Treinta y dos minutos marcaba el reloj en el estadio Santiago Bernabéu. Real Madrid ganaba desde el arranque por un golazo de Rodrygo. Pero en la cancha estaba el angelado Julián Alvarez, el mejor delantero argentino del momento, que lo demostró también en el clave encuentro de Champions League para darle el empate parcial al Atlético de Madrid por la ida de los octavos de final.
Recostado en el sector izquierdo, la Araña recibió la pelota, encaró y dejó en ridículo al francés Eduardo Camavinga antes de llegar al vértice del área y sacó un derechazo con ‘rosca’ que se clavó en el palo más lejano del arquero Thibaut Courtois. Brutal, galáctico.
El público local se quedó mudo; en cambio, explotaron los más 3500 hinchas del Atlético de Madrid que consiguieron un lugar en el Bernabéu.
El golazo también generó la reacción de Diego Simeone, que agitó su mano en clara señal de la tremenda definición con la que Julián alcanzó su séptimo gol en la Champions League y su 22° en poco más de media temporada con el equipo del ‘Cholo’.
No es nuevo para el cordobés eso de enmudecer al público merengue. Hace menos de un mes, el 8 de febrero, se animó a picar un penal en el mismo estadio y contra el mismo arquero para empatar el clásico. “Lo había pensado dos días antes. En los entrenamientos pateé varios, y en el último lo piqué para probar. Sabía que Courtois es gigante, pero yo estaba convencido”, le confesó hace unos días al Pollo Alvarez en una entrevista.
Se sabía que el ex River también sería la máxima amenaza del Real en este duelo de octavos de final. Se trata, ni más ni menos, que del máximo goleador del Atlético de Madrid, con cinco goles en los últimos cuatro partidos.