Grigori Yefímovich Rasputín (1869-1916) era un campesino de una aldea de Siberia que llegó a San Petersburgo y se hizo popular entre la aristocracia rusa. Quién fue Rasputín, qué hizo y cómo murió.

Apenas sabía leer y escribir y tenía fama de organizar orgías y pertenecer a una secta. Sin embargo, cuentan que era muy carismático y llegó a la última familia imperial rusa con artilugios y una posible cura para la hemofilia de su hijo menor. Qué hizo para ganarse el favor de la zarina Alexandra y cómo terminó sus días.

Rasputín: cuál fue su vínculo con la familia Romanov y cómo terminó sus días

Al poco tiempo de nacer el esperado hijo varón de Nicolás II, heredero al trono, ya que por la Ley Sálica sus cuatro hijas mujeres no podían tener este título, la familia se enteró de que sufría de un grave caso de hemofilia.

Los médicos que vieron al príncipe Alekséi Nikoláyevich fueron taxativos: no solo no iba a vivir muchos años, sino que además padecería dolores de distinto tipo.

Ahí fue cuando entró a la vida de la familia imperial de Rusia, Rasputín. Había llegado de su aldea natal yfoto El primer día de noviembre de 1905, conoció a Nicolás II y a la zarina Alexandra y comenzó su vínculo con ellos.

Nadie sabe a ciencia cierta cómo hizo este campesino charlatán para lograr aliviar los dolores del príncipe enfermo. Muchos historiadores creen que en realidad lo que sucedía es que relajaba el ánimo de su madre, que estaba muy preocupada por el niño. Rasputín la había convencido de alejar a los médicos, hacerle hipnosis al varón de la familia y no darle aspirinas.

Este último detalle habla claramente de su absoluta ignorancia (o quizás la de la época): hoy se sabe que la aspirina es un anticoagulante que empeora las hemorragias de los hemofílicos.

Con el cuidado de Alekséi se ganó el favor de los zares y tuvo acceso total a la familia completa. Pero, no duró mucho su tiempo a favor. El primer ministro de Rusia, Piotr Stolypin, ordenó prontamente a la policía que investigara a Rasputín y alertó al zar de la mala vida que llevaba en tabernas y prostíbulos.

Por las calles de la Ciudad, circulaban viñetas en las que el campesino intimaba con las hijas de Nicolás II y dos de sus empleadas habían denunciado ser violadas por Grigori.

El 30 de diciembre de 1916, más de una década después de amistad con la familia, varios miembros de la realeza, encabezados por el gran duque Dmitri Románov, llamaron a Grigori al palacio Moika, le pegaron tres tiros y arrojaron su cuerpo al río Nevá.

Los historiadores afirman que aunque el escándalo que provocó la amistad de los zares con este personaje no fue el único detonante del fin de su gobierno, sí contribuyó a quebrar la creencia del pueblo en la realeza.

Un año después de la muerte de Rasputín, Nicolás II, su esposa y sus cinco hijos, fueron arrestados por la revolución bolchevique y, al año siguiente, fusilados ante el temor de que los contrarrevolucionarios los volvieran a coronar.



Fuente Clarin.com

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