitud dentro de los números primos, un problema matemático que había desconcertado a expertos durante siglos.
En 2006, a sus 31 años recibió la Medalla Fields, uno de los premios más prestigiosos en el mundo de las matemáticas, considerado el equivalente al Nobel. Su descubrimiento solidificó aún más su reputación como “el Mozart de las matemáticas”.
Terence tiene dos hermanos, y uno de ellos, Trevor, es uno de los diez mejores jugadores de ajedrez de Australia, donde reside. Actualmente vive en Los Ángeles junto a su familia, se dedica a la enseñanza y la investigación colaborativa, trabajando codo a codo con otros campos de estudio. Lejos del estereotipo de genio solitario, se caracteriza por ser sociable, humilde y dispuesto a ayudar.