Con las paritarias acotadas por el techo oficial en torno del 1% y 2% mensual, la clave de lo que va a pasar con los salarios en 2025 dependerá de lo que las empresas estén dispuestas a otorgar “por encima” o “por fuera de convenio” para el personal, en especial el superior.

En la Secretaria de Trabajo hay acuerdos salariales acordados en las paritarias que no se van a homologar porque superan el techo oficial, otros que van a ser homologados y también acuerdos que no fueron presentados aún ante la Secretaria.

Días atrás, el Gobierno homologó la paritaria de Gastronómicos: diciembre 2%, enero 1,8%, febrero 1,5%, marzo 1%, abril 0,8% y mayo 0,5%. Pero no hizo lo mismo con lo acordado en la paritaria metalúrgica y del SMATA, pese a que fueron firmados hace más de un mes.

En tanto, por el lado de los salarios públicos, que arrastran de 2024 una fuerte pérdida, este año los salarios van a seguir achatados, con incrementos en línea o por debajo de la inflación.

Es así que, a comienzos de este año, el Gobierno nacional ratificó con la Decisión Administrativa 1/2025, que las subas salariales de los trabajadores estatales deben negociarse exclusivamente “dentro de los parámetros presupuestarios asignados a cada dependencia”.

En consecuencia, los que podrían romper este “cerco salarial” son las empresas privadas dispuestas a otorgar aumentos adicionales a los que finalmente homologue el Gobierno. Y dentro del universo de empresas sobresalen las vinculadas a las que pueden hacer punta en la actividad, como grandes empresas con proyectos de alto vuelo, energía y servicios financieros, entre otras.

Por otro lado, el Gobierno quiere avanzar en una segunda fase de la reforma laboral con la descentralización de las negociaciones paritarias, basicamente que los convenios por empresa puedan prevalecer sobre los de la actividad economica.

Los salarios arrancaron en 2025 con una mejora de 0,7% real los del sector privado mientras los del sector público cayeron 15,4% en relación a noviembre 2023, vísperas de la asunción de Javier Milei, según la consultora Invecq en base a los datos del INDEC (ver infografía).

No obstante, el Informe agrega que “el IPC Nacional, que se usa para deflactar las remuneraciones, se basa en la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) correspondiente a los años 2004-2005. Pero si se utiliza la ENGHo hecha en 2017-2018, más representativa del consumo actual, los resultados presentan variaciones significativas. En consecuencia, utilizando los nuevos ponderadores, la situación de los salarios cambia bastante: los del sector privado pasan de crecer 0,7% (dic-24 vs. nov-23) a caer 5,7%, y los del público de contraerse 15,4% a 20,7%”, por encima del retroceso que tuvieron durante los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández.

El informe señala que estos últimos resultados que toman modalidades de gasto más actualizadas “están más en línea con los distintos análisis que muestran que los componentes fijos del gasto -principalmente servicios como luz, gas, agua, transporte, prepaga, etc.- se llevan una porción mayor de los ingresos de los hogares en la actualidad. Según estimaciones propias, para una familia tipo de 4 personas -2 adultos con ingresos más 2 hijo/as-, sin educación privada ni prepaga, la proporción del ingreso destinada a gastos fijos pasó de 37,5% en noviembre 2023 a 48,1% en diciembre 2024“, concluye Invecq.

Por eso, los informes de las consultoras centran sus pronósticos en el personal fuera de convenio. Así, para 2025, según PwC Argentina,” las proyecciones de ajustes salariales para el personal fuera de convenio se mantienen en línea con la inflación estimada por las compañías encuestadas. En promedio, las empresas prevén un incremento del 40,15% en los salarios, mientras que la inflación proyectada se sitúa en 40,07%. El informe también destaca que la mayoría de las empresas implementará ajustes salariales trimestrales (54%), aunque otras lo harán de forma bimestral (11%) o semestral (10%). En cuanto a beneficios adicionales, solo un 21% de las organizaciones encuestada planea incorporar nuevos beneficios a su paquete actual.

En la misma línea, Natalia Terlizzi, CEO de Hucap sostiene que 68% de las empresas ya tiene definido el presupuesto para este año y dentro de este grupo de empresas, el porcentaje promedio de aumento proyectado “es de 44,6%”.

De todas manera, aclara Terlizzi, “este número es una estimación ya que en nuestro país es una práctica habitual la revisión de los presupuestos acorde a cómo evoluciona la inflación, así como de otras variables económicas y de la situación financiera de cada sector y empresa”.

Por su parte, Marcelo Aquino, consultor de empresas, dijo a Clarín que existen reclamos de distintos gremios para que las empresas apliquen lo acordado aún cuando el nuevo convenio no esté homologado “con el argumento que tarde o temprano lo será”.

Por ejemplo, a mediados de enero, la UOM firmó un nuevo acuerdo salarial, con incrementos en los salarios básicos (12,30% en total) para los meses de noviembre 2024 (5,5%), diciembre 2024 (2%) enero (1,8%), febrero (1,5%) y marzo 2025 (1%), que aún no fue homologado..

En estos casos, “recomendamos no pagar los aumentos firmados hasta tanto estén homologados porque puede suceder que los valores no sean aceptados por la Secretaría de Trabajo y requiera de los paritarios su reformulación”, dijo Aquino.

Además, “si las empresas pagan valores que luego no son homologados no podrán reformular lo abonado, quedando obligados a mantener valores por encima de las escalas que definitivamente sean homologadas”.

De pagar los aumentos acordados, Aquino señala que deben figurar en los recibos de sueldo como “a cuenta de futuros aumentos”.

Los nuevos valores de retención del impuesto a las Ganancias son otro factor de peso entre el personal de remuneraciones más altas, porque amplian el universo de empleados alcanzados por ese tributo y los ya alcanzados les descontarán más.

La ley 27.743 fija que el piso a partir del cual se tributa el Impuesto a las Ganancias se actualiza 2 veces por año, en enero y julio según la inflación del semestre calendario. Pero a traves del decreto 652/2024 el Gobierno alteró la ley y estabeció que la actualización de Ganancias de enero de 2025 “se realizará, excepcionalmente, tomando en consideración el coeficiente que surja de la variación del indicado índice, correspondiente a los meses de septiembre a diciembre de 2024, inclusive”.

Así, en relación al primer semestre del año pasado, el piso salarial de Ganancias en enero subió 11,78% correspondiente a la inflación de septiembre a diciembre 2024. Pero con la inflación del segundo semestre 2024, el ajuste debería haber sido del 21,1%.

Así, para el primer semestre de este año, los trabajadores solteros sin hijos en relación de dependencia pagarán Ganancias si ganan más de $2.280.557 de sueldo bruto o más de $1.892.862 de sueldo neto o en mano (o sea, sueldo bruto menos descuentos 17% por jubilación y salud con el tope de base imponible de enero de 2025).

Con 2 hijos y sin cónyuge, esos pisos son de $2.654.060 bruto y neto de $2.202.870. Y casado con 2 hijos, son de $3.005.029 (bruto) y $2.510.231(neto).

Por encima de esos valores, las alícuotas del impuesto van del 5% al 35%.

Además, varios sindicatos enrolados en la CGT y CTA se hicieron eco de las objeciones a la medición oficial del INDEC. Y reclaman considerar en las negociaciones paritarias la inflación que surge de las estructuras de gastos más actualizadas.



Fuente Clarin.com

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