Matías Agustín Carrizo tiene apenas 23 años, pero es el líder de una banda de ladrones. Junto a sus cómplices residen en barrios privados de la zona Oeste del Gran Buenos Aires. Fue detenido acusado del homicidio de un joven en la localidad de Francisco Álvarez, a quien persiguieron hasta que chocó con una columna para evitar que le robaran la moto.
La víctima fue Juan Marcelo Sanabria, de 25 años. El primer día de febrero, cerca de las 5.30, iba circulando en su moto Siam 110 cc., sobre la Ruta Nacional 7, en el barrio Santa Marta, de Francisco Álvarez.
En ese momento, Sanabria comenzó a ser perseguido por dos motochorros. El joven intentó escapar a gran velocidad. Las cámaras de seguridad captaron los momentos que manejó para poder salvarse.
“¡Ayuda! ¡Ayuda!”, gritó el joven. Su pedido desesperado quedó registrado por una cámara de seguridad del municipio.
Luego de varios metros, los ladrones lo alcanzaron, le tocaron la moto y lo desestabilizaron. para desestabilizarlo, tirarlo al piso y poder sacarle el vehículo.

A la altura de la calle Güiraldes, la víctima perdió el control de la moto y chocó contra un poste de luz. El impacto fue fatal. La moto quedó tirada a los pocos metros del cuerpo.
Sanabria llegó a pedirle a testigos un vaso de agua porque tenía sed. Luego comenzó a respirar con dificultad. Murió mientras esperaba la llegada de la ambulancia.
La investigación
La Fiscalía N° 4 de Moreno tomó intervención en el caso y les solicitó a los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Moreno-General Rodríguez que lleven adelante el análisis de las cámaras municipales para identificar a los autores del crimen.
De este modo se pudo establecer el camino de ida y vuelta que realizaron los sospechosos, la moto que utilizaron y se describió las prendas y la fisonomía de ellos.
En tiempo récord se analizaron más de 90 comunicaciones en las cuales se estableció la identidad de los autores del hecho y de un tercer sospechoso que les cedió la moto para salir a robar.

Uno de los autores fue identificado como Matías Agustín Carrizo, de 23 años. Los otros dos son menores, tienen 17. Un investigador precisó a Clarín que los tres tienen un buen pasar económico y que residen con sus familias en barrios privados de la zona oeste.
“No son gente de bajos recursos. Los ingresos se los generan a través del robo de motos a mano armada”, explicó el detective.
Con toda la información de los posibles domicilios donde se encontrarían los tres sospechosos, las fiscalías N° 4 y la N° 6 de Menores solicitaron varios allanamientos que fueron otorgados por los juzgados de Garantías N° 1 y de Menores de Moreno.
Las detenciones
Personal de la DDI realizó los procedimientos en viviendas de barrios privados en las localidades de Moreno y Las Heras. Carrizo fue hallado en una casa donde estaba oculto desde la fecha del homicidio.
También se secuestraron prendas de vestir similares a las utilizadas en el crimen. Y se resguardaron teléfonos celulares para peritar.
En tanto, todavía se trabaja para dar con los dos sospechosos. Uno de ellos estaba en la moto mientras que el otro fue quien se las cedió para salir a robar.
De la investigación surgió la información que los tres formaban parte de una banda de delincuentes que cometía robos de motocicletas bajo la modalidad motochorro. Todos se hacían con armas de fuego.