Al Mundial de Clubes le falta algo y ese algo es el debut de Kylian Mbappé, afectado por un cuadro gastrointestinal que lo obligó a hacer dieta y recuperarse desde afuera mientras sus compañeros del Real Madrid hacían lo que mejor saben, avanzar en un torneo internacional.
Hay una expectativa enorme en Miami por volver a ver al Merengue, el equipo más popular de los europeos, y por fin disfrutar a la estrella francesa en campo. Pero también porque enfrente tendrá a otro gigante, la Juventus del argentino Nico González, que no tiene lugar en el equipo y podría irse. La Vechia Signora comenzó el torneo con dos goleadas ante Al Ain y Widad Casablanca, 5-0 y 4-1, respectivamente, pero después chocó contra un recuperado Manchester City de Guardiola, que le dio una paliza por 5-2.
El Madrid hizo el camino inverso porque tuvo un debut de decepción, empatando contra el Al Hilal árabe y luego sí voló para clasificar como primero de su grupo con sendos triunfos frente a Pachuca, por 3-1 y con un jugador menos casi todo el partido, y con el Salzburgo, en un cómodo 3-0.
En caso de ganar, el conjunto que hasta hace poco era dirigido por Carlo Ancelotti podría superar su récord histórico de partidos jugados en una sola temporada. Hoy será su encuentro número 66, los mismos que en la campaña 2001/02, que se cerró con victoria en la final de la Liga de Campeones frente a Bayer Leverkusen, en Glasgow, la noche de la volea inolvidale de Zinedine Zidane.
Al igual que Zizou, su compatriota Mbappé también quiere meterse en la historia del Real Madrid. En su primera temporada apenas festejó la Copa Intercontinental, una anécdota comparada con los reveses que sufrieron en la capital española en la Champions y cada vez que les tocó jugar contra Barcelona.
Sin Messi en el torneo, la camiseta que empieza a aparecer con mayor frecuencia es la de Mbappé, quien ya fue campeón del mundo con su país a los 19 años y quiere repetir siete años después en esta primera cita organizada por la FIFA a nivel clubes.
El ganador de este cruce de octavos de final entre europeos jugará en cuartos de final contra el que se imponga de Borussia Dortmund y Monterrey, que se juega en Atlanta.
El duelo será por la gloria pero también por una bolsa millonaria. Los españoles llevan acumulados 51 millones de dólares en ganancias por premios y esta tarde podrían sumar 13 más a la cuenta. Los de Turín cosecharon ya casi 32 millones y si sorprenden a los de Xabi Alonso llegarían a los 45 millones de verdes estadounidenses.
El camino se abre a más y más dinero porque alcanzar las semis otorga 21 millones, la final brinda 30 y el título inyectará 40 millones más a las arcas del club campeón.
El clásico Real ante Juve se jugará en el Hard Rock Stadium desde las 16.00 (hora argentina), con transmisión de Telefe y el arbitraje del polaco Szymon Marciniak, recordado en Argentina por su papel en la final del Mundial de Qatar 2022.