Cuando las chances de hallar sobrevivientes se diluye en Myanmar, país arrasado por un terremoto la semana pasada, una mujer de unos 70 años fue rescatada este martes después de estar atrapada durante 91 horas entre los escombros, informaron los bomberos.

La mujer “fue encontrada viva” el martes por la mañana en la capital, Naipyidó, “rescatada con éxito” y trasladada al hospital una hora después, indicó el servicio de bomberos en Facebook.

Minuto de silencio

Birmania guardó este martes un minuto de silencio en homenaje a las más de 2.000 personas muertas en el fuerte terremoto del viernes que incluso derribó edificios en Bangkok, a mil kilómetros de distancia.

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La magnitud del fenómeno, que ocasionó graves destrozos, fue de 7,7.

Cuatro días después del sismo de magnitud 7,7 y de poca profundidad, mucha gente en este país desgarrado por cuatro años de guerra civil vive a la intemperie porque sus casas están destruidas o porque tienen miedo de posibles réplicas.

A instancias de la junta militar, las sirenas para avisar del minuto de silencio sonaron exactamente a las 12.21 del mediodía, la hora exacta a la que comenzó el terremoto.

Su epicentro se situó en el centro del país, cerca de Mandalay, la segunda ciudad poblada con 1,7 millones de habitantes, que quedó muy destruida.

Enfrente del complejo de departamentos Sky Villa, uno de los más dañados de la ciudad, los operarios de rescate pararon su trabajo y se colocaron en línea con las manos en la espalda.

Con el estrépito de las sirenas de fondo, funcionarios públicos formaron detrás de un cordón que impedía el paso a los familiares de las personas muertas en ese edificio.

La gente perdió sus casas y viven en campamentos en Myanmar. Foto: ReutersLa gente perdió sus casas y viven en campamentos en Myanmar. Foto: Reuters

Junto a una tienda de campaña de los equipos de rescate, una bandera de Birmania ondeaba a media asta atada a una caña de bambú.

Este homenaje forma parte de la semana de luto nacional declarada hasta el 6 de abril por los militares “por la pérdida de vidas y los daños”.

En el último balance de la junta el lunes, la cifra de muertos se elevaba a 2.056 personas, con más de 3.900 heridos y 270 desaparecidos.

Pero el balance probablemente aumentará significativamente cuando los equipos de rescate lleguen a pueblos y aldeas que quedaron incomunicadas por el terremoto.

La situación en Tailandia

Además, en la vecina Tailandia, 19 personas murieron por la sacudida, que hizo colapsar un rascacielos de 30 plantas en construcción en Bangkok.

Equipos de rescate y operarios siguen trabajando entre las ruinas de la torre, en Bangkok. Foto: EFEEquipos de rescate y operarios siguen trabajando entre las ruinas de la torre, en Bangkok. Foto: EFE

Equipos de rescate y operarios siguen trabajando entre las ruinas de esa torre donde se estima que quedaron atrapados decenas de obreros.

Mandalay, el epicentro, devastada

En Mandalay, edificios de viviendas y templos quedaron reducidos a escombros. Por cuarta noche seguida, cientos de residentes durmieron al raso, en tiendas de campaña o simplemente cubiertos por mantas en medio de calles y carreteras.

“No me siento seguro. Hay edificios de seis o siete plantas inclinados junto a mi casa y pueden colapsar en cualquier momento”, dijo a AFP Soe Tint, un relojero.

Edificios en ruinas en Mandalay. Foto: APEdificios en ruinas en Mandalay. Foto: AP

En una sala de exámenes, donde parte del edificio se derrumbó sobre cientos de monjes que realizaban una prueba, las bolsas repletas de libros de las víctimas seguían sobre una mesa en su exterior.

Camiones de bomberos y maquinaria pesada estaban estacionados frente al pabellón, en el que trabajaba un equipo de rescate llegado de India.

El hedor es “muy intenso”

El hedor es “muy intenso”, dijo un oficial indio. En varios lugares de la ciudad, el olor a putrefacción de cadáveres empieza a ser acusado.

Un crematorio en las afueras de la ciudad ha recibido ya cientos de cuerpos y esperan muchos más a medida que los equipos de rescate los saquen de entre los escombros.

Un terremoto en plena guerra civil

Antes del sismo, Myanmar (ex Birmania) llevaba cuatro años de guerra civil provocada por el golpe militar de 2021 contra el gobierno civil de la nobel de la paz Aung San Suu Kyi.

La ONU calcula que al menos 3,5 de sus 50 millones de habitantes fueron desplazados por el conflicto, muchos de ellos en peligro de hambruna.

Aunque la junta asegura que intenta responder al desastre lo mejor posible, en los últimos días emergieron reportes de bombardeos de los militares contra grupos armados rivales.

La enviada especial de la ONU para Birmania, Julie Bishop, pidió el lunes el cese de hostilidades a todas las partes para centrarse en proteger y suministrar ayuda a los civiles.

En un gesto muy inusual, el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, lanzó pedido de ayuda internacional, rompiendo la costumbre de otros dirigentes militares birmanos de rechazar la asistencia exterior ante este tipo de desastres.

Más de 1.000 socorristas de países como China, Rusia e India volaron al país y, según los medios estatales locales, casi 650 personas fueron sacadas con vida de entre los escombros.



Fuente Clarin.com

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